A mí como creyente me afecta bastante, pues uno suele quedarse corto de argumentos contra este tipo de noticias (con una cifra mayor a las reportadas en artículos católicos) así que quisiera que por favor me ayudara con este asunto que sabemos es muy delicado> ¿Cómo responder a quienes gozan desprestigiar a la Iglesia con este tipo de acusaciones que son demasiado graves? ¿Y que pasaría si estas cifras son falsas, habría alguna manera de demostrarlo? Yo entiendo que nuestra fe se basa en la doctrina y no en las personas, pero ¿Cómo hacer para quitar a las personas este prejuicio de los “curas pedofilos” que tanto hace daño a la fe de los creyentes?. Por favor espero con ansias su respuesta, pues hasta ahora nada me había impactado tanto sobre la fe y la Iglesia en general como este tema. — D.R.
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Es evidente que la respuesta solo puede ir en las líneas que nos han mostrado los últimos Papas, y muy en particular, el Papa Francisco:
1. Reconocimiento de los casos reales, sin aumentar ni disminuir las cifras. Estas estadísticas deben mirarse en proporción a la población general. Así por ejemplo, está demostrado que la INMENSA mayoría de los casos de abuso sexual infantil acontecen en el ámbito familiar. Ello no quita en absoluto la gravedad de los abusos por parte del clero pero da una perspectiva que es indispensable. Además, el hecho de que una GIGANTESCA proporción de los abusadores sean personas casadas quita de una vez la acusación frecuente que quiere vincular el tema del abuso a la opción de la Iglesia Católica por el celibato.
2. Poner como prioridad el apoyo a las víctimas. Una vez que queda establecido el daño que lamentablemente ha sufrido alguna persona, lo más importante es brindar asesoría, consejería y muy posiblemente tratamiento psicológico que pueda aliviar hasta donde es posible la carga que ya han soportado esas personas.
3. El siguiente énfasis debe estar en la selección de los candidatos al ministerio ordenado, y en este sentido el Papa Francisco no ha economizado esfuerzos ni claridad. Ha dicho además expresamente que si una persona tiene una clara tendencia homosexual no debe considerar que su vida y su realización están en el sacerdocio. Advertencia, esta última, muy oportuna si se tiene en cuenta que una proporción importante de abusos han sido con personas del mismo sexo.
4. Debe quedar clara la colaboración en todos los momentos, con las instancias civiles y penales, sin anticipar condenas pero por supuesto preservando el principio jurídico fundamental de la presunción de inocencia.
Toda esta información, y mucho más, YA ES LEY EN LA IGLESIA, y puede consultarse por todos en este enlace.
La respuesta de la Iglesia Católica va mucho más allá de lo que se debería exigir a muchas otras instancias como son escuelas públicas o las mismas familias, donde, como se indicó, suceden la mayor parte de los abusos.
Sobre el tema de las estadísticas, como tales, hay un muy buen artículo de Aleteia.