Renueva tu fe, 4 de 5, La fe como camino hacia la Verdad

Renueva tu Fe. Serie de Enseñanzas sobre el don de creer, para el “Año de la Fe” promulgado por el Papa Benedicto XVI.

Tema 4 de 5: La fe como camino hacia la Verdad

* Meditamos en la Primera Lectura. Amasías, en tiempos de Jeroboam II, representa al sacerdote-funcionario, que se limita a su oficio ante el poder. Es una ficha (del rey, en este caso) y su papel es “satisfacer necesidades religiosas” de modo que la gente sea dócil y la religión no entre en conflicto con el gobierno.

* La historia de Amasías es típica, y se repite de varios modos a lo largo de la historia. El galicanismo o las “iglesias patrióticas” son ejemplos un poco más cercanos a nuestro tiempos. En todos los casos, el esquema es el mismo: un clero sostenido por el poder y dependiente del poder, para prolongar sin resistencia la voluntad de quien maneja el poder.

* En su diálogo con Amós, Amasías muestra dos cosas: que Dios en realidad no le importa, y que él piensa que Amós es otro funcionario, que se quedará tranquilo si se le asegura un sueldo y cierta estabilidad. La respuesta inmediata de Amós es que ser profeta no es, para él, un oficio que se compra o se vende.

* Este episodio nos lleva a valorar la dimensión doctrinal de la fe. En la fe no interesa únicamente que las cosas “funcionen” sino cuál es la verdad del Dios en el que creemos y de la Iglesia en la que estamos.

Una palabra de la Iglesia sobre los conflictos laborales

68. En las empresas económicas son personas las que se asocian, es decir, hombres libres y autónomos, creados a imagen de Dios. Por ello, teniendo en cuanta las funciones de cada uno, propietarios, administradores, técnicos, trabajadores, y quedando a salvo la unidad necesaria en la dirección, se ha de promover la activa participación de todos en la gestión de la empresa, según formas que habrá que determinar con acierto. Con todo, como en muchos casos no es a nivel de empresa, sino en niveles institucionales superiores, donde se toman las decisiones económicas y sociales de las que depende el porvenir de los trabajadores y de sus hijos, deben los trabajadores participar también en semejantes decisiones por sí mismos o por medio de representantes libremente elegidos.

Entre los derechos fundamentales de la persona humana debe contarse el derecho de los obreros a fundar libremente asociaciones que representen auténticamente al trabajador y puedan colaborar en la recta ordenación de la vida económica, así como también el derecho de participar libremente en las actividades de las asociaciones sin riesgo de represalias. Por medio de esta ordenada participación, que está unida al progreso en la formación económica y social, crecerá más y más entre todos el sentido de la responsabilidad propia, el cual les llevará a sentirse colaboradores, según sus medios y aptitudes propias, en la tarea total del desarrollo económico y social y del logro del bien común universal.

En caso de conflictos económico-sociales, hay que esforzarse por encontrarles soluciones pacíficas. Aunque se ha de recurrir siempre primero a un sincero diálogo entre las partes, sin embargo, en la situación presente, la huelga puede seguir siendo medio necesario, aunque extremo, para la defensa de los derechos y el logro de las aspiraciones justas de los trabajadores. Búsquense, con todo, cuanto antes, caminos para negociar y para reanudar el diálogo conciliatorio.

[Constitución Gaudium et Spes, del Concilio Vaticano II, n. 68]