LA GRACIA del Domingo 1 de Abril de 2018

SOLEMNIDAD DE LA PASCUA

Con la Pascua empieza una realidad nueva, única, la verdadera victoria de Cristo que es arrancar la raíz del pecado y derrotar al príncipe de las tinieblas. ¡Feliz Pascua para todos!.

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ROSARIO de las Semanas 20180330

#RosarioFrayNelson para el Viernes:
Contemplamos los Misterios de la Dolorosa Pasión

Usamos esta versión de las oraciones.

  1. En el primer misterio de la Dolorosa Pasión contemplamos a Jesús, que vino a los suyos, y los suyos no lo recibieron.
  2. En el segundo misterio de la Dolorosa Pasión contemplamos la agonía de Jesús en el huerto de Getsemaní intercediendo por nosotros los pecadores.
  3. En el tercer misterio de la Dolorosa Pasión contemplamos a Jesús, juzgado por el sanedrín, y luego por la autoridad romana, y así condenado a muerte.
  4. En el cuarto misterio de la Dolorosa Pasión contemplamos la flagelación de Nuestro Señor Jesucristo, porque sus heridas nos han curado.
  5. En el quinto misterio de la Dolorosa Pasión contemplamos a Jesús coronado de espinas: Rey humilde y Príncipe de Paz.
  6. En el sexto misterio de la Dolorosa Pasión contemplamos a Jesús que carga con su cruz.
  7. En el séptimo misterio de la Dolorosa Pasión contemplamos a Jesús que muere en la Cruz.

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¿Se puede decir que la esperanza tiene su casa propia en la voluntad?

Como hemos demostrado (1 q.8 a.2), los hábitos se conocen por sus actos. Ahora bien, el de la esperanza es un movimiento de la parte apetitiva, ya que su objeto es el bien. Mas dado que en el hombre hay dos apetitos, el sensitivo, que se divide en irascible y concupiscible, y el intelectivo, llamado voluntad, del que hemos tratado en otra parte (1 q.80 a.2; q.82 a.5), a los movimientos que se dan en el apetito inferior con pasión, corresponden en el superior otros semejantes que se dan sin ella, como hemos expuesto (1 q.82 a.5 ad 1; 1-2 q.22 a.3 ad 3). Pero el acto de la virtud de la esperanza no puede pertenecer al apetito sensitivo, ya que el bien, que es el objeto principal de esta virtud, no es bien sensible, sino divino. Por eso la esperanza tiene como sujeto el apetito superior, no el inferior, al cual corresponde el irascible. (S. Th., II-II, q.18, a.1, resp.)


[Estos fragmentos han sido tomados de la Suma Teológica de Santo Tomás, en la segunda sección de la segunda parte. Pueden leerse en orden los fragmentos publicados haciendo clic aquí.]