Subir a la Cruz

Cristo CrucificadoLo que yo he aprendido es que hay solamente dos errores que no se deben cometer cuando se trata de la Divina Providencia: 1. Desconfiar. 2. Imponer un camino. Si en algún caso uno materialmente no puede ayudar lo que ha de hacer es subir a la cruz con Jesús y desde allí clamar a Papá Dios que abra otro camino para que la ayuda de algún modo llegue.

Sobre esto te quiero contar algo.

Jesús se dio cuenta que el amor del Padre se manifestaba de muchas formas. Ese amor se volvía sobre todo salud para los enfermos.

Los ojos de Jesús nunca perdieron el asombro ante el poder del amor del Padre y nunca dejaron de maravillarse ante el milagro de la fe, un milagro que Él no hacía sino que el Padre realizaba en los corazones de los que estaban cerca de Jesús.

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Las Elecciones de EEUU en el radar

Obama y Clinton

Esta es una breve nota para comentar que he ido publicando actualizaciones de mi post inicial sobre el posible resultado de las elecciones presidenciales del 2008 en EEUU. El post original y sus actualizaciones, tomadas de los medios públicos de noticias, están aquí.

102. No Mentirás

102.1. En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Luz y Arboles102.2. En cada virtud hay un aspecto externo y uno interno. Pertenece al aspecto externo todo aquello que puedes describir sobre alguien cuando ves que tiene tal o cual virtud, especialmente en lo que respecta a su relación con las otras personas. Corresponde, en cambio, a la dimensión interna todo el ámbito de las intenciones y la disposición particular de alma que hace que la persona obre del modo virtuoso como obra.

102.3. En algunas ocasiones estos dos aspectos no coinciden; es posible, por ejemplo, que una persona parezca virtuosa, pero esté solamente fingiendo, o es posible que por su medio externo no parezca poseer una virtud que sí tiene. Lo más común, sin embargo, es que, en un plazo suficiente de tiempo y con un conocimiento suficiente de las personas, difícilmente podrá darse que las intenciones del corazón no se reflejen en las obras externas. A esto aludía Nuestro Señor cuando dijo: «por sus frutos los conoceréis» (Mt 7,16).

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Ejercicios sobre el perdón: Práctica No. 4

Cuando mi corazón está amargado

InconformeRespiro profundamente, despacio. Ojalá viendo entrar y salir el aire de mis pulmones: el que sale es oscuro, el que entra es claro.

Siento mi corazón amargado y como endurecido. Lo siento frío, mudo, inaccesible. Siento la presencia de Jesús a mi lado.

Expongo mi corazón a las caricias del sol, que es Jesús. Voy recibiendo su ternura, su suavidad como el agua cadenciosa.

Caliento mi corazón con la presencia cálida de Jesús, manso y humilde de corazón.

Alabo a Jesús y veo su rostro manso, misericordioso, veo la humildad de su corazón.

Bendigo y felicito a Jesús por ser bondadoso, humilde y siento que su calor, su dulzura, su humildad, como el sol, me va penetrando, me va llenando de su suavidad y mansedumbre.

Mi corazón se abre todavía tímidamente, vacilante, a Jesús.

La Escuela del Arrepentimiento

Millones de niños han recibido alguna preparación para hacer su Primera Comunión. La mayoría de ellos no reciben sino rudimentos para preparar su primera confesión. Además, ese modo de hacer las cosas presume que los niños esperan a pecar hasta una edad que a veces es avanzada. Todo ello muestra lo poco que educamos el corazón para que aprenda a ser sincero, humillarse, confiar y recibir la gracia divina. He aquí pasos concretos para corregir tal situación.

101. A qué he venido a tu vida

Angel101.1. ¿A qué me envía Dios a tu vida? Esta pregunta debería resultar fácil de responder. La piedad del pueblo creyente nos llama “Ángeles de la Guarda” o “Ángeles Custodios.” Son expresiones bellas que indican una especie de protección o providencia de parte nuestra, y que reconocen, de vuestro lado, la necesidad de ser cuidados y provistos.

101.2. Usualmente esta providencia se mira en términos de los riesgos físicos. El cuadro típico es el del Angel que guarda de caer a uno o unos pequeños niños. Es una imagen tierna que infunde confianza y cercanía la corazón humano, pero que de ningún modo agota nuestra misión. Otras expresiones y verbos dicen un poco más: inspirar, interceder, dirigir, enseñar, y desde luego amar. Ha querido Dios que seamos expresiones de su amor, y que, en razón de este amor, realicemos toda otra obra.

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Ejercicios sobre el perdón, 17

La Envidia
(Lucas 15, 25-32; 18,9-14; Mateo 20,1-16; Hechos 13,44-45; Génesis 37,1-36)

SuspicaciaLes invito a reflexionar sobre uno de los sentimientos más comunes entre hombres y mujeres, la envidia. Nos ayudaremos del evangelista Lucas, en su extraordinaria parábola del “hijo pródigo”, que tiene dos partes bien diferenciadas. Examinemos la segunda parte, a partir del v. 25, donde se nos muestra la relación del hermano mayor con el menor y con su padre. El hermano mayor al ver la alegría de su padre por el regreso del hermano, se enfureció. Un poder oscuro salió a luz desde las profundidades de su endurecido corazón: brotó la envidia. De repente apareció la persona resentida, orgullosa, severa y egoísta, que estaba escondida dentro de él, y con los años se había hecho todavía más fuerte y poderosa.

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Marcha contra las FARC

secuestroEsta es una breve nota para indicar que como creyente, como sacerdote y como colombiano me uno a la marcha de protesta que tendrá lugar en muchas partes del mundo el próximo 4 de febrero. Se trata de denunciar públicamente la violencia sistemática de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a quien la Unión Europea, los Estaods Unidos de América y sobre todo el sentido común le han reservado un adjetivo grave, tan grave como las cosas que ellos han hecho a mi país: las FARC son una organización terrorista cuyas prácticas son una afrenta contra la Humanidad. Más claro no puedo decirlo.

Sin embargo, esta postura mía no es un aval a los enemigos de las FARC. La maldad de las FARC no hace buenas las torturas de tantos grupos paramilitares, en algunos casos con conocimiento y aprobación de las Fuerzas Militares. Los secuestros de las FARC no hacen buena la injusticia social que padece mi país, y que padecen tantos otros países, en la distribución de la riqueza y también de las oportunidades para millones de sus ciudadanos. La crueldad de las FARC no hace bueno el egoísmo con el que muchos colombianos quisieran que desapareciera la guerrilla solamente para consagrarse más de lleno a su exclusivo interés, sin una brizna de compasión o solidaridad.

Dicho de otro modo: repugna el comportamiento de las FARC pero no debe ser tratado como el único problema de mi país. En Colombia, lo mismo que en tantos otros sitios del mundo, necesitamos una mirada amplia para reconocer que las huellas del dolor son muchas y el clamor por la injusticia tiene muchos tonos. Y necesitamos también mucha sensatez para que sea el amor por el bien, sobre todo el bien de los más postergados y más pequeños, el que brille. Bien sabemos que cuando algo tiene éxito le resultan muchos padrinos que tratan de justificar sus propias agendas. Lo importante es que, lejos de todo espejismo, demos el 4 de febrero un paso adelante con sabiduría, con valor y con espíritu de fe.