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Era San Lorenzo uno de los siete Diáconos de la Iglesia de Roma, cargo de gran responsabilidad, ya que consistía en el cuidado de los bienes de la Iglesia y la distribución de limosnas a los pobres.
En el año 257, el Emperador Valeriano publicó el edicto de persecución contra los cristianos, y al año siguiente fue arrestado y decapitado el Papa San Sixto II. San Lorenzo le siguió en el martirio cuatro días después.
Según las tradiciones, cuando el Papa San Sixto se dirigía al sitio de la ejecución, San Lorenzo iba junto a él y lloraba: "¿A dónde vas sin tu diácono, padre mío? ", le preguntaba. El Pontífice respondió: "No pienses que te abandono, hijo mío, pues dentro de tres días me seguirás".
San Agustín dice, que el gran deseo que tenía San Lorenzo de unirse a Cristo, le hizo olvidar las exigencias de la tortura. También afirma, que Dios obró muchos milagros en Roma por intercesión de San Lorenzo.
Este Santo ha sido, desde el siglo IV, uno de los Mártires más venerados, y su nombre aparece en el canon de la Misa. Fue sepultado en el cementerio de Ciriaca, en Agro Verano, sobre la Vía Tiburtina.
Constantino erigió la primera Capilla en el sitio que ocupa actualmente la Iglesia de San Lorenzo extra muros, que es la quinta Basílica patriarcal de Roma.
Mexico (1996) - Gracias Papá Dios por mi esposo, por lo que hiciste y por lo que estas haciendo, sé que junto a Mamá María, llenaran las tinajas de un nuevo amor de esposos.Gracias por la Restaruracion de mi hogar y mi familia, a ti nos consagramos y a ti pertenecemos. Nunca dejes que nos apartemos de ti. Te amamos Jesus.
Ordenación Sacerdotal. Quito, Ecuador (1996) Que el Padre Misericordioso lo acompañe, lo proteja, lo guie y lo bendiga en su ministerio sacerdotal, que el Espiritu Santo renueve y haga una nueva Unción en su Ministerio, y su vida sacerdotal.
Ordenación Diaconal (1999) Manizales, Colombia - Buena es una Iglesia entusiasta, mejor es una Iglesia misionera. Magnífica una comunidad que defiende su fe, mejor una que convierte su fe en mensaje vivo para el mundo. Bendita la alegría y los aplausos, mejor las manos que, después de aplaudir, se ponen a la tarea. Bienaventurados los que quieren al Papa, más bienaventurados los que le siguen. Felices quienes rezan y veneran a María, doblemente felices quienes, además, la imitan ayudando a engendrar un mundo más cristiano estas palabras son de José Luis Martín Descalzo y las plasmó en uno de sus jugosos artículos y hoy las encuentro como testimonio Planeta en el libro Por un mundo mejor Anímate tu amigo(a) a trabajar por llevar el mensaje de Cristo recogiendo las enseñanzar de nuestro Santo Papa Benedicto XVI y guiandose con la luz de la casa para la fe católica.
Ordenación Sacerdotal. Benevento, Italia (1910) - Gracias por nunca descansar, por trabajar tan arduamente primero en vida y luego desde el cielo por la causa amorosísima del Crucificado.
Hermanos: Recuerden que el que poco siembra, cosecha poco, y el que mucho siembra, cosecha mucho. Cada cual dé lo que su corazón le diga y no de mala gana ni por compromiso, pues Dios ama al que da con alegría. Y poderoso es Dios para colmarlos de toda clase de favores, a fin de que, teniendo siempre todo lo necesario, puedan participar generosamente en toda obra buena. Como dice la Escritura: Repartió a manos llenas a los pobres; su justicia permanece eternamente.
Dios, que proporciona semilla al sembrador y le da pan para comer, les proporcionará a ustedes una cosecha abundante y multiplicará los frutos de su justicia.
Confía en el Señor y haz el bien, / habita tu tierra y practica la lealtad; / sea el Señor tu delicia, / y él te dará lo que pide tu corazón. R.
Encomienda tu camino al Señor, / confía en él, y él actuará: / hará tu justicia como el amanecer, / tu derecho como el mediodía. R.
Apártate del mal y haz el bien, / y siempre tendrás una casa; / porque el Señor ama la justicia / y no abandona a sus fieles. R.
El Señor es quien salva a los justos, / él es su alcázar en el peligro; / el Señor los protege y los libra, / los libra de los malvados y los salva / porque se acogen a él. R.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Yo les aseguro que si el grano de trigo sembrado en la tierra, no muere, queda infecundo; pero si muere, producirá mucho fruto. El que se ama a sí mismo, se pierde; el que se aborrece a sí mismo en este mundo, asegura para la vida eterna.
El que quiera servirme que me siga, para que donde yo esté, también esté mi servidor. El que me sirve será honrado por mi Padre».
Si el grano de trigo muere, producirá mucho fruto (Juan 12, 24-26)
San Lorenzo, diácono, vivió con intensidad y perfección el servicio en la atención a los a los pobres, la predicación de la Palabra, la asistencia al altar y el martirio. 4 min. 45 seg.
El puente entre lo extraordinario de los mártires y lo ordinario de nuestra vida es la palabra: donación, y que sea abundante, alegre y nacida de la fe. 7 min. 56 seg.
Pidamos al Señor verdadera caridad para llegar a ser servidores en vida y testigos incluso hasta el dolor y el martirio cuando llegue la muerte. 4 min. 28 seg.
En el momento en que San Lorenzo ofrendó su sangre a toda la Iglesia el amor se hizo perfecto porque se asoció a la Palabra Eterna del Padre Celestial. 5 min. 3 seg.
Servir es entregar la vida, es llevar a la gente a Cristo, es practicar la misericordia espiritual y corporal como lo hizo San Lorenzo diácono. 4 min. 58 seg.
Bueno es servir dando COSAS; es mejor sin embargo compartir la ENSEÑANZA que conduce a la verdad, pero el grado máximo de servicio es dar la VIDA como la dieron los mártires. 5 min. 29 seg.
Si la Iglesia denuncia el pecado y lo distante que estamos de Dios es una Iglesia antipática, anticuada. También hoy como en la época de San Lorenzo solo interesan los tesoros de la Iglesia, no su ser ni su misión. 7 min. 50 seg.
El camino del cristiano ha de ser a ejemplo de San Lorenzo quien fue a fiel a Dios, perseverando en el servicio a la Iglesia y a los pobres. 6 min. 27 seg.
Nuestro auténtico servicio a Jesús pasa por apoyar por fortalecer a otro, y eso es morir, quitarme del centro para que darle espacio y descanso a mi hermano. 8 min. 1 seg.
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1.1 Lorenzo era uno de los siete diáconos de Roma, o sea uno de los siete hombres de confianza del Sumo Pontífice. Su oficio era de gran responsabilidad, pues estaba encargado de distribuir las ayudas a los pobres. En el año 257 el emperador Valeriano publicó un decreto de persecución en el cual ordenaba que todo el que se declarara cristiano sería condenado a muerte. El 6 de agosto el Papa San Sixto estaba celebrando la santa Misa en un cementerio de Roma cuando fue asesinado junto con cuatro de sus diáconos por la policía del emperador. Cuatro días después fue martirizado su diácono San Lorenzo.
1.2 La antigua tradición dice que cuando Lorenzo vio que la Sumo Pontífice lo iban a matar le dijo: "Padre mío, ¿te vas sin llevarte a tu diácono?" y San Sixto le respondió: "Hijo mío, dentro de pocos días me seguirás". Lorenzo se alegró mucho al saber que pronto iría a gozar de la gloria de Dios.
2. Servidor de los Pobres
2.1 Entonces Lorenzo viendo que el peligro llegaba, recogió todos los dineros y demás bienes que la Iglesia tenía en Roma y los repartió entre los pobres.
2.2 El alcalde de Roma, que era un pagano muy amigo de conseguir dinero, llamó a Lorenzo y le dijo: "Me han dicho que los cristianos emplean cálices y patenas de oro en sus sacrificios, y que en sus celebraciones tienen candeleros muy valiosos. Vaya, recoja todos los tesoros de la Iglesia y me los trae, porque el emperador necesita dinero para costear una guerra que va a empezar". Lorenzo le pidió que le diera tres días de plazo para reunir todos los tesoros de la Iglesia, y en esos días fue invitando a todos los pobres, lisiados, mendigos, huérfanos, viudas, ancianos, mutilados, ciegos y leprosos que él ayudaba con sus limosnas. Y al tercer día los hizo formar en filas, y mandó llamar al alcalde diciéndole: "Ya tengo reunidos todos los tesoros de la iglesia. Le aseguro que son más valiosos que los que posee el emperador".
2.3 Llegó el alcalde muy contento pensando llenarse de oro y plata y al ver semejante colección de miseria y enfermedad se disgustó enormemente, pero Lorenzo le dijo: "¿por qué se disgusta? ¡Estos son los tesoros más apreciados de la iglesia de Cristo!"
3. La Hora Final
3.1 El alcalde lleno de rabia le dijo: "Pues ahora lo mando matar, pero no crea que va a morir instantáneamente. Lo haré morir poco a poco para que padezca todo lo que nunca se había imaginado. Ya que tiene tantos deseos de ser mártir, lo martirizaré horriblemente". Y encendieron una parrilla de hierro y ahí acostaron al diácono Lorenzo. San Agustín dice que el gran deseo que el mártir tenía de ir junto a Cristo le hacía no darle importancia a los dolores de esa tortura.
3.2 Los cristianos vieron el rostro del mártir rodeado de un esplendor hermosísimo y sintieron un aroma muy agradable mientras lo quemaban. Los paganos ni veían ni sentían nada de eso. Después de un rato de estarse quemando en la parrilla ardiendo el mártir dijo al juez: "Ya estoy asado por un lado. Ahora que me vuelvan hacia el otro lado para quedar asado por completo". El verdugo mandó que lo voltearan y así se quemó por completo. Cuando sintió que ya estaba completamente asado exclamó: "La carne ya está lista, pueden comer". Y con una tranquilidad que nadie había imaginado rezó por la conversión de Roma y la difusión de la religión de Cristo en todo el mundo, y exhaló su último suspiro. Era el 10 de agosto del año 258.
3.3 El poeta Prudencio dice que el martirio de San Lorenzo sirvió mucho para la conversión de Roma porque la vista del valor y constancia de este gran hombre convirtió a varios senadores y desde ese día la idolatría empezó a disminuir en la ciudad. (Versión de Alejandro Cañadas)