Tiempo para el Evangelio – Veinte Máximas

1. Si conocieras a una persona como tú, ¿te harías su amigo?

2. ¿Mereces durar en el mundo?

3. Sin virtudes no hay santidad.

4. Casi todo lo que me duele es verdad.

5. Suele suceder que criticamos en otros lo que deseamos para nosotros.

6. No puedo llamarte vencedor si no has llegado a vencerte.

7. Que no se te pase el tiempo sin amar a Dios.

8. Si eres dueño de ti, ¡qué gran tesoro tienes!

9. Ser mejor implica dejar lo que fui­mos, y esto, a menudo, duele.

10. Tú te alejaste de Dios, quizá, pero Dios no se alejó de ti.

11. Nadie tan esclavo como aquel que cayó en manos de su propio capricho.

12. A veces, lo que nos resulta real­mente difícil no es amar las virtudes que nos faltan, sino detestar los vicios que nos estorban.

13. No desprecies tus preguntas: son tu riqueza.

14. Ciertamente ves al Invisible, si al ver cuanto ves, él te parece ausente.

15. No basta con que “dejes ser” a tus hermanos; procura que sean; desea que lleguen a ser lo que Dios quiere que sean.

16. ¿Cuál es el tamaño de tu amor? Ese es tu tamaño; es lo único real en ti; lo único que dejarás y lo único que te llevarás.

17. ¿Te gustaría hacer la peregrinación suprema? Es decir: ¿te atreverías a dejarte?

18. ¿Hay paz en tus fronteras?

19. No recuerdas cuál fue tu primera palabra, pero, ¿cuál te gustaría que fuera tu última palabra?

20. Hay quien perdió la vida ganando cosas. ¿Perderías tus cosas por ganar la vida?