Lecciones de un hallazgo cientifico

13.200 millones

¿Cuánto son 13.200 millones de años? Vamos a imaginarlo así: Juan Andrés paga por su piso un arriendo muy económico: un céntimo de euro por mes. Pero ha vivido 13.200 millones de años en ese piso, y como es olvidadizo, ahora debe cubrir toda la deuda en un solo cheque. Si logra pagar así le perdonan los gigantescos intereses. ¿Cuánto entonces debe pagar? Aún con ese arriendo tan barato su deuda es considerable: algo más de mil quinientos millones de euros–a partir de un arriendo de doce céntimos el año.

Vamos con otra comparación. Jacinta es una escritora muy inspirada pero todo lo reflexiona muy bien, de modo que sólo escribe una letra o signo ortográfico cada semana. Según eso, la expresión “En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme” le tomaría algo más de un año. A ese ritmo tan extremadamente pausado, ¿qué alcanzaría  a escribir Jacinta en 13.200 millones de años? Por ejemplo, ¿alcanzaría a transcribir la Biblia completa? La respuesta es asombrosa. Una edición típica de la Biblia ronda los cuatro millones de caracteres. Escribir la Biblia al ritmo de Jacinta de una letra por semana requiere de algo menos de 77.000 años. En 13.200 millones de años Jacinta podría escribir completa la Biblia más de 170.000 veces, a una letra por semana. Es el equivalente a toda una biblioteca de tamaño más que considerable.

Así que 13.200 millones de año son mucho tiempo. ¿Gustan las comparaciones? Intentemos una más. Ernesto y Santiago diseñaron un tanque de agua para servicio público en su pueblo natal. Todo quedó muy bien, salvo que alguien notó que el tanque quedó con un escape, aunque no muy grande. De hecho, el promedio de pérdida es exactamente de una gotita de agua por día. Si no se evaporara, ¿cuánta agua se perdería de ese tanque en 13.200 millones de años? Respuesta: algo más de dos millones cuatrocientos mil metros cúbicos, es decir, agua suficiente para llenar 1.600 piscinas olímpicas. Ello sobre la base de que las gotas son de tamaño promedio, y que 20 de ellas hacen apenas un mililitro.

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La carrera de armamentos

81. Las armas científicas no se acumulan exclusivamente para el tiempo de guerra. Puesto que la seguridad de la defensa se juzga que depende de la capacidad fulminante de rechazar al adversario, esta acumulación de armas, que se agrava por años, sirve de manera insólita para aterrar a posibles adversarios. Muchos la consideran como el más eficaz de todos los medios para asentar firmemente la paz entre las naciones.

Sea lo que fuere de este sistema de disuasión, convénzanse los hombres de que la carrera de armamentos, a la que acuden tantas naciones, no es camino seguro para conservar firmemente la paz, y que el llamado equilibrio de que ella proviene no es la paz segura y auténtica. De ahí que no sólo no se eliminan las causas de conflicto, sino que más bien se corre el riesgo de agravarlas poco a poco. Al gastar inmensas cantidades en tener siempre a punto nuevas armas, no se pueden remediar suficientemente tantas miserias del mundo entero. En vez de restañar verdadera y radicalmente las disensiones entre las naciones, otras zonas del mundo quedan afectadas por ellas. Hay que elegir nuevas rutas que partan de una renovación de la mentalidad para eliminar este escándalo y poder restablecer la verdadera paz, quedando el mundo liberado de la ansiedad que le oprime.

Por lo tanto, hay que declarar de nuevo: la carrera de armamentos es la plaga más grave de la humanidad y perjudica a los pobres de manera intolerable. Hay que temer seriamente que, si perdura, engendre todos los estragos funestos cuyos medios ya prepara.

Advertidos de las calamidades que el género humano ha hecho posibles, empleemos la pausa de que gozamos, concedida de lo Alto, para, con mayor conciencia de la propia responsabilidad, encontrar caminos que solucionen nuestras diferencias de un modo más digno del hombre. La Providencia divina nos pide insistentemente que nos liberemos de la antigua esclavitud de la guerra. Si renunciáramos a este intento, no sabemos a dónde nos llevará este mal camino por el que hemos entrado.

[Constitución Gaudium et Spes, del Concilio Vaticano II, n. 81]

Clases de historia

¿Alguna vez quisiste volver a los temas de historia universal, con la mente despejada y libre de las presiones de ser un estudiante de secundaria? Este sitio web será tu gran aliado en ese empeño.

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Historia del Agua Bendita

“Pero para llegar a la concepción eminentemente espiritual que le conocemos hoy, la práctica del agua bendita ha pasado por varias vicisitudes, por lo menos dos concretamente: su utilización como instrumento de las abluciones corporales, y su uso como instrumento de sanación…”

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Con lagrimas en los ojos

Estimado Fr. Nelson M.

Soy Nicaragüense, mi nombre es Iván Antonio Zamora Guillén mi esposa María Elena Gema Zambrana Pineda, nuestro hijo Isaac Adonai Zamora Zambrana. Lamentablemente no tengo acceso a Internet solo tengo o puedo recibir correos, a diario recibo de parte de Amigos en la Fe, el alimento más esencial en el día y en la vida La Palabra de Dios.

Hace mucho he querido con partir una pequeña parte que las Santísima Trinidad ha ido transformando mi vida y la de mi esposa. Tenemos catorce años de casado y hasta hace dos años tuvimos nuestro primer y único hijo para los dos, especifico esto porque hoy en día las parejas, si no es el varón, es la mujer que tienen hijo por fuera de la pareja. No somos santos, somos pecadores, pero cuando somos tocado por el Padre, uno tiene que ir transformando la vida, buscando ser mejores CRISTIANOS CATOLICOS, nuestro hijo nació el 14 de Septiembre del 2010 acaba de cumplir 2 años, a raíz de todo lo que me ha pasado siento más la necesidad te tener a Dios y al Jesús en mi vida, y que el Espíritu Santo guie nuestras vidas, nuestro andar, nuestro pensar, nuestro actuar.

Hace cuatro año yo tuve un sueño y lo escribí, lo he compartido con muchos Sacerdotes, pero siempre me han contestado, que con el tiempo lo iría interpretando, se lo adjunto para que lo lea, lo escribí tal y como lo soñé, me gustaría leer sus comentarios.

A raíz de este sueño y posterior he tenido otros sueños, siempre relacionado con Jesús, comienza para mi esposa y para mí, ser testigo y escuchar hasta la vos de nuestra Madre La Virgencita María, cuando los sábados mi esposa y yo nos íbamos a ser el Santo Rosario aquí en las afuera de Managua esta la Gruta Javier, hoy se llama el Santuario de la Virgen de Lourdes, es un lugarcito sencillo pero muy lindo queda como en una colina, y cuando terminábamos un sábado el Rosario, habíamos solo cinco personas, ya que es un lugar alejado de la ciudad, y tenia identificado donde estaba cada quien, y al final escuche la voz de una dama, que decía así: “ESCUCHA HIJO MIO, LOS RUEGOS DE ESTOS HIJOS TUYOS”, al momento dirigí mi mirada hacia el lugar y no había nadie.

Luego con mi hijo nació estuvo un mes hospitalizado en neonato, todo ese mes mi esposa pasaba todo el día y la noche la acompañaba pues tenía que ir al trabajo, y todas las noches frente a la puerta de neonato, nos sentábamos en una banca, sacábamos la Biblia, una imagen de la virgencita en la vocación de CUAPA, y cada uno en mano el Santo Rosario, haciéndolo y mi hijo salió vivo.

¿Se reza o se ha rezado alguna vez el Rosario en tu familia? ¿Qué frutos han recibido? ¿Qué dificultades han encontrado? ¿Cómo las han superado? Danos tu aporte

Mi familia es mi esposa y yo y ahora nuestro hijo, el año pasado en noviembre mi hijo contrae el H1N1, y esta infección me lo llevo a otras complicaciones por negligencia médica, y de un hospital el 03 de diciembre 2011 me lo trasladaron al Hospital La Mascota siempre en Managua, donde estuvo hospitalizado 100 días, tuvo 7 infecciones de muerte, mi hijo completamente desnutrido, pues estaba en un ventilador al 100% no le daban vida, en un momento determinado el niño quedo ciego, en su corazón tenía problemas con una arteria, decían que si mi hijo de casualidad quedara vivo, iba a quedar conectado a un ventilador, y con problemas motores, y a ser totalmente un niño paralitico a causa del ventilador.

Yo cumplo año el 12 de diciembre, dormíamos en el carro en el parqueo del hospital, esa noche mi esposa y yo con lagrimas en nuestro corazón, le pedí a la Virgencita de Guadalupe, que me diera el regalo más grande de mi vida como era que ella Intercediera ante su hijito nuestro Señor Jesús, y el Padre, y le pidiera la sanación de mi hijo y el 03 de Marzo el niño estaba saliendo de UTI (Unidad de Terapia Intensiva) hacia un aislado, y 13 de marzo mi hijo estaba saliendo del hospital de alta, vivo y además mi hijo salió viendo Padre, el Señor me le devolvió la vista a mi muchachito.

Esto es parte del testimonio, pues esos cien días, y no le miento y tengo que cumplir en dar este mensaje, pues espero que tenga tiempo y lea el sueño que tuve con mi AMOR JESUS, y en realidad estoy comprendiendo este sueño, pues en una parte del Sueño Jesús me decía, El Padre, el hijo y el Espíritu Santo estarán siempre contigo. Y sabe Padre, en el parqueo por la noche y por el día y a toda hora, siempre rezábamos, el Santo Rosario, bueno y le aseguro, que en ese parqueo hay unas palmeras, y tres noches seguidas yo vi las imágenes propiamente en el palo pero donde están las palmas, al PADRE AL HIJO Y EL ESPIRITU SANTO, a eso de las 3 de la madrugada, y mi esposa los vio el cuarto día, que yo los vi, no tengo porque mentir, menos con algo tan sagrado.

Y la madre al virgencita María, no hace mucho el niño tuvo una recaída, una pequeña infección en la garganta, y no paraba de vomitar, nosotros en nuestro cuarto tenemos la imagen de la Virgen en la vocación de Fátima, estábamos llamando al Doctor, y no nos pudimos comunicar, cuando le veo la frente a mi hijo llena de escarche de todos colores, y a partir de ese momento el niño dejo de vomitar.

Padre son tantas vivencia espirituales, que cuando oro le digo al “Señor, Habla que tu siervo escucha”, pues le digo que le doy como mayor ofrenda la vida de mi hijo la de mi esposa y la mía propia al servicio de la iglesia, que me indique qué tengo que hacer.

Le digo Padre no invento esto, o lo poco que le he contado, porque hay mucho mas, es cierto. – I.Z., de Nicaragua.

Por que el infierno? Por que Satanas?

Muchos hoy no creen en el demonio y en el infierno; al menos los dejan en un silencio permanente. Sin embargo, hundirlos en el silencio es olvidar que Cristo nos habla del demonio con bastante frecuencia y avisa acerca del infierno sin ninguna ambigüedad (Mt 25, 31-46; Mt 10,28; Ap 21,8). Nuestros contemporáneos tienen derecho a recibir todo el Evangelio.

–¿Qué es el infierno?

Para observar un precipicio desde lo alto de una montaña es conveniente disponer de una sólida barandilla, que nos preserve del vértigo. Ese parapeto, en el peligroso tema que nos ocupa, es el infinito amor que Dios tiene por nosotros.

El Amor se desarrolla en libertad, y y en la libertad se da el riesgo del rechazo. La vida es para un cristiano un continuo aprendizaje de Amor, y ella implica la posibilidad de rechazar ese Amor.

Dios nos ama. Si al fin de la prueba hemos aceptado su Amor, conseguimos así nuestra felicidad. Si lo rechazamos, encerrándonos en nosotros mismos, eso es el infierno. El infierno es el aislamiento voluntario, el rechazo del Amor.

–¿Habrá muchas personas en el infierno?

Lo que podemos decir sobre este delicado asunto es lo siguiente:

1) La Iglesia, que se ha pronunciado infaliblemente sobre la gloria eterna de la que gozan muchos de sus fieles –canonizaciones de santos–, jamás se ha pronunciado sobre la condenación de ningún hombre.

2) Nunca la Iglesia ha prohibido rogar a Dios por la salvación de todos los hombres. Por el contrario, es ésta una costumbre piadosa, como la tenía el Padre Ch. de Foucauld, que repetía aquella frase de San Pablo: «Dios quiere que todos los hombres se salven» (1Tm 2, 4).

3) No se puede negar, sin embargo, que la condenación eterna es una posibilidad real, de la que Cristo quiere salvarnos a toda costa. Los sufrimientos voluntarios de su Cruz nos prohiben dudarlo.

–¿De verdad existe el Demonio?

Si bien la Iglesia no se ha pronunciado sobre la condenación eterna de ningún hombre, por el contrario sí lo ha hecho sobre ciertos ángeles a los que llamamos demonios.

No se trata aquí de recaer en el error maniqueo, doctrina antigua rechazada por la Iglesia, según la cual el bien y el mal habrían dado origen al mundo, como un doble principio contrapuesto. Satanás es una simple criatura, que se cierra al Amor. Pero se equivoca gravemente aquel que subestima la potencia del demonio, cuya astucia le lleva a confundirse tan sutilmente con el corazón del hombre y las realidades del mundo, que hay peligro de no creer ni en su acción ni en su presencia (Jn 8, 44).

–¡La Iglesia es muy pesimista!

Denunciando la existencia de Satanás, el Evangelio no deja de ser una Buena Noticia. Con esa verdad ilumina singularmente a la condición humana. El hombre no es fundamentalmente malo; por el contrario, lleva en sí mismo la huella de su bondad original, que procede de Dios. Pero su naturaleza ha sido herida por el mal ,y ha quedado débil: es el pecado original.

Proponiéndonos entrar en el ámbito de Cristo por el camino de la fe, el Evangelio nos permite escapar de la esfera del influjo demoníaco. Nos convierte así en los grandes vencedores, como dice San Pablo, gracias a «Aquél que nos ha amado» (2Tes 2,16; Ef 1,6).

Es de lamentar que nuestra generación, con su política del avestruz, esté haciéndole el juego al Adversario. Rechazando la existencia del espíritu del mal y su acción sobre nosotros, se ve obligada a oscilar entre dos extremos:

–o bien sobrevalora la debilidad del hombre, exonerándole de toda responsabilidad: todo se justifica por mecanismos psicológicos y presiones sociales; y el hombre así, despojado de responsabilidad, pierde toda su dignidad;

–o bien, sensible a la gravedad del mal que pesa sobre el mundo, no solamente se acusa el hombre, sino que se le ahoga en el odio y la desesperanza, y se le hunde en la náusea de un mundo absurdo, que no tiene remedio.

En ambos casos, el mal triunfa sin apelación. El mensaje del Evangelio es mucho más verdadero y humano. Jesús no viene ni a exculparnos, haciéndonos irresponsables, ni a abrumarnos y condenarnos. Viene realmente a salvarnos. Volviéndonos a Él por la fe, nos permite participar de su victoria:

«Ya no soy yo, es Cristo quien vive en mí», dice San Pablo (Gál 2,20).

• «Temed a quien puede precipitar vuestra alma y cuerpo en la gehenna» (Mt 10,28).

Yves Moreau es el autor de Razones para Creer. Texto disponible por concesión de Gratis Date.

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Dios envia o causa cosas malas?

Fray, oí a un predicador decir que Dios manda cosas malas a los hombres también con un propósito, pero ¿no podríamos decir que se contradice Dios a si mismo porque el es Amor y el Bien? Narro el episodio del faraón cuando le endureció su corazón. Por favor esclaréceme este pensamiento. Dios te guarde. Mábel.

* * *

Para comprender lo que está en juego en esta pregunta resulta útil hacer una lista de afirmaciones que sabemos que son ciertas pero que precisamente no se ve cómo puedan ser compatibles entre sí.

1. No hay varios dioses sino un solo Dios. Nada hay entonces que escape de su mano. Todo lo que sucede tiene que suceder ante su mirada y no puede estar por fuera de sus planes y de su poder.

2. Pero vemos que hay maldad en el mundo, y vemos que suceden cosas malas, no sólo a los malos sino también a los buenos.

3. Y sabemos que Dios es el sumo bien, la suprema verdad y la más perfecta bondad.

¿Es Dios bueno y no es causa de lo malo? Si así fuera, entonces el mal tendría una causa fuera de Dios, y entonces sí que habría algo que está fuera de su poder.

¿Es Dios bueno y también manda cosas malas? Entonces, ¿en qué consistiría su bondad?

La clave para una respuesta es preguntarse de qué manera Dios es causa de aquellas cosas que son manifiestamente malas, porque es posible, y de hecho así sucede, que un mismo ser puede ser causa de modos distintos.

Uno tiende a llamar “causa” a todo aquello que concurre para que una cosa suceda. Así por ejemplo, consideremos el caso de un hombre que guarda un revólver en casa. Él es una persona responsable y seria, y tiene todos los permisos legales para la posesión de esa arma, que guarda bajo llave. Pero este hombre tiene un hijo irresponsable y drogadicto que un día, en ataque de locura, violenta la seguridad del papá en su ausencia, saca el arma y comete un crimen por tratar de conseguir dinero para su vicio. Es evidente que la existencia de esa arma fue una condición para que se realizara ese crimen, y en ese sentido el hecho de que aquel hombre tuviera en casa esa arma fue causa de una muerte, porque si él no hubiera tenido esa arma ese crimen en particular no hubiera sucedido. En términos aristotélicos, el arma fue “causa material” del crimen.

Por supuesto, Dios es mucho más que “causa material” pero si uno lo piensa, la voluntad que nos ha otorgado por su designio inescrutable hace que todo lo que recibimos de él sea como el “material” sobre el que nosotros decidimos en una u otra dirección. porque es evidente que el ser humano tiene un margen, relativamente pequeño pero real, de decisión; si esto se niega no se ve cómo se pueda hablar de voluntad o de libertad o de libre albedrío.

¿Entonces qué es lo que corresponde a la acción divina cuando cosas malas nos llegan o cuando las personas cometen actos perversos?

1. Dios es causa de todo cuanto existe pero no puede llamársele único responsable de cuanto sucede.

2. En la medida en que Dios es único creador, su múltiple providencia es como el “material” sobre el que obra, a manera de “causa segunda” nuestra voluntad, de modo que el ser humano tiene auténtica responsabilidad sobre los actos que desea y/o realiza.

3. Nuestras acciones no escapan al conjunto más amplio de la Providencia divina, que de muchos modos saca bienes de los males. Así que aunque Dios en su Providencia haya causado que algo objetivamente malo suceda, eso malo es sólo parte de una historia más amplia en la que finalmente brilla el bien que de él proviene.

ESCUCHA, Angeles y Demonios, 2 de 2

[Día de retiro en la Casa de los Santos Angeles, en Septiembre de 2012.]

Tema 2 de 2: Jerarquía Celestial

* La Biblia enseña que Dios, al principio, creó “el cielo y la tierra” (Génesis 1,1). Ese “cielo” no es el firmamento del que se habla en Génesis 1,8. Una sólida tradición considera que ese “cielo” alude al mundo espiritual, al mundo de los ángeles–y de los demonios. El mismo sentido se da en el padrenuestro, cuando pedimos a Dis que haga su voluntad en la tierra “como se hace en el cielo” : el cielo es la referencia y modelo de lo que debe ser el cumplimiento de la voluntad divina “en la tierra.”

* Los ángeles y los demonios nos superan en dos cosas fundamentales: (1) Su conocimiento es inmediato (intuitivo) y no discursivo como el nuestro. (2) Su voluntad es total y no variable como la nuestra. Por supuesto, esto segundo implica que para ellos no es posible la conversión: no están sujetos al tiempo.

* En cuanto a los nombres de los ángeles, lo sólido y que afirma la Iglesia es que no se deben mencionar ni propagar devoción alguna a otros distintos de los que son mencionados por nombre en la Escritura, o sea: Miguel, Rafael y Gabriel.

* A partir de textos bíblicos, especialmente de Isaías y de la Carta a los Colosenses, la tradición católica ha hablado de nueve coros de ángeles, agrupados de a tres, de modo que los tres coros superiores son los más cercanos a la divinidad: son como los ángeles de los ángeles; los tres segundos son encargados del gobierno de la creación visible, y por ello es probable que correspondan a los principios racionales e inmateriales (leyes) que la ciencia intenta desentrañar al inquirir por el fundamento de todo; los tres más bajos son aquellos que custodian obras, regiones y personas humanas, como particulares ministros de la Providencia.