Un libro de gran valor, que puedes descargar sin costo para ti

Escribe Daniel Iglesias:

Tengo el agrado de anunciar que, con autorización del autor, ha quedado disponible en esta página de forma permanente para descarga gratuita un libro de valor extraordinario:

José Alfredo Elía Marcos, Las lágrimas de Raquel: Historia, ideologías y estrategias de la guerra contra la población

El autor es católico y español. Corresponde agradecerle que haya puesto este material a disposición del público, de forma gratuita.

Un día negro para Colombia

La Corte Constitucional de Colombia ha dejado marcado con sangre inocente el día 21 de Febrero de 2022. La mayoría de los líderes políticos han saludado la despenalización total del aborto hasta la semana 24 de gestación como un “logro” que “hace historia.” Prontamente el señor Arzobispo de Bogotá y Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia ha manifestado el desacuerdo radical ante semejante exabrupto y ha mostrado la incoherencia que supone semejante descalabro legal en un país que quiere defender la vida y la paz para todos.

El hecho de que cuatro de los magistrados abortistas sean varones no ha levantado protestas de parte de quienes suelen quejarse de todo lo masculino y de calificarlo automáticamente como “hétero-patriarcado”. Las celebraciones festivas de muchas mujeres jóvenes, que ahora quedan autorizadas para asesinar impunemente a sus hijos, fueron registradas abundantemente por los medios de comunicación, que desde el principio han mostrado mayoritariamente un sesgo en favor del genocidio más grande y más grave que ha conocido la humanidad.

El daño que sufre nuestro país con estas pésimas noticias es profundo: la podredumbre queda entronizada y la lógica del asesinato para “resolver un problema” se ha instalado ya en la mente de millones de jóvenes.

Todas estas noticias, desalentadoras y gravísimas como son, no detendrán las convicciones de quienes defendemos la dignidad de toda vida humana. El camino se hace más doloroso, más empinado, pero ni los abortistas de ayer, ni los de hoy, ni los de mañana podrán cambiar la maldad intrínseca que implica torturar y asesinar a un inocente.

Y jamás impedirán que oremos por el fin del aborto y la conversión de todos, hasta el último abortista.

En cierto sentido, no es tan difícil ser profeta hoy

Estos días la Corte Constitucional de Colombia discute si se da una aprobación abierta y sin restricciones al aborto en este país. Para quienes hemos seguido el proceso legal sobre el aborto desde hace décadas, no nos extraña en absoluto el paso que ahora se pretende dar. Hace tiempo sabemos que detrás de esa supuesta “legalidad” hay una clara agenda que siempre sigue más o menos el mismo orden. No se necesita ser especialmente iluminado para darse cuenta de los pasos que siempre siguen los abortistas; siguiendo la secuencia desde el principio, este es el orden típico:

1. BOMBARDEO EMOCIONAL. Siempre empiezan presentando casos dramáticos, amplificados convenientemente por los medios de comunicación. El guión siempre es: mujer sola, que sufre mucho porque la ley no le permite abortar. La manipulación es clara desde el principio porque se omite toda referencia a la creatura que está siendo gestada.

2. ESTADÍSTICAS FALSAS Y/O MANIPULADAS. Se presenta como desgracia mayor el aborto “ilegal” y se dan unas cifras irreales, falsas o manipuladas. El propósito, por supuesto, es convencernos de que hay que matar con buena higiene.

3. RECURSO AL ARGUMENTO FEMINISTA. Esta es la fase en la que se repiten, hasta llegar al hastío, lemas del más craso feminismo: cosas como “la mujer es dueña de su cuerpo.” Por supuesto, el cuerpo que está creciendo en ella no es ella ni es de ella pero la capacidad argumentativa de las feministas suele permanecer en mínimos. Todo se reemplaza con gritos, pintadas en las calles, insultos a la Iglesia o exhibición de cuerpos de mujeres.

4. PRESENTACIÓN REPETITIVA DE PROYECTOS DE LEY ABORTISTAS. Gracias a una amplia financiación que recibe dineros también desde el extranjero, se presentan una y otra vez los mismos proyectos, quizás con mínimos retoques, hasta lograr una grieta. En el caso de Colombia, la grieta fueron las “causales”: salud de la madre, malformación del bebé o violación. Es particularmente absurdo el argumento de violación, no sólo porque le da una coartada perfecta al violador sino porque castiga a quien es más inocente. Pero de nuevo: eso parece que no importa.

5. APROBADA UNA PRIMERA LEY, SE DA AMPLIACIÓN INTERPRETATIVA DE LAS CAUSALES. La idea es normalizar el aborto. Por ejemplo: se empieza a interpretar que la “salud de la mujer” incluye si ella está “deprimida” por su embarazo. Y luegos e interpreta estar “deprimida” como “yo estaría mejor si no estuviera embarazada.” La ley se convierte en farsa y pretexto.

6. AMPLIACIÓN DE LA LEY, YA SIN RESTRICCIÓN ALGUNA. Los grupos feministas lo venían gritando: Aborto legal, libre y gratuito. Termina el tiempo de la farsa, y los abortistas se lanzan con todo por su presa. Los argumentos y discusiones del comienzo de este proceso quedan atrás, como un paso que ya se superó. El asunto se presenta en los medios como una “victoria” y es visible el regocijo de los que se felicitan por haberlo logrado.

7. CASTIGO A QUIENES NO ADMITAN EL NUEVO ESTADO DE COSAS. Esta es la fase más opresora: multas y cárcel para quien se atreva a disentir del “dogma” abortista. Cae la máscara de “pluralismo” que servía de excusa social para introducir un “nuev punto de vista” (el del aborto); el pluralismo, que siempre fue una excusa, desaparece de la escena y se impone la tiranía del pensamiento único: aborto y más aborto.

Es bueno que se sepa que esa película ya la conocemos y que sus mentiras a nadie convencen.

El sacerdote que no iba a nacer

UN SACERDOTE NO NACIDO

Hace 5 años asistí a una ordenación sacerdotal. Después de la ceremonia una mujer vino hacia mí muy emocionada y me dijo:

«Padre, tengo que contarle algo: Cuando usted era un joven sacerdote yo escuché un retiro que usted había predicado en la catedral de Puerto Príncipe. En su sermón usted habló sobre el aborto. Dijo que las madres deben velar por sus hijos, pues este hijo que quizá quieren destruir podría llegar a ser presidente de la república, sacerdote u obispo.»

En aquel momento yo llevaba un niño en mi seno y tenía la intención de abortarlo. Después de su sermón reflexioné mucho, y cambié de opinión a causa de sus palabras. Pues bien, aquel niño es uno de los sacerdotes que acaban de ser ordenados aquí. Sentí la obligación de agradecerle»

Yo le respondí: «Demos gracias a Dios».

Testimonio de Eustache Saint Hubert, Puerto Príncipe (Haití)