Otros modos de terminar el año

La cultura afroamericana de los Estados Unidos ha institucionalizado un tipo interesante de celebración para recibir el nuevo año. Se llama Kwanzaa. Los fundadores de esta iniciativa, que parece tener cierta fuerza, lo describen como “Una celebración de la familia, la comunidad y la cultura.” No tiene un carácter religioso aunque, como veremos, sí implica “tocar el alma.”

¿Qué es Kwanzaa? Es un tiempo para reunirse: siete noches que van del 26 de diciembre al 1 de enero. Según su fundador, Maulana Karenga, Kwanzaa conlleva un compromiso con la traidicón viva y antigua que refleja lo mejor del pensamiento y el modo de actuar africanos. Es también una reafirmación de la dignidad de la persona humana en su comunidad y su cultura, y también del bienestar de la familia y la comunidad, de la integridad del medio ambiente y de nuestro lugar en él, y de la cultura como riquísima fuente de significado.

Kwanzaa es un modo de afirmar lo particular en un mundo que se uniformiza en tantos aspectos. Sin despreciar los estándares ni entrar en conflicto con los poderes políticos, económicos o religiosos, Kwanzaa quiere apreciar en su justa dimensión las raíces. De hecho, el nombre Kwanzaa viene de las celebraciones tradicionales del sur de Africa, con motivo de la recolección de los primeros frutos.

Cada noche, en el marco de esta celebración, tiene un sentido particular, es decir, celebra uno de los valores que los africanos consideran como más suyos. Son entonces siete los valores exaltados: Umoja (unidad entre todos); Kujichagulia (autodeterminación); Ujima (trabajo en común y responsabilidad compartida); Ujamaa (economía cooperativa); Nia (la meta: alcanzar la grandeza propia del ancestro cultural africano); Kuumba (creatividad); Imani (literalmente, fe, en Africa y sus valores).

El último día del Kwanzaa, que es el primero del nuevo año, es llamado el Día de la Evaluación, algo así como un día de especial reflexión. Un africano lo explica así: “Para nosotros, es un tiempo para preguntarnos y para responder con lucidez y humildad tres preguntas: ¿Quién soy?, ¿Soy lo que digo o muestro ser?, ¿Soy todo lo que podría y debería ser? Necesariamente esto hace del Día de la Evaluación un tiempo para entrar en uno mismo y para volver a nuestros mejores ideales; en una palabra, para encaminarnos hacia lo mejor de lo que significa ser africano y ser un humano en el sentido más completo de la palabra.

Breve comentario

Para mí ha sido una sorpresa encontrarme con este modo de celebración. Como toda propuesta humana entraña sus riesgos, especialmente en términos de trivialización, comercialización, o si llega a ser visto como una especie de religión secular. Mas creo que puede enseñarnos cosas:

1. No necesitas bajar a otros para subir tú.

2. Nunca serás plenamente sino eres con otros.

3. Escucha tu pasado para pronunciar tu futuro.

4. Alegría y sobriedad, originalidad y sentido de pertenencia pueden y deben existir juntas.

¡No es un mal modo de finalizar el año y de prepararse para el que comienza!