Desmontan las tesis del informe Sauvé sobre los abusos sexuales en la Iglesia

“Ocho destacados miembros de la Academia Católica Francesa han elaborado un contra estudio que desmonta pieza por pieza el informe de la Comisión Sauvé sobre los abusos de clérigos y laicos en las estructuras clericales francesas. Se acusa al informe de dar datos de abusos inflados (no hubo 330.000 sino entre 4.000 y 27.000 víctimas) y advierten que el informe ha sido «realizado con parcialidad e ideología hostil hacia la Iglesia». Mientras tanto, el Papa ha cancelado su audiencia con Sauvé…”

Haz clic aquí!

El sacerdote que no iba a nacer

UN SACERDOTE NO NACIDO

Hace 5 años asistí a una ordenación sacerdotal. Después de la ceremonia una mujer vino hacia mí muy emocionada y me dijo:

«Padre, tengo que contarle algo: Cuando usted era un joven sacerdote yo escuché un retiro que usted había predicado en la catedral de Puerto Príncipe. En su sermón usted habló sobre el aborto. Dijo que las madres deben velar por sus hijos, pues este hijo que quizá quieren destruir podría llegar a ser presidente de la república, sacerdote u obispo.»

En aquel momento yo llevaba un niño en mi seno y tenía la intención de abortarlo. Después de su sermón reflexioné mucho, y cambié de opinión a causa de sus palabras. Pues bien, aquel niño es uno de los sacerdotes que acaban de ser ordenados aquí. Sentí la obligación de agradecerle»

Yo le respondí: «Demos gracias a Dios».

Testimonio de Eustache Saint Hubert, Puerto Príncipe (Haití)

Revalorar el sacerdocio

“Revalorar el sacerdocio implica no desanimarse por los que se han salido, sino encontrar en todo ello un motivo para seguir trabajando por alcanzar una mayor vivencia del sacerdocio. Que cada uno seamos puente, medios, para que las personas, al entrar en contacto con nuestra vida, apoyada por el acompañamiento que vale la pena que llevemos, puedan descubrir a Dios en sus vidas, en lo cotidiano, en lo normal del camino…”

Haz clic aquí!

Necesitamos buenos pastores

La insistencia de los medios de comunicación en presentar lo más oscuro de la Iglesia es uno de los factores que ha frenado o desanimado muchas vocaciones al sacerdocio y la vida religiosa.

No es fácil vencer una dificultad que alcanza niveles de rasgo cultural permanente en algunos lugares. Y sin embargo, sí es posible, y cada uno de nosotros tiene algo que puede aportar en sanar ese sesgo anticatólico.

Nos corresponde a los sacerdotes y a los religiosos ser un testimonio más claro pero también más alegre de la novedad que trae el Evangelio.

Corresponde a los laicos, particularmente a los papás y a los educadores, detener la carga de mentira, es decir, ayudar a balancear las versiones exageradas y mostrar en cambio la bondad e incluso el heroísmo que han tenido tantos consagrados a lo largo de los siglos.

Nuestras oraciones, ejemplos y palabras pueden hacer una diferencia, y esa diferencia hay que hacerla AHORA.

Sacerdotes santos; especialmente santos

“Aquellos cristianos que por Dios son elegidos, llamados, consagrados y enviados deben ser santos, ante todo porque mediante el Orden sagrado han sido «configurados de un nuevo modo» a Cristo (PO 12), para re-presentarlo ante los hombres de todos los siglos. Y Él es «nuestro sumo Sacerdote: santo, inocente, inmaculado» (Heb 7,26). Sin la debida santidad, la re-presentación de Cristo resulta una caricatura, una falsificación, un engaño…”

Haz clic aquí!

San José: ejemplo para seminaristas y sacerdotes

Los obispos de España nos hablan: “Los Seminarios fijen los ojos en el modelo de san José, para seguir aprendiendo de su pedagogía. Como el hogar de Nazareth, donde María gesta en su seno al Hijo de Dios y José lo educa paternalmente, preparando juntos su misión, el Seminario es el hogar donde se gesta y educa la misión del futuro presbiterio, al servicio de la Iglesia diocesana. El Seminario es realmente un presbiterio en gestación. Así, la presencia discreta y atenta de san José en cada comunidad formativa, al lado de María y en estrecha colaboración con el misterio de su maternidad, alentará nuestros esfuerzos por ofrecer a la Iglesia y al mundo los pastores misioneros según el corazón de Dios, que tanto necesita…”

Haz clic aquí!

¿Es válida la Misa de un sacerdote que enseña lo que no enseña la Iglesia?

Padre> Un sacerdote que inicia una Misa en que abiertamente se pronuncia a favor de esos “derechos” (del lobby arcoiris) y otras prácticas contrarias a la Misa, o sea, abogando por eso y celebrando la Misa con esta clara intención, ¿esa “misa” es válida? La comunión ¿es un sacramento real? Si uno como católico va a la misa con la intención de renunciar al pecado (como debe ser) y el sacerdote la celebra con la intención de promover el pecado de manera abierta y directa, que derechos, si alguno, tiene el laico ante esta situación. Obvio. Que se que lo primero, es expresar ante las “autoridades” el abuso. Pero, si el Obispo (que parece que los hay) no actúan. Que derechos o mecanismos existen para confrontar esta situación basados en el derecho canónico que no sea mudarme de parroquia. –E.A.Q.

* * *

Sobre la VALIDEZ de la Santa Misa la Iglesia ha dado criterios bastante claros. Una Misa es “válida” si en ella realmente sucede la consagración del Cuerpo y Sangre de Cristo. Y la consagración realmente sucede si y sólo si el sacerdote que preside tiene intención de hacer lo que hace la Iglesia con este sacramento. Es decir que la validez simplemente significa que Cristo se hace realmente presente por ministerio del sacerdote.

De modo que una misa puede ser plenamente válida en circunstancias muy bellas o muy terribles. Alguien decía: como Cristo en su Pasión, así también Cristo en la Eucaristía está literalmente “en nuestras manos” para ser honrado y adorado, como Él realmente merece, o para ser ofendido y calumniado, como a veces sucede, y como parece ser el caso que tú describes.

¿Qué hacer frente a tales abusos? Hay toda una escala de acciones: (1) el diálogo y corrección fraterna con el mismo sacerdote, en un contexto de respeto, privacidad y serenidad; (2) un diálogo más amplio, quizás con un mayor número de fieles que tengan la misma opinión sustentada, argumentada; (3) Comunicación escrita al obispo del lugar, indicando los pasos que se han dado y las razones de preocupación; (4) Diálogo personal con el mismo obispo, presentando las razones y lo que todo esto implica para la fe y las familias; (5) Correspondencia y diálogo con otros obispos que se puede creer que sostienen la fe católica íntegra, en esperanza de abrir diálogo entre ellos; (6) Comunicación formal a la Congregación para la Doctrina de la Fe, indicando todos los pasos que se han dado, con copia de los documentos que avalen lo que se dice; (7) Diálogo con diversos obispos y arzobispos para intentar hacer seguimiento al proceso ante la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Todo el proceso hay que acompañarlo de estudio, oración y en la medida de lo posible, obras de caridad y penitencia. Y nadie está obligado a asistir a una celebración eucarística que aunque sea válida, termina por volverse en un espectáculo de ofensa a Nuestro Señor.

Mi tiempo en prisión – Cardenal George Pell

“Mi fe católica me sostuvo, especialmente el comprender que mi sufrimiento no era inútil sino que lo podía unir al de Cristo Nuestro Señor. Nunca me sentí abandonado, sabiendo que el Señor estaba conmigo, incluso cuando no entendía lo que Él estaba haciendo durante la mayor parte de esos trece meses…”

Haz clic aquí!

Amar a los sacerdotes

“Hola amigo: Hoy quiero hablarte de algo que llevo en el centro del corazón, y que especialmente cuido con esmero todos los días. Quiero hablarte de los SACERDOTES, de mis SACERDOTES, de tus SACERDOTES. Ya les dije a mis primeros Apóstoles que su suerte entre la gente del mundo no sería mejor que la mía, que soy el Maestro y el Pastor…”

Haz clic aquí!