La comunión de los santos y los pecados graves

Fray nelson: Escuché un mensaje en un informativo sobre una enseñanza extraña del Papa Francisco en cuanto a la Comunión de los Santos. ¿Me puedes aclarar al respecto? — H.R.

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Puede leerse en la página misma del Vaticano que el Papa enseñó esto:

“Pensemos, queridos hermanos y hermanas: en Cristo nadie puede nunca separarnos verdaderamente de aquellos que amamos porque la unión es una unión existencial, una unión fuerte que está en nuestra misma naturaleza; cambia solo la forma de estar junto a cada uno de ellos, pero nada ni nadie puede romper esta unión. “Padre, pensemos en aquellos que han renegado de la fe, que son apóstatas, que son los perseguidores de la Iglesia, que han renegado su bautismo: ¿también estos están en casa?”. Sí, también estos, también los blasfemos, todos. Somos hermanos: esta es la comunión de los santos. La comunión de los santos mantiene unida la comunidad de los creyentes en la tierra y en el Cielo.”

Hay varias dificultades con esa enseñanza. El error más serio es presentar un pecado especialmente grave (la blasfemia) como si no rompiera la comunión de los santos. Si bien la persona que blasfema puede recibir el beneficio de la oración de otros, mientras está en esta vida, si muriese en tal condición le aguardaría la condenación eterna, que le priva para siempre de la comunión de los santos. Lo menos que se puede decir es que esa enseñanza se puede clarificar y en cualquier caso se puede mejorar y corregir.

Roma interviene los Foyers de Charité

“El cardenal Jean-Pierre Ricard, arzobispo emérito de Burdeos, ha sido nombrado Delegado Pontificio para la asociación privada internacional de fieles, la Obra de los Foyers de Charité, mediante un decreto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, firmado por el cardenal Kevin Farrell, Prefecto…”

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ROSARIO de las Semanas 2022/02/16

#RosarioFrayNelson para el Miércoles:
Contemplamos los Misterios de la Infancia de Jesús

Usamos esta versión de las oraciones.

  1. En el primer misterio de la infancia contemplamos la Anunciación a María Santísima y la Encarnación del Hijo de Dios.
  2. En el segundo misterio de la infancia contemplamos la visita de la Virgen Madre a su pariente Isabel.
  3. En el tercer misterio de la infancia contemplamos el sufrimiento que pasó San José, y la fe amorosa que tuvo.
  4. En el cuarto misterio de la infancia contemplamos el Nacimiento del Hijo de Dios en el humilde portal de Belén.
  5. En el quinto misterio de la infancia contemplamos la Epifanía: Jesús es luz para las naciones, y así es adorado por unos magos venidos de Oriente.
  6. En el sexto misterio de la infancia contemplamos la Presentación del Niño Jesús en el templo de Jerusalén.
  7. En el séptimo misterio de la infancia contemplamos a Jesús Niño en el templo, ocupado de las cosas de su Padre del Cielo.

[REPRODUCCIÓN PERMITIDA – Este es un ejercicio privado de devoción “ad experimentum” en proceso de aprobación oficial. Puede divulgarse en las redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios siempre que al mismo tiempo se haga la presente advertencia.]