Entrevista en los 25 años de vida sacerdotal

Estas son algunas de las preguntas, desde lo más formal hasta los más casual:

Cuál es la renuncia más difícil que ha tenido que hacer en su vida Sacerdotal.

De todos los lugares a donde ha viajado, cual es el que más le gustó y porque?

Algunas prédica debió ser suspendida a mitad de camino?

Porque sacerdote dominico?

Cuantas veces ora al día?

Con quien se confiesa?

Alguna vez tuvo novia?

Como sería la novia ideal?

Ha sentido cerca la muerte? Le teme a la muerte?

Le gusta bailar y es buen bailarín?

Cuando duerme sueña?, puede contarnos algún sueño?

Le tiene miedo a algo? A que?

De acuerdo con tu experiencia ¿Qué tipo de personas son las que más presentan resistencia a la evangelización?

¿Cómo mostrarle a Dios a los jóvenes de hoy

¿Qué fue lo más difícil de abandonar para darle el sí definitivo a Dios?

Qué rutina tienes antes de un viaje de misión.? Haces oración, comes algo?

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LA GRACIA del Jueves 23 de Marzo de 2017

Recibamos de Dios todo sin condicionamientos, incluso lo que no podamos entender, porque Cristo da todas las muestras para que tengamos en Él la más perfecta confianza.

[REPRODUCCIÓN PERMITIDA – Ayúdanos a divulgar este archivo de audio en las redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios.]

ROSARIO de las Semanas 20170321

#RosarioFrayNelson para el Martes:
Contemplamos los Misterios de la Antigua Alianza

Usamos esta versión de las oraciones.

  1. En el primer misterio de la Antigua Alianza contemplamos la paciencia de Dios, que no detuvo su amor ante el pecado de los hombres.
  2. En el segundo misterio de la Antigua Alianza contemplamos el camino de fe de Abraham.
  3. En el tercer misterio de la Antigua Alianza contemplamos el éxodo de la tierra de Egipto.
  4. En el cuarto misterio de la Antigua Alianza contemplamos el don de la Ley hecho a Moisés y a su pueblo junto al Monte Sinaí.
  5. En el quinto misterio de la Antigua Alianza contemplamos la gran promesa de Dios al rey David: que el cetro real no se apartaría de su descendencia.
  6. En el sexto misterio de la Antigua Alianza contemplamos la valiente vocación de los profetas, por quienes el Espíritu Santo nos habló de muchas maneras.
  7. En el séptimo misterio de la Antigua Alianza contemplamos a el pequeño resto de Israel, que permaneció fiel y fue semilla de la Nueva y Eterna Alianza.

[REPRODUCCIÓN PERMITIDA – Este es un ejercicio privado de devoción “ad experimentum” en proceso de aprobación oficial. Puede divulgarse en las redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios siempre que al mismo tiempo se haga la presente advertencia.]

El desánimo y los ataques del demonio

He sentido que Dios a veces me llama a cosas buenas, por ejemplo, un retiro espiritual, y se me presentan tantos obstáculos, que al final me desanimo y después me da cólera conmigo mismo porque pienso que le estoy dando gusto al diablo, o que más bien fue él quien me atacó y no me dejo ir. ¿Cómo puedo salir de ese círculo vicioso que me desgasta? – F.H.G.

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En general, nuestra Iglesia Católica es muy prudente en eso de atribuir directamente al demonio acciones o incluso sensaciones que podamos tener nosotros. El demonio es enemigo del alma pero no es el único enemigo. La Carta de Santiago, por ejemplo, habla de las pasiones que batallan en nuestro interior, y entre ellas incluye codicias y envidias. Es evidente que nuestras mañas costumbres, vicios y pecados hace la guerra a todo lo que es bueno, valioso y virtuoso. Entonces es un mal diagnóstico atribuir todo directamente al demonio porque es como casi quitarnos nuestra responsabilidad de conversión personal.

Con respecto al “desánimo” hay que tener aún más prudencia. Detrás del desánimo puede haber muchas cosas, desde simple pereza hasta miedo a enfrentar verdades que nos pueden resultar incómodas o dolorosas. Por algo Santa Catalina de Siena nos invita a pedir la gracia de conocernos más y mejor como Dios nos conoce, precisamente para no caer en esas simplificaciones.

Como norma general, el camino es: asumir la propia responsabilidad. Hacer uno lo que uno debe hacer y no mirar ni a derecha ni a izquierda sino sólo a agradar a Dios, y amar y servir a nuestro prójimo, sin confusiones, dobleces o aplazamientos.