La Pelota de Letras (4)

¿Es la Pelota de Letras una propuesta?

La Pelota de Letras es un retrato, una descripción de la sociedad colombiana; la pregunta, sin embargo, cabe: ¿nos están sólo describiendo lo que hay, o estamos también frente a una propuesta?

No se trata de buscar el “Código Secreto de la Pelota,” ni de ver en Andrés López una especie de emisario de una sociedad oculta que quiere tomarse el país por asalto. De hecho, hay muchas cosas en el mensaje ético de este colombiano que yo recomendaría sin reservas. Cito algunas:

(1) López propone un NO a la piratería digital, por respeto a uno mismo y a la calidad de los propios sueños.

(2) Su mensaje no es mojigato. Puede rayar incluso en lo “picante” algunas veces, pero decididamente mira a la familia. No hace mucho escribía en su blog: “Texto no adecuado para todas las edades, comentarios que generen discusiones en contra de la integridad de una entidad o de una persona, links o publicidad a favor o en contra de entidades, servicios, productos o personas se eliminarán para que niños y adultos puedan ingresar a este blog de manera segura.” No estamos ante una persona que use cualquier recurso para sus fines.

(3) En la misma línea, uno ve que la presentación no es vulgar, obscena o procaz. No apela a sentimientos de regionalismo o racismo. No acude a los lugares comunes de las contiendas propias de un país con tantos años de violencia. No apela al amarillismo, y ni siquiera al chiste “verde.” Tal vez se puede decir que al describir las generaciones más recientes las pinta como ausentes de la realidad social y como espejos de potencial vandalismo, pero nadie diría que López es un enemigo de los chicos o los adolescentes actuales.

(4) En el debate mismo en contra de la Cienciología, nuestro autor-comediante ha tratado, yo diría que con éxito, de mantenerse en los cánones del respeto mutuo, con un mensaje claro también en contra de la envidia, que ciertamente ha corroído tantas cosas en Colombia.

(5) Y la insistencia en el presente es igualmente una propuesta, por supuesto. Se trata en este caso de tomar la vida como algo más creativo que ganar una discusión o demostrar que el adversario estaba equivocado. La vida es mucho más que trabajar y consumir; y es más que ganar haciendo trampa; y es más que divertirse. La vida tiene que ver con sueños y con jugar limpio. Tiene que ver con no lastimar y aprender a enfocarse en aquello en lo que uno es bueno y puede hacer un bien. Esta es la clase de principios que pueden encontrarse sin demasiado esfuerzo adentro de La Pelota.

Y como Andrés encontró todo eso, o por lo menos algunas claves fundamentales para eso, en la Cienciología, por eso la presenta con gratitud y convicción como algo válido. ¿Deberíamos tener algún reparo, por ejemplo los que nos confesamos católicos? Si uno mira a Andrés y sólo a Andrés, yo no lo creo. Si uno mira a la Cienciología, yo creo que sí.