Mala idea fuera asentar la unión entre los cristianos considerando enemigos a los musulmanes. Hay mucho que nos une a los musulmanes y lo descubriremos cuando descubramos cuáles son los enemigos que tenemos en común con ellos. Esos enemigos no son los ateos ni los agnósticos. Hay demasiado que nos une con todos los seres humanos: lo descubriremos cuando hallemos los enemigos comunes. Ese día entenderemos que el enemigo ha sido vencido en la Cruz y daremos gracias con una voz al Rey de los Siglos.