Hablemos de neutralidad (5)

5. Lo que no responde el pragmatismo

Como la misión del Estado religiosamente neutro era servir de mediación entre grupos cristianos sobre la base de su mínimo común denominador, es apenas natural preguntarse qué sucedió con esa misión cuando los conflictos de religión fueron quedando atrás, en parte por el éxito de la gestión del mismo Estado-Árbitro. En la práctica, lo que sucedió, o mejor, lo que está sucediendo, es que ahora ese Estado se presenta como mediador entre todos, y ahora la expresión significa: gente con religión o sin ella. El fenómeno pervade Europa y quisiera entrara a pie firme en EEUU, aunque no lo logra con los resultados que quisiera.

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