ROSARIO de las Semanas 2022/01/22

#RosarioFrayNelson para el Sábado:
Contemplamos los Misterios del Silencio de Dios
https://youtu.be/u0jSQ_FeZRg
Usamos esta versión de las oraciones.

  1. En el primer misterio del silencio contemplamos que del costado de Cristo en la Cruz brotaron sangre y agua.
  2. En el segundo misterio del silencio contemplamos el valor de aquellos que no eran apóstoles y sí permanecieron junto a la Cruz y cuidaron del cuerpo de Cristo muerto.
  3. En el tercer misterio del silencio contemplamos a Jesucristo, puesto en un sepulcro nuevo.
  4. En el cuarto misterio del silencio contemplamos a Jesús, que baja hasta el fondo del reino de la muerte, para que los justos que de antiguo esperaron en él encuentren a su Redentor.
  5. En el quinto misterio del silencio contemplamos el anonadamiento de Cristo, que siendo Hijo aprendió sufriendo a obedecer.
  6. En el sexto misterio del silencio contemplamos la soledad llena de fe de la Santísima Virgen María.
  7. En el séptimo misterio del silencio contemplamos la inmensa compasión de Dios Padre, que tanto amó al mundo que le dio a su único Hijo para que todo el que cree en él no perezca.

[REPRODUCCIÓN PERMITIDA – Este es un ejercicio privado de devoción “ad experimentum” en proceso de aprobación oficial. Puede divulgarse en las redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios siempre que al mismo tiempo se haga la presente advertencia.]

LA GRACIA 2022/01/23 Jesucristo me reconstruye

DOMINGO III DEL TIEMPO ORDINARIO, CICLO C

Como consecuencia del pecado estamos destruidos interior y exteriormente, la Palabra de Dios nos reconstruye; en Cristo somos recreados, rehechos, somos reconstruidos con el poder de su Espíritu Santo.

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¿Se debe orar sólo a Dios?

La oración va dirigida a alguien de dos maneras: la primera, como para que él personalmente conceda lo que se pide; la segunda, como para que por su mediación se impetre de otro. Del primer modo dirigimos nuestra oración únicamente a Dios, porque todas nuestras oraciones deben ordenarse a la consecución de la gracia y de la gloria, que sólo Dios da, según aquellas palabras del salmo 83,12: El Señor dará la gracia y la gloria. Del segundo modo nos encomendamos a los santos ángeles y a los hombres; no para que por medio de ellos conozca Dios nuestras peticiones, sino para que, por sus preces y sus méritos, nuestras oraciones obtengan el efecto deseado. Por eso se lee en Ap 8,4 que subió el humo de los perfumes, esto es, las oraciones de los santos, de la mano del ángel a la presencia del Señor. Y esto se pone de manifiesto asimismo por la misma forma de orar de la Iglesia, pues a la Santísima Trinidad le pedimos que tenga misericordia de nosotros; mientras que a cualquiera de los santos, que ore por nosotros. (S. Th., II-II, q.83, a.2 resp.)


[Estos fragmentos han sido tomados de la Suma Teológica de Santo Tomás, en la segunda sección de la segunda parte. Pueden leerse en orden los fragmentos publicados haciendo clic aquí.]

Dios es Dios

“Moisés, ya en el desierto, recibe la gran Revelación veterotestamentaria: Yo soy el que soy (Ex 3, 14) y es enviado a Faraón. Egipto lucha contra Dios ?una pugna de poderes que comenzó en el paraíso (cf. Gn 3, 15) y que durará hasta el final de la historia (cf. Mt 24,13-31)?, es vencido y deja marchar a los israelitas. Pero Ramsés, seducido por la mujer que había dicho yo soy Egipto y que agavillaba en sí todas las tentaciones, toma sus carros y con maniobra zainesca sale a terminar de una vez por todas con los hijos de Jacob. Definitiva es la derrota en el paso por el Mar Rojo ante la cual Faraón sólo puede exclamar: su dios es Dios…”

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