LECTIO 20170104

LECTURA ESPIRITUAL.

#LectioFrayNelson para el Día 4 de Enero, Tiempo de Navidad

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LA GRACIA del Jueves 5 de Enero de 2017

Quien no ha tenido un encuentro real con Dios, sin dejarse transformar por su gracia vive en la muerte; y quien odia empuja a otros al pecado, extendiendo el reinado de la muerte.

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ROSARIO de las Semanas 20170103

#RosarioFrayNelson para el Martes:
Contemplamos los Misterios de la Antigua Alianza

Usamos esta versión de las oraciones.

  1. En el primer misterio de la Antigua Alianza contemplamos la paciencia de Dios, que no detuvo su amor ante el pecado de los hombres.
  2. En el segundo misterio de la Antigua Alianza contemplamos el camino de fe de Abraham.
  3. En el tercer misterio de la Antigua Alianza contemplamos el éxodo de la tierra de Egipto.
  4. En el cuarto misterio de la Antigua Alianza contemplamos el don de la Ley hecho a Moisés y a su pueblo junto al Monte Sinaí.
  5. En el quinto misterio de la Antigua Alianza contemplamos la gran promesa de Dios al rey David: que el cetro real no se apartaría de su descendencia.
  6. En el sexto misterio de la Antigua Alianza contemplamos la valiente vocación de los profetas, por quienes el Espíritu Santo nos habló de muchas maneras.
  7. En el séptimo misterio de la Antigua Alianza contemplamos a el pequeño resto de Israel, que permaneció fiel y fue semilla de la Nueva y Eterna Alianza.

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¿Es de cristianos celebrar cosas mundanas como los días patrios o el nuevo año civil?

Somos creyentes y el centro de nuestra alegría y nuestra fe están en Jesucristo; en su Encarnación; en su Evangelio; en su dolorosa Pasión y gloriosa resurrección; en su pueblo santo, llamado a permanecer para siempre en su presencia, su gloria y su alabanza.

Y sin embargo, somos un pueblo que peregrina en esta tierra. Respiramos el mismo aire y necesitamos de la misma agua que todos los demás seres humanos. Por ello lo que recibimos, lo que compartimos y lo que damos a los demás no es solamente fe y religión. El acueducto que usamos, el idioma que hablamos, los campos de los que nos alimentamos, de hecho: la una gran parte de los bienes y los conocimientos que nos han permitido un modo de ser personas de nuestro tiempo, capaces de cultura, de pensamiento crítico y de trabajo junto a otros, no provienen directamente de la religión o la fe sino de un área amplia de realidades humanas que compartimos con los demás habitantes de este planeta.

Muchos de nuestros antecesores lucharon por valores y libertades que ahora nosotros damos por descontadas. Pensemos por ejemplo en la superación del analfabetismo o en la prohibición de la esclavitud. Estamos en deuda con quienes han hecho posibles esos bienes, en razón del valor que tienen para nosotros y en razón de las posibilidades que abren de desarrollo humano e incluso también de la transmisión del Evangelio.

La correcta celebración de las fiestas patrias o de los acontecimientos civiles en general va en esa dirección: sin caer en idolatrías, y sin hipotecar nuestra libertad de predicar el Evangelio, no seremos ingratos con el país y la cultura que han construido en nosotros tanto de lo que somos.