Hombres de Fe, 3 de 8, Fe y Palabra

¡Hombres de Fe! – Curso de Formación Permanente para la Diócesis de Socorro y San Gil

Tema 3. La Fe y la Palabra

  • La PROPUESTA de Dios llegó de modo inmediato a aquellos que, como Matías y los demás apóstoles, conocieron a Cristo desde el bautismo hasta la Cruz, y luego le vieron y reconocieron resucitado. Para todos los demás, esa propuesta llega de modo indirecto, como “noticia,” es decir, como mensaje, testimonio, predicación.
  • Por eso dice san Pablo que “la fe viene de la predicación” (Romanos 10). Sin la predicación no hay conocimiento de la noticia, la propuesta de amor divino; y sin ella, no hay respuesta posible de obediencia y de fe.
  • Si la fe es respuesta, la fe depende de la calidad y profundidad de nuestro responder, y por eso depende de la calidad y profundidad de nuestra escucha.
  • La escucha renuente, tardía, perezosa, fragmentaria da frutos pobres. La escucha asidua, oportuna, diligente, perseverante da frutos abundantes.
  • Así vemos que los primeros cristianos eran asiduos a la enseñanza de los apóstoles. Ya conocían el kerigma pero necesitaban seguir escuchando su eco en cada dimensión de la vida humana.
  • ¿Qué oían? En la línea de la predicación rabínica, más que explicaciones teóricas o esquemas conceptuales, su palabra se movía en espiral ascendente a través de tres puntos: Narración, Comentario, Aplicación.

Hombres de Fe, 2 de 8, Fe, Esperanza y Amor

¡Hombres de Fe! – Curso de Formación Permanente para la Diócesis de Socorro y San Gil

Tema 2. Fe, Esperanza y Amor

  • Despertar del sentido del pecado: sensación de suciedad, incoherencia, abuso, engaño
  • Pero hay “almohadones” que quieren asfixiar ese despertar; son ellos: el cinismo, el vitalismo ateo de Nietzsche, la cauterización de la conciencia y también el espejismo politeísta, hoy con rostro de relativismo
  • Si uno no cae en esa cuádruple trampa, empieza el itinerario de la formación de la conciencia. Interiormente, el pecado que se reconoce por la conciencia formada; exteriormente, por la Ley, en particular, por los mandamientos de Dios.
  • El Antiguo Testamento es el largo camino necesario para descubrir el yo y sus enfermedades. El pueblo de Dios tuvo que aprender que lo malo no es una cosa externa, sino una realidad que nos acecha desde dentro. Tuvieron que decepcionarse de todas sus instituciones, de modo que sólo un puñado de profetas supieron denunciar a tiempo y a la vez cultivar la esperanza.
  • Jesús de Nazareth enlaza con la predicación de profetas como Jeremías y Ezequiel, que ya mostraron que es el corazón el que debe renovarse y que la Ley no puede permanecer como palabra externa: De dentro, del corazón, vienen las injusticias, adulterios, maldades, enseña Jesús.
  • Pero lo decisivo de la misión de Cristo viene de su sacrificio en la Cruz, en la que la verdad horrorosa del pecado queda patente, y la inesperada oferta del amor divino se hace presente: esta es la PROPUESTA que Dios hace, y nuestra RESPUESTA es la acogida de ese amor de regalo, esa “gracia.”
  • De este modo la fe abre la puerta al amor. Y como ese amor es irrevocable, por ser amor de alianza “nueva y eterna,” de ahí brota la esperanza: ¿qué dificultad será grande para el Dios que ha hecho tanto, y que además se declara a nuestro favor, y viene a permanecer con nosotros?

Hombres de Fe, 1 de 8, Introduccion

¡Hombres de Fe! – Curso de Formación Permanente para la Diócesis de Socorro y San Gil

Tema 1. Riqueza y Dimensiones de la fe

  • Inteligencia y voluntad: lo doctrinal y lo existencial
  • Metáforas: cimiento, atmósfera, alimento, vida, lámpara, baluarte
  • En lo pastoral: vida sacramental, catequesis, misiones
  • En lo civil: legislación, instituciones
  • En lo personal: motivación, horizonte, confrontación de retos
  • En lo vocacional: conversión, compromiso, postura teológica