La comunión de los santos y los pecados graves

Fray nelson: Escuché un mensaje en un informativo sobre una enseñanza extraña del Papa Francisco en cuanto a la Comunión de los Santos. ¿Me puedes aclarar al respecto? — H.R.

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Puede leerse en la página misma del Vaticano que el Papa enseñó esto:

“Pensemos, queridos hermanos y hermanas: en Cristo nadie puede nunca separarnos verdaderamente de aquellos que amamos porque la unión es una unión existencial, una unión fuerte que está en nuestra misma naturaleza; cambia solo la forma de estar junto a cada uno de ellos, pero nada ni nadie puede romper esta unión. “Padre, pensemos en aquellos que han renegado de la fe, que son apóstatas, que son los perseguidores de la Iglesia, que han renegado su bautismo: ¿también estos están en casa?”. Sí, también estos, también los blasfemos, todos. Somos hermanos: esta es la comunión de los santos. La comunión de los santos mantiene unida la comunidad de los creyentes en la tierra y en el Cielo.”

Hay varias dificultades con esa enseñanza. El error más serio es presentar un pecado especialmente grave (la blasfemia) como si no rompiera la comunión de los santos. Si bien la persona que blasfema puede recibir el beneficio de la oración de otros, mientras está en esta vida, si muriese en tal condición le aguardaría la condenación eterna, que le priva para siempre de la comunión de los santos. Lo menos que se puede decir es que esa enseñanza se puede clarificar y en cualquier caso se puede mejorar y corregir.