Las parábolas sobre el Reino de Dios no son descripciones, ni planteamientos esquemáticos, sino modos narrativos de responder a la pregunta: ¿de qué manera puede llegar Dios a reinar?
BBC News – Time travel: Light speed results cast fresh doubts
Now, Shengwang Du and colleagues at the Hong Kong University of Science and Technology have measured what is known as an optical precursor.
Like the wind that moves ahead of a speeding train, optical precursors are the waves that precede photons in a material; before now, such optical precursors have never been directly observed for single photons.
By passing pairs of photons through a vapour of atoms held at just 100 millionths of a degree above absolute zero – the Universe’s ultimate low-temperature limit – the team showed that the optical precursor and the photon that caused it are indeed limited to the vacuum speed of light.
“By showing that single photons cannot travel faster than the speed of light, our results bring a closure to the debate on the true speed of information carried by a single photon,” said Professor Du.
Thus, photons cannot time travel, and moving information around at faster-than-light speeds is impossible.
via bbc.co.uk
Publicado via email a partir de Palabras de camino
Reliquia preciosa que habla de dolor y de fe
‘Es una reliquia muy conmovedora: un símbolo de fe, pero también del dolor, el temor, el sufrimiento que sintió en esos momentos’, contó la hermana Beatrice, la monja del convento Hijas de la Caridad, donde conservan desde el 2000 la camiseta ensangrentada donada por una enfermera que trabajaba en la sala de cirugía.
‘Espero que venga mucha gente. Las hermanas del convento decidieron que la beatificación era el momento de compartir la reliquia con el resto del mundo’, explicó.
El día del atentado, la camiseta, que está marcada con las iniciales ‘JP’ en rojo en la parte posterior, tuvo que ser cortada por los médicos del Hospital Gemelli para poder realizar la intervención de urgencia que el pontífice necesitaba.
Abandonada en un rincón de la sala de cirugía, fue recogida por una enfermera, Anna Stanghellini, quien la envolvió en una toalla y la conservó secretamente por varios años.
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