Testimonio de una vocacion dominicana en Hong Kong

“No sé muy bien por dónde empezar pero como el final me gusta voy a empezar por ahí. El pasado mes de octubre de 2012, dejé mi trabajo (un buen trabajo y con la crisis que hay más todavía), para ingresar de lleno en la orden de los dominicos. Esta etapa comenzó hace aproximadamente un año. Ya no resistía más esa voz interior que me decía continuamente, “¿pero qué estás haciendo, en qué estás gastando tu vida?…”, y esa era la sensación que tenía cuando cogí el coche y me fui a ver a mi amigo Chus Villarroel, padre dominico. Después de charlar con él un rato, tomando una cerveza, le solté: “¡Chus! ¿Por qué no entro en los dominicos?, tengo la sensación de que estoy desperdiciando mi vida”. Yo esperaba que me contestaría de la siguiente manera: “pero si tú estás muy bien así, tienes un buen trabajo, tienes una buena casa, tienes gente muy querida, ya eres un poco mayor para esto, no te compliques, además, ya estás muy cerca de la Iglesia y del Señor, con el grupo carismático, vas a misa, vas a retiros, etc…”. Pero no, me dijo que sí, que lo veía, que le parecía bien y que habría que hablar con el superior…”

vocacion en hong kong

Click!