Una fe renovada, 09, El camino de la fe de San Pablo

[Predicación en la Universidad de San Pablo, en San Luis Potosí, México]

Tema 9: El camino de la fe de San Pablo

* Uno de los grandes testigos de la fe es el apóstol Pablo. Desde los comienzos del cristianismo, su profundo cambio, del odio visceral a la defensa heroica de la fe cristiana, impactó tan profundamente a los creyentes que existe una fiesta litúrgica, el día 25 de Enero, dedicada a celebrar este acontecimiento. La llegada de Pablo a la fe no es entonces un hecho que lo afecte a él únicamente. Podemos decir que con él llegan a Cristo–hemos llegado a Cristo–pueblos enteros, mayormente de las naciones no judías.

* El drama de Pablo empieza en el hecho mismo de pertenecer a una colonia judía y vivir en un medio greco-romano. Para los judíos, tres elementos resultan especialmente chocantes en cuanto al mundo pagano: (1) La trivialización del sexo, convertido en entretenimiento, con un alto componente homosexual ya desde los hogares. (2) El culto, que incluye sacrificios humanos, sustancias alucinógenas, prácticas enajenantes o uso del sexo. (3) El desprecio general a la vida, convertida en algo que se usa, se desecha o se comercia.

* La pregunta para alguien como Pablo es: ¿Por qué el Dios de la alianza permite que los corruptos e idólatras paganos tengan tanto poder e incluso humillen al pueblo elegido? Su mente inquieta y su corazón apasionado buscan con ardor una respuesta. Cree encontrarla en el enfoque de los fariseos, que podría resumirse así: “Dios nos entrega a nuestros enemigos porque hemos despreciado su alianza y sus mandatos; si cumplimos estrictamente su Ley, la alianza, con todas sus bendiciones estará vigente, y entonces aniquilaremos el orgullo de los paganos.”

* El razonamiento de Pablo es: (1) La Ley es buena; (2) Pero nosotros ahora somos oprimidos; (3) Luego tiene que ser que nuestro pecado impide que Dios muestre su mano y reine.

* Desde su punto de vista, el cristianismo distrae de ese objetivo, que debería ser el único. Todos deben concentrarse en cumplir toda la Ley porque todos han pecado, y el Evangelio esquiva y diluye el problema y la solución. Con esto en mente, Pablo cree que hay que extinguir lo que él ve como una secta perniciosa.

* No se queda en ideas: pasa a los hechos. Diseña un plan: ir hasta el punto extremo hasta donde ha llegado la “infección” cristiana (por eso va a Damasco) para ir encarcelando o eliminando a los seguidores de “El Camino” (los fieles de Jesucristo) en un barrido que debía terminar en Jerusalén. Su técnico de acoso y derribo de los cristianos parecía invencible excepto por el hecho de que Pablo mismo fue vencido por una luz, cuando llegaba a Damasco. esa luz le hizo ver que, aunque él creía tenerlo todo claro, en realidad no veía nada.

* Pablo descubrió que su razonamiento fallaba: el judío no es solamente víctima; el fariseo no es el bueno. Nuestra mente puede deleitarse en el bien que busca pero una cosa es saber lo bueno y otra cosa es ser bueno. Y si lo sabemos y no lo somos, nuestra condición en realidad peor que si no supiéramos nada.

* Cristo es entonces regalo, oferta de salvación; el Evangelio es anuncio de GRACIA inmerecida, y lo que hemos de hacer es acogerlo con gratitud y sobre todo con FE viva. Pablo, iluminado por esta certeza, emprende la ruta de su vida con nuevo empeño, entregándose esta vez a la predicación de la gracia y de la fe. Sus largos años de estudio escriturístico no se han perdido: son munición para mostrar que Jesús es el Ungido, el Mesías de Dios Padre, enviado al mundo para salvarnos.

Hay que decirlo en voz alta

He experimentado la cercanía y hospitalidad de los frailes franciscanos en el Convento que los Frailes Menores tienen en San Luis Potosí.

Enrique, Luis, Mariano, y por supuesto Jaime, el Guardián, han sido espejos de esa fraternidad sencilla, llana, entrañable que nos une a dominicos y franciscanos desde hace siglos. Este tipo de cosas hay que decirlas en voz alta, y agradecerlas a vista de todos.

Dios bendiga nuestras Órdenes hermanas, y nos haga útiles para aquello que sintió en su momento el fraile de Asís: “Repara mi Iglesia.”

Una fe renovada, 08, La fe se vive en comunidad, 2a de 2 partes

[Predicación en la Iglesia de Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote, en San Luis Potosí, México]

Tema 8: La fe se vive en comunidad, 2a de 2 partes

* Sabemos que la comunidad es el espacio propio, el hábitat natural de la experiencia de fe. ¿Cuáles son los bienes de esta fe vivida junto con otros?

* Nótese, ante todo, que sin comunidad quedamos desconectados e ignorantes de los desafíos de la hora presente. Nótese también que sin comunidad somos estériles en cuanto a enfrentar los problemas “macro” que amenazan a nuestra sociedad.

* Pero la vida en comunidad tiene sus propias dificultades y desafíos. ¿De qué modo enfrentarlos?

(1) No huyas. Identifica con bastante claridad qué es lo que te decepciona o fastidia. No te quedes en generalidades. Dale su nombre propio a los problemas.

(2) Examínate: ¿cuánto de lo que se supone que quieres corregir en otros es algo que llevas tú, y quizás en mayor grado?

(3) Después de orar, procede a la corrección fraterna, con discreción y sobre todo con caridad: lo principal no es que te desahogues sino que se logre un bien para la otra persona y para la comunidad en general.

(4) Los que se concentran en los problemas en realidad están buscando culpables y están queriendo desquitarse. De fondo, eso no ayuda. Tú, concéntrate en buscar soluciones.

(5) Toda solución necesita seguimiento, perseverancia y continuidad. Como la mala hierba, los malos hábitos tardan tiempo en erradicarse y tienden a resurgir.