¿Qué es el desierto?
Podemos definirlo como el tiempo y lugar en el cual somos procesados por parte de Dios de diferentes maneras, intensidad y con diferentes propósitos.
¿Por qué?
Porque solo Dios sabe lo que quiere trabajar en cada uno de nosotros, y el fin por el cual lo hace. Ya que somos probados como oro, ya que al reino de los cielos no entra ni carne ni sangre y mucho menos nada sucio (envidias, celos, avaricia, idolatría, rebeldía, entre otros).
El desierto puede ser cualquier etapa o situación en tu vida, normalmente es un tiempo en donde estamos a solas con Dios, sin mucha distracción.
Cuando estamos en el desierto podemos escuchar lo que Dios nos dice, podemos reconocer las maravillas que El obra en nosotros, sólo en el momento de soledad prestamos atención verdadera a lo que Dios quiere con nosotros.
Acontece que cuando estamos en la abundancia de todas las cosas y nos envolvemos en cada una de ellas, se nos hace más difícil atender a las cosas de Dios, y muchas veces no reconocemos cuando es Dios quien nos habla, porque tenemos “mucho que hacer”, entonces Dios usa el tiempo de “quietud” para intimar con nosotros.
Dios habla a sus hijos en el desierto para afirmar sus corazones y para construir el fundamento en ellos, para que sean como el Monte de Sion, de manera que estén bien cimentados y unidos a la raíz.
[Rosa P.]