14. El Reloj De La Eternidad

14.1. En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

14.2. La vida vuestra está marcada por el ritmo. El día sigue a la noche, como las lágrimas suceden a la risa, y el consuelo a la tristeza. Dios Padre ha hecho brillar para vosotros el sol que se anuncia y se esconde; esto para la vida natural. Para la vida de la gracia, que a veces llamas “vida sobrenatural”, hay también un Sol que se llama Jesucristo. Este Sol, en cuanto fuente de vida, de perdón y de amor, nunca se oculta; pero en cuanto comparte vuestra naturaleza humana, tiene también su propio ritmo, su propio palpitar.

14.3. Donde mejor puedes percibir este ritmo es, desde luego, en su Corazón. Así como el bebé cuando recibe la leche de la madre recibe también la suave música con que palpita el corazón materno, así vosotros, cuando os alimentáis de Cristo, podéis recibir, si queréis, el ritmo de su propio modo de amar.

Continuar leyendo “14. El Reloj De La Eternidad”