LECTIO 20170111

LECTURA ESPIRITUAL.

#LectioFrayNelson para el Miércoles I del Tiempo Ordinario

https://www.youtube.com/watch?v=ImdWTJlkeqk

[REPRODUCCIÓN PERMITIDA en redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios. Tu donación hace fuerte la evangelización católica. ¡Dona ahora!]

Una reflexión filosófica sobre la felicidad

“«Todos los hombres, hermano Galión, quieren vivir felizmente», afirmaba el filósofo hispanorromano Séneca en su De vita beata. Y en efecto, parece que la búsqueda de la felicidad es una constante en la Historia de la humanidad, aunque cada «grupo humano» lo exprese de distinta manera: los antiguos griegos como eudaimonia, los romanos como felicitas, los cristianos medievales como beatitud, los alemanes de la época romántica como Seligkeit. Hasta la democracia más poderosa del mundo, Estados Unidos, instauró como un derecho y un deber para sus ciudadanos la búsqueda de la felicidad (happiness). Literatura de autoayuda escrita por prestigiosos terapeutas y hombres de éxito pretende ayudar en esa búsqueda de la felicidad. Películas de cine y telenovelas nos presentan historias donde el desenlace desemboca en la correspondiente boda y la felicidad subsiguiente para sus protagonistas. Tal y como nos indican importantes y periódicos estudios demoscópicos, la felicidad parece una constante para el género humano. La vida feliz parece ser el destino de la humanidad…”

Haz clic aquí!

LA GRACIA del Jueves 12 de Enero de 2017

Quien deja de creer en Dios deposita su fe en ídolos, la dirección de su vida a los pies de su propio yo. ¡La incredulidad trae esterilidad, frustración, maldad y muerte!.

https://youtu.be/FTLPWR7UBX8

[REPRODUCCIÓN PERMITIDA – Ayúdanos a divulgar este archivo de audio en las redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios.]

ROSARIO de las Semanas 20170110

#RosarioFrayNelson para el Martes:
Contemplamos los Misterios de la Antigua Alianza
https://youtu.be/TsCVbPXq4QY
Usamos esta versión de las oraciones.

  1. En el primer misterio de la Antigua Alianza contemplamos la paciencia de Dios, que no detuvo su amor ante el pecado de los hombres.
  2. En el segundo misterio de la Antigua Alianza contemplamos el camino de fe de Abraham.
  3. En el tercer misterio de la Antigua Alianza contemplamos el éxodo de la tierra de Egipto.
  4. En el cuarto misterio de la Antigua Alianza contemplamos el don de la Ley hecho a Moisés y a su pueblo junto al Monte Sinaí.
  5. En el quinto misterio de la Antigua Alianza contemplamos la gran promesa de Dios al rey David: que el cetro real no se apartaría de su descendencia.
  6. En el sexto misterio de la Antigua Alianza contemplamos la valiente vocación de los profetas, por quienes el Espíritu Santo nos habló de muchas maneras.
  7. En el séptimo misterio de la Antigua Alianza contemplamos a el pequeño resto de Israel, que permaneció fiel y fue semilla de la Nueva y Eterna Alianza.

[REPRODUCCIÓN PERMITIDA – Este es un ejercicio privado de devoción “ad experimentum” en proceso de aprobación oficial. Puede divulgarse en las redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios siempre que al mismo tiempo se haga la presente advertencia.]

¿Por qué el tiempo ordinario tiene ese nombre tan despectivo?

En la liturgia estamos entrando ahora mismo al tiempo llamado “ordinario,” según explicaba el sacerdote en la misa. No entiendo por qué esa denominación que es como una invitación a despreciar una parte del año; de hecho, la mayor parte del año. ¿Me explica? –M.H.

* * *

Sucede a veces que una misma palabra tiene diversos significados. Un ejemplo “de libro” es el ´termino “gato” que en algunos países sirve tanto para nombrar al animal doméstico conocido, y a un aparato que se utiliza para levantar pesos considerables, como por ejemplo, el de un automóvil al que hay que repararle una llanta o goma.

Algo así sucede con la palabra “ordinario,” que puede hacer referencia a distintas cosas: (1) Puede ser algo de baja calidad; (2) Puede ser algo que es muy común; (3) Puede ser lo que sigue un determinado “orden.” He aquí ejemplos de esos tres usos distintos:

(1) Le pedí a mi hija que comprar una tela fina para el mantel y en cambio trajo esta tela ordinaria.

(2) En medio de lo cotidiano y lo ordinario de nuestras vidas, Dios sigue haciendo sus milagros.

(3) De modo ordinario, lo que sigue después de una denuncia es un proceso judicial.

En el caso del tiempo litúrgico llamado “ordinario,” no hay por qué suponer que estamos usando las acepciones (1) ó (2). Este tiempo se llama “ordinario” porque sigue el “orden” (que se dice “ordo,” en latín) de los Evangelios sinópticos para presentarnos todo el ministerio público de Jesucristo. Por eso se le llama también–y es más apropiado, en cierto sentido–tiempo “durante el año.”