Diagnostico y Pronostico de la Fe, 2 de 2

[Predicación en el Congreso de los Custodios de los Dos Corazones, versión 2012.]

Tema 2 de 2: Pronóstico de la fe

* El futuro de nuestra fe lo podemos intuir a partir del diagnóstico de la fe. Pero ese pronóstico cambiará si seguimos adecuado tratamiento.

* Ante todo, no confundamos la fe con otras cosas:

(1) No es simplemente “pensamiento positivo.” El pensar positivamente sirve para educar el cerebro en buscar más soluciones que problemas, pero tiene limitaciones: fácilmente nos hace ciegos a los propios pecados, y duros para juzgar a los que son débiles o están agotados.

(2) La fe tampoco es aquella propuesta pragmática de seguir lo que cada quien piensa o aplicar lo que a uno le sirva. de hecho, esa forma de mentalidad lleva pronto a la brujería, la Nueva Era y otros males.

(3) La fe tampoco equivale a la acumulación de información religiosa, o incluso bíblica. Hay “teólogos” sin fe; y hay muchos que no se acercan al Dios vivo porque se sienten confortables y arrogantes en sus conocimientos o erudición. Puede haber mucho conocimiento y mucha fe, o a veces no.

(4) La fe tampoco es la certeza apacible de quien se siente cobijado por prácticas piadosas o devociones propias de su entorno y cultura. Puede haber mucha religiosidad y muchas fe, o a veces no.

* Nuestra fe viene del testimonio. Es un saludable contagio que empezó el día de Pentecostés, y que tiene por consiguiente su hogar en la comunidad creyente. Cada uno de los que ha experimentado el eco de la resurrección recibe también la certeza interior, que viene del Espíritu, para transmitir esa voz y testimonio a otros.

Diagnostico y Pronostico de la Fe, 1 de 2

[Predicación en el Congreso de los Custodios de los Dos Corazones, versión 2012.]

Tema 1 de 2: Diagnóstico de la fe

* Siguiendo una analogía con la labor que hacen los médicos, conviene hacer un diagnóstico de nuestra fe, pues tal ha de ser uno de los propósitos del Año de la Fe.

* El reflejo de la pupila. Si ante la luz de la Palabra Divina la persona siente deseo de acercarse y crecer, es un buen síntoma. Si por el contrario, se aparta, como un vampiro, es algo grave. Pero aún más grave es la indiferencia, que a menudo es el fruto del cinismo.

* La respiración. El acto de inspirar es instintivo y señala ganas de vivir. Si hay anhelo de silencio, oración, sacramentos, formación, es buen síntoma. Si por el contrario la persona no extraña ni buscan las fuentes de la fe hay que preocuparse. El acto de espirar equivale al dar de nosotros. Debemos preguntarnos qué rastro estamos dejando, y cuánto nos interesa atraer a otros hacia Dios.

* El pulso. El ritmo cardíaco hace posible el recorrido de la sangre, que ha de llegar a cada célula viva de nuestro cuerpo. ¿Está llegando la Sangre de Cristo a todo lo que yo soy? ¿He permitido a Dios que renueve mis costumbres, amistades, finanzas, según su evangelio de salvación?

Ejemplo palpable de como se destruye una palabra

He leído con dolor un breve escrito del P. Carlos Vallés, S.J., sobre Krishnamurti, a quien llama “el sabio hindú del siglo pasado.” Las siguientes frases son destacadas por Vallés:

  • “La meditación no es un medio para un fin, es ella misma el medio y el fin.”
  • “No medites en público, o con otro, o en grupo. Medita únicamente en soledad, en la quietud de la noche o en la frescura del amanecer. Y la soledad ha de ser soledad. Has de estar totalmente solo, sin estar acompañado de un sistema, sin seguir un método, sin repetir palabras, tener pensamientos, sentir deseos, o formular propósitos. Todo eso impide la meditación.”

¿meditación?He escrito al P. Vallés,a través del formato que él mismo ofrece. Pero como su mensaje es público, y lo que uno comenta no queda en público, me mueve el amor por la Iglesia de Cristo para poner también visible lo que creo que urge decir ante tales despropósitos, aunque se digan con tanta cortesía. Esto es lo mío:

Lamento que permitamos que la palabra meditación se convierta en un gravitar en torno al vacío. Tal es el sentido budista o hinduísta. La meditación cristiana es otra cosa. Esta frase: “Has de estar totalmente solo, sin estar acompañado de un sistema, sin seguir un método, sin repetir palabras, tener pensamientos, sentir deseos, o formular propósitos. Todo eso impide la meditación” es exactamente lo opuesto de lo que es la meditación de acuerdo con los salmos.

Para la Biblia el estribillo es: “Medito en tu Palabra.” No es un ejercicio de la mente que se desocupa, sino de la mente que se colma de la Palabra, partiendo, como han hecho los monjes por centurias, del texto sagrado. Y es gravísimo que con esa concepción de meditación se diga además que “La meditación no es un medio para un fin, es ella misma el medio y el fin.” Lo que debo entender de ahí es que prescindir de la Palabra de Dios, obviar el texto sagrado, optar por la nada en honor de la nada, será no sólo mi camino sino “el fin.” Claramente no es un ejercicio preparatorio para algo más (como uno podría pensar de un “silenciamiento” temporal) sino que se trata de un camino que va derechamente hacia la ausencia y el vacío.

Con todo amor en Cristo, y con todo respeto, pido que se retire ese mensaje tan completamente opuesto e incompatible con nuestra fe cristiana.

La nueva evangelizacion y la novedad de la cultura digital

internetParece natural e incluso obligado relacionar la nueva evangelización con el surgimiento de nuevos modos de interacción humana, específicamente los que se han hecho posibles gracias a Internet, las redes sociales, la omnipresencia de los teléfonos móviles, y en general, la prevalencia de la cultura digital.

En esto hay que evitar caer en entusiasmos apresurados sobre los alcances de lo cibernético y lo multimedia. Y sin embargo, es claro que ya no es una opción prescindir del conocimiento de las nuevas posibilidades y de los nuevos riesgos que brotan de este hecho incontestable: estar “conectado” es la condición “por defecto” de un número inmenso de nuestros contemporáneos en la mayor parte del planeta.

¿Qué implica hacer presencia en la blogósfera? ¿Qué cambia en el predicador cuando produce un podcast y sus palabras, apenas salidas de su boca, ya son parte de una red colosal, anónima, que a la vez parece olvidarlo todo y ser capaz de recordarlo todo? ¿Hay una genuina novedad en el acto mismo de evangelizar por el hecho de que se usen, por ejemplo, redes sociales? Hace poco me hicieron estas preguntas. Lo que sigue son mis respuestas. Llevarán entonces el sello de una experiencia peculiar, como las hay tantas hoy en día.

Continuar leyendo “La nueva evangelizacion y la novedad de la cultura digital”