La Maquina del Tiempo

Una noche cambiando canales en la televisión, en algún canal de esos que presentan temas científicos y aveces seudocientíficos, me detuve pues hablaba el físico Stephen Hawking de los viajes en el tiempo, la tecnología que seria necesaria para esto, las paradojas que se presentarían en el ejercicio practico, etc; cuando este científico habla todo parece muy posible y al mismo tiempo imposible, la verdad no termine de ver el programa y seguí cambiando canales.

Al día siguiente fui a visitar el Santísimo Sacramento, me arrodille y mire la hermosa custodia que soporta ese pedacito de Pan, sentí como ahí , en eso que materialmente es “nada” esta todo, el Todo y entendí como ese rodetico blanco casi transparente es el verdadero túnel del tiempo; me deje ir por esa ventanita y comprendí que ahí puedo viajar en el tiempo, en el espacio y diría que en todas las dimensiones que existen, pero eso me suena como a lenguaje esotérico tan común dentro de la Nueva Era, mejor digamos que se puede viajar a lo profundo.

Recordé de la serie de televisión “Viaje a las Estrellas”, cuando la tripulación de la nave Enterprise tenían una misión que cumplir, iban a una sala especial se paraban en unos círculos de luz que habían en el suelo, se desmaterializaban y volvían a materializarse en el lugar donde necesitaban estar en ese momento. Pues frente a Jesús Sacramentado casi que uno se desmaterializa y puede viajar no simplemente con la imaginación sino con el alma y en el Corazón de Jesús, a donde quiera, al momento de la historia que desee; de la historia de la humanidad, de la historia de la Salvación, de la historia personal. Con la grandísima ventaja de que en ningún momento va a estar uno desamparado, sin referencias, como sucedería si viajara en la maquina del tiempo, porque viaja uno y siempre encuentra el Corazón de Jesús aguardando solicito al lugar del tiempo o del espacio a donde uno llegue.

Estoy de rodillas frente al Cielo mismo, estoy de rodillas frente a la Santa Trinidad en un eterno presente, la Madre Inmaculada, todos los ángeles, mis santos predilectos y los demás santos también, toda la Iglesia esta ahí y yo estoy allá con todos. Voy recitando el Credo y todas las verdades de fe se hacen presentes vivas y reales, Verdades eternas, los misterios del Rosario son acontecimientos que no están distantes en el tiempo sino que están sucediendo ahora mismo y solo tengo que poner atención para no perderme de nada.

No se si parecera un poco tosca esta comparacion que hago y si sera incorrecta pero a mi me ha servido mucho y cada vez que pienso en esto me da para perderme en meditaciones muy hermosas, muy hondas.

– M.C.

Adictos a Internet

Los ciberadictos empiezan a llegar a las consultas para recuperar la vida real. “No es fácil reconocer que uno tiene un problema por su manera de usar internet”, explica la doctora Susana Jiménez .

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