Preparacion para Pentecostes, 4 de 5

Novedad del Espíritu, Triduo de Preparación a Pentecostés. 4 de 5: En nosotros y entre nosotros

* El Espíritu “unge” cuando toca una vida y la transforma para que sea instrumento del actuar de Dios en situaciones que humanamente no dan oportunidad alguna de cambio, debido a la tupida red que crean las estructuras de pecado.

* Su unción es libertad. El Espíritu rompe la prisión y deja caer luz que nos muestra la verdad de lo que hemos vivido. Es torrente de aire fresco que da alegría y nueva vida. Pero la acción novedosa, inexplicable e indescriptible del Espíritu sólo tiene legítima comparación con otra obra de Dios: la creación. El Espíritu es principio de nueva creación.

* Lo que debe ser creado de nuevo está en nosotros, como sanación interior, pero también entre nosotros, como restauración de verdaderos lazos de fraternidad, compasión y sinceridad, de modo que seamos capaces de sumar y multiplicar, y ya no más restar y dividir. Esto se llama “santidad comunitaria.”

* La conferencia termina con una súplica ardiente al Espíritu Santo para que venga y renueve todo nuestro ser.

Preparacion para Pentecostes, 3 de 5

Novedad del Espíritu, Triduo de Preparación a Pentecostés. 3 de 5: Estructuras de pecado

* El pecado no es una colección de eventos aislados. Los pecados se van sumando y van creando estructuras crecientes que mutuamente se fortalecen para perpetuarse.

* Esto se ve muy bien en el sistema comunista: se empieza por ganar control político, pero pronto se controla la economía, a través de expropiaciones, y luego los medios de comunicación. Después la educación, la investigación, las universidades, las conversaciones privadas. Los tentáculos del poder no querrán detenerse hasta adueñarse de todo.

* Es la misma lógica del faraón, según el libro del Éxodo: quiere ser dios y señor de todo, y por eso no se detiene ante la vida humana, sino que la trata como un ingrediente más en la sopa de su propio poder y dominio. Su imperio se vuelve férreo e impenetrable.

* Cuando un sistema se vuelve una muralla y una prisión que encarcela las mentes y los sueños se necesita un golpe de gracia, una irrupción de poder, un toque de Dios. Tal es el primer sentido del término “unción” : ungidos son los instrumentos que Dios usa para romper la tupida rejilla de los sistemas de pecado.

Reseteame, Espiritu Santo

* Podemos percibir mejor la obra del Espíritu cuando descubrimos en medio de qué clase de batalla nos encontramos. En Efesios 6, el apóstol Pablo nos recuerda que se trata de una batalla que no es “contra la carne y la sangre” sino contra espíritus malévolos. ¿Cómo entender esto? ¿Qué enseñanza práctica aplicar a nuestra vida?

* Según santo Tomás, el ser humano tiene condición de “horizonte,” de frontera entre lo corpóreo y lo incorpóreo, o espiritual. Es fundamentalmente por nuestro entendimiento como llegamos a participar de ese mundo que trasciende los sentidos. Nuestra mente, en efecto, está diseñada para atender y recordar patrones, estructuras, analogías y leyes.

* Ahora bien, estas “formas,” que son propias de la mente humana, son también, en cuanto formas no-corpóreas, la condición misma de existencia de los ángeles, tanto buenos como malos. En la medida en que la Providencia Divina lo permite, tales formas vivas, es decir, estos ángeles, pueden afianzar o incluso crear en nosotros patrones de pensamiento que con facilidad pasan a ser luego rectores de nuestro razonar, hablar y actuar.

* La condición de acción del Espíritu Santo es, sin embargo, mucho mejor, en cuanto el Espíritu puede acceder a las raíces más profundas de nuestro ser, y puede reemplazar y renovar nuestra mente desde lo más íntimo de nuestra intimidad. Su acción eficaz, progresiva, incapaz de ser descrita en palabras, porque es anterior a la palabra, puede ser darnos las herramientas para vencer toda “programación” que venga de ángeles contrarios a Dios.