365 días para la Biblia – Día 185

Fr. Nelson Medina, O.P. lee contigo el texto completo de la Sagrada Escritura – Día 185 de 365

1 Crónicas 25–27
Proverbios 16,1-16
Romanos 3

Lo que se ha publicado de esta serie de lectura de la Biblia.

Formación católica todos los días: amigos@fraynelson.com

Predicación y más oración: https://fraynelson.com/blog

Seguimos el texto publicado en la página web del Vaticano.

ROSARIO de las Semanas 20190304

#RosarioFrayNelson para el Lunes:
Contemplamos los Misterios de la Creación

Usamos esta versión de las oraciones.

  1. En el primer misterio de la creación contemplamos la sabiduría y la hermosura con que Dios ha dispuesto todas las cosas, en su tiempo y en su lugar.
  2. En el segundo misterio de la creación contemplamos el poder de la Palabra creadora de Dios, pues todo ha venido a ser porque él lo dijo y existió.
  3. En el tercer misterio de la creación contemplamos que Dios hizo los cielos y los Santos Ejércitos celestiales.
  4. En el cuarto misterio de la creación contemplamos que Dios hizo el universo visible, y suyo es cuanto hay en esta tierra.
  5. En el quinto misterio de la creación contemplamos que Dios formó al hombre y a la mujer.
  6. En el sexto misterio de la creación contemplamos la vocación del hombre para que se multiplique y domine la tierra en nombre de Dios y obediencia a él.
  7. En el séptimo misterio de la creación contemplamos el paraíso, primera imagen de la felicidad que Dios quiso para sus hijos.

[REPRODUCCIÓN PERMITIDA – Este es un ejercicio privado de devoción “ad experimentum” en proceso de aprobación oficial. Puede divulgarse en las redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios siempre que al mismo tiempo se haga la presente advertencia.]

Consejos de vida interior

Me has dicho que no sabías cómo pagarme el celo santo que te inundaba el alma. -Me apresuré a responderte: yo no te doy ninguna vibración: te la concede el Espíritu Santo. -Quiérele, trátale. -Así, irás amándole más y mejor, y agradeciéndole que sea El quien se asienta en tu alma, para que tengas vida interior.

Lucha para conseguir que el Santo Sacrificio del Altar sea el centro y la raíz de tu vida interior, de modo que toda la jornada se convierta en un acto de culto -prolongación de la Misa que has oído y preparación para la siguiente-, que se va desbordando en jaculatorias, en visitas al Santísimo, en ofrecimiento de tu trabajo profesional y de tu vida familiar…

Procura dar gracias a Jesús en la Eucaristía, cantando loores a Nuestra Señora, a la Virgen pura, la sin mancilla, la que trajo al mundo al Señor. -Y, con audacia de niño, atrévete a decir a Jesús: mi lindo Amor, ¡bendita sea la Madre que te trajo al mundo! De seguro que le agradas, y pondrá en tu alma más amor aún.

Cuenta el Evangelista San Lucas que Jesús estaba orando…: ¡cómo sería la oración de Jesús! Contempla despacio esta realidad: los discípulos tratan a Jesucristo y, en esas conversaciones, el Señor les enseña -también con las obras- cómo han de orar, y el gran portento de la misericordia divina: que somos hijos de Dios, y que podemos dirigirnos a El, como un hijo habla a su Padre.

Más pensamientos de San Josemaría.

Libres del poder de los espejismos en la pareja y la familia

Homilía para el Domingo VIII del Tiempo Ordinario, ciclo C – 3 de Marzo de 2019

Aquella expresión de Cristo, que un ciego no puede guiar a otro ciego, porque los dos caerán al hoyo, se cumple también en la pareja. Los “hoyos” típicos son las agresiones mutuas, la indiferencia, y una vida de apariencia y fachada.

Las parejas están “ciegas” en el sentido de que se “enceguecen” con espejismos, de los cuales hay cinco para destacar:

(1) Concentrarse en la boda o en la luna de miel, olvidando que el matrimonio no es un punto en la vida ni un episodio. Luego, los varones caen con facilidad en estos espejismos:

(2) Concentrar su atención solo en lo físico haciéndose ciegos a la belleza moral y espiritual que también tiene y desarrolla la mujer.

(3) Aprovecharse de la generosidad femenina con una actitud egoísta que desconoce las necesidades o preferencias de ellas. Las mujeres, por su parte, suelen caer en otros dos espejismos:

(4) Creerse redentoras capacitadas para cambiar y rescatar al hombre que aman.

(5) Huir de una realidad difícil en su casa paterna para unirse en matrimonio a alguien que a menudo repite la misma historia.

De todos estos espejismos y oscuridades nos rescata Cristo con su claridad y la potencia de su gracia que transforma.