Reo gana caso y podrá ser ejecutado sujetando la mano de un ministro de culto

“Ramírez demandó al Estado de Texas pues la autoridad estatal le negaba la posibilidad de una ejecución en la que estuviera acompañado de un ministro de culto. El caso trascendió no sólo por la peculiaridad de la petición sino también por el tiempo: Ramírez ya había tomado su última cena y la inyección para aplicarle la pena de muerte estaba lista. Pero se detuvo su ejecución y el caso fue llevado a un tribunal superior. El Tribunal Supremo de los Estados
Unidos le ha dado la razón a Ramírez. El juez John Roberts declaró: “Es posible dar cabida a las sinceras creencias religiosas de Ramirez sin retrasar o impedir su ejecución”. La sintonía de los jueces en este caso particular ha sido abrumadora: ocho votos contra uno…”

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Historia de un canto y una oración ante la Virgen de Guadalupe

Escribe el matemático y compositor colombiano Carlos Puente: “Es con un gozo inmenso que retomo estas campanitas de fe para contarles que mi plegaria «!Oh Virgen preferida!» fue interpretada en la Basílica de Santa María de Guadalupe en Ciudad de México como parte del festejo de las «Mañanitas a la Virgen» del año 2021. Fue, en efecto, una gran alegría el estar allí para la ocasión, uniéndome fervorosamente a la conmemoración de la aparición milagrosa de Ella a Juan Diego, avalada por la sorprendente imagen de Ella en la prenda de ayate de él, el 12 de diciembre de 1531. Han pasado ya 490 años, y ¿cómo no ver allí los mismos números de las setenta veces siete ocasiones prescritas por el Hijo de Ella con relación al perdón? (Mt 18:21–22).”

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Crónicas de la tiranía feminista

“Desde hace años escribo sobre la ideología y la práctica feminista, sobre los daños que está provocando en la sociedad y su carácter perverso. En un primer momento lo hacía solamente en mi página personal comentando la actualidad social, después incorporando algunas de estas reflexiones en mis anteriores libros publicados. En esos libros dedico cierto espacio al tema del feminismo, como parte de los grandes fenómenos de degradación social que vivimos. Pero se me habían quedado en el tintero muchas cosas y sentía la necesidad, no sólo de hablar de feminismo como un fermento de descomposición social entre muchos otros, sino de dedicarle un libro entero reconociéndolo como el tema central que en realidad es…”

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Innovadora plataforma digital para padres preocupados por la formación de sus hijos

“Familia Unida Internacional, una organización católica sin fines de lucro, sale al encuentro de las instituciones educativas y de las familias poniendo a su disposición una innovadora plataforma llamada ESCUELA PARA PADRES ONLINE. En esta plataforma ofrecen a padres de familia la posibilidad de aprender y formarse con toda una red de profesionales y expertos en la familia, en los diferentes temas que hoy les inquietan sobre la crianza y la vida familiar…”

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Proyecto de ley multaría universidades que no protejan libertad de expresión

“Un proyecto de ley presentado en el Reino Unido con el objetivo de reforzar la protección de la libertad de expresión podría imponer multas a las universidades si no garantizan el respeto de este derecho de los estudiantes, personal y oradores visitantes. El Proyecto de Ley de Educación Superior (Libertad de Expresión), propuesto el 11 de mayo, también busca proteger la “libertad académica” del personal universitario, para que no corran el riesgo de ser despedidos por presentar ideas controvertidas…”

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¿Conoces la “Noticia leída desde la fe”?

Desde hace meses estoy ofreciendo, de Lunes a Viernes, unos cinco minutos para reflexionar sobre alguna noticia de actualidad.

El propósito es acostumbrarnos, como católicos, a varias cosas: (1) Estar informados; (2) Capacitarnos para leer un poco mejor los “signos de los tiempos”; (3) Formar criterio en un mundo que a veces es un bastante confuso; (4) Propiciar una mirada de fe sobre los acontecimientos actuales para orientarlos en clave de fe, de amor amor y servicio a al Señor.

Puedes ver lo que se ha ido publicando en este enlace.

Las transmisiones se están haciendo a la 1:15 PM hora de Colombia. ¡Recuerda que siempre puedes dejar tus comentarios!

Desde ya hay que prepararse para las difíciles conversaciones post-pandemia

La pandemia de COVID-19 está todavía lejos de terminar. Tristemente. Sabemos, sin embargo, que en algún punto, dentro de los próximos 48 meses, podrá decirse que se ha superado. Y confiamos en Dios que muchos de nosotros estaremos ahí para alegrarnos, dar gracias a Dios, y recordar entre lágrimas a quienes nos dejaron. Propongo que desde ya nos preparemos para las difíciles conversaciones que inevitablemente tendremos en aquel futuro, que no es remoto pero tampoco tan cercano.

La pandemia no sólo ha herido cuerpos: ha lastimado también relaciones de amistad; ha fracturado familias; ha causado perplejidad en fieles católicos, obligados a escoger entre las opiniones, muchas veces rígidas, de algún sacerdote, en contraste con las opiniones, también rígidas, de algún otro sacerdote. Que si había que vacunarse o no; que si los confinamientos servían o no servían; que si el Apocalipsis estalló o no estalló o qué lo detuvo; que si el virus fue hecho por orden del Nuevo orden Mundial o no; que si las cifras eran reales o eran medio de manipulación… Todas o muchas de esas conversaciones aparecerán en el momento menos esperado y creo que en ese sentido es bueno preparar el corazón con grandes dosis de serenidad, humildad, acogida, comprensión y búsqueda de unidad.

¿Lo habías pensado?

Recordamos a Mons. Romero, Mártir Latinoamericano

Oscar Arnulfo Romero nació en Ciudad Barrios, departamento de San Miguel, República de El Salvador, el 15 de agosto de 1917, día de la Asunción de la Virgen María. Su familia era humilde y con un tipo modesto de vida. Desde pequeño, Oscar fue conocido por su carácter tímido y reservado, su amor a lo sencillo y su interés por las comunicaciones. A muy temprana edad sufrió una grave enfermedad que le afectó notablemente en su salud.

En el transcurso de su infancia, en ocasión de una ordenación sacerdotal a la que asistió, Oscar habló con el padre que acompañaba al recién ordenado y le manifestó sus grandes deseos de hacerse sacerdote. Su deseo se convirtió en una realidad, ingresó al Seminario Menor de San Miguel y a pesar de las desaveniencias económicas que pasaba la familia para mantenerlo en el seminario, Oscar avanzó en su idea de entregar su vida al servicio de Dios y del pueblo.

Estudió con los padres Claretianos en el Seminario Menor de San Miguel desde 1931 y posteriormente con los padres Jesuitas en el Seminario San José de la Montaña hasta 1937. En el tiempo que estalló la II Guerra Mundial, fue elegido para ir a estudiar a Roma y completar su formación sacerdotal y seguramente su elección se debió a la integridad espiritual e inteligencia académica manifestada en el seminario.

Fue ordenado sacerdote a la edad de 25 años en Roma, el 4 de abril de 1942. Continuó estudiando en Roma para completar su tesis de Teología sobre los temas de ascética y mística, pero debido a la guerra, tuvo que regresar a El Salvador y abandonar la tesis que estaba a punto de concluir.

Regresó al país en agosto de 1943. Su primera parroquia fue Anamorós en el departamento de La Unión. Pero poco tiempo después fue llamado a San Miguel donde realizó su labor pastoral durante aproximadamente veinte años.

El padre Romero era un sacerdote sumamente caritativo y entregado. No aceptaba obsequios que no necesitara para su vida personal. Ejemplo de ello fue la cómoda cama que un grupo de señoras le regaló en una ocasión, la cual regaló y continuó ocupando la sencilla cama que tenía.

Dada su amplia labor sacerdotal fue elegido Secretario de la Conferencia Episcopal de El Salvador y ocupó el mismo cargo en el Secretariado Episcopal de América Central.

El 25 de abril de 1970, la Iglesia lo llamó a proseguir su camino pastoral elevándolo al ministerio episcopal como Obispo Auxiliar de San Salvador, que tenía al ilustre Mons. Luis Chávez y González como Arzobispo y como Auxiliar a Mons. Arturo Rivera Damas. Con ellos compartiría su desafío pastoral y en el día de su ordenación episcopal dejaba claro el lema de toda su vida: “Sentir con la Iglesia”.

Esos años como Auxiliar fueron muy difíciles para Monseñor Romero. No se adaptaba a algunas líneas pastorales que se impulsaban en la Arquidiócesis y además lo aturdía el difícil ambiente que se respiraba en la capital. También fue nombrado director del semanario Orientación, y le dio al periódico un giro notablemente clerical. Este “giro” le fue muy criticado por algunos sectores dentro de la misma Iglesia, considerándolo un “periódico sin opinión”.

En El Salvador la situación de violencia avanzaba, con ello la Iglesia se edificaba en contra de esa situación de dolor, por tal motivo la persecución a la Iglesia en todos sus sentidos comenzó a cobrar vida.

Luego de muchos conflictos en la Arquidiócesis, la sede vacante de la Diócesis de Santiago de María fue su nuevo camino. El 15 de octubre de 1974 fue nombrado obispo de esa Diócesis y el 14 de diciembre tomó posesión de la misma. Monseñor Romero se hizo cargo de la Diócesis más joven de El Salvador en ese tiempo.

En junio de 1975 se produjo el suceso de “Las Tres Calles”, donde un grupo de
de campesinos que regresaban de un acto litúrgico fue asesinado sin compasión alguna,incluso a criaturas inocentes.

El informe oficial hablaba de supuestos subversivos que estaban armados; las “armas” no eran más que las biblias que los campesinos portaban bajos sus brazos. En ese momento, los sacerdotes de la Diócesis, sobre todos los jóvenes, pidieron a Monseñor Romero que hiciera una denuncia pública sobre el hecho y que acusara a las autoridades militares del siniestro, Mons. Romero no había comprendido que detrás de las autoridades civiles y militares, detrás del mismo Presidente de la República, Arturo Armando Molina que era su amigo personal, había una estructura de terror, que eliminaba de su paso a todo lo que pareciera atentar los intereses de “la patria” que no eran más que los intereses de los sectores pudientes de la nación. Mons. Romero creía ilusamente en el Gobierno, éste era su grave error. Poco a poco comenzó a enfrentarse a la dura realidad de la injusticia social.

Los amigos ricos que tenía eran los mismos que negaban un salario justo a los campesinos; esto le empezó a incomodar, la situación de miseria estaba llegando muy lejos como para quedarse esperando a una solución de los demás. La situación se agudizó y las relaciones entre el pueblo y el gobierno se fueron agrietando.

En medio de ese ambiente de injusticia, violencia y temor, Mons. Romero fue nombrado Arzobispo de San Salvador el 3 de febrero de 1977 y tomó posesión el 22 del mismo mes, en una ceremonia muy sencilla. Tenía 59 años de edad y su nombramiento fue para muchos una gran sorpresa, el seguro candidato a la Arquidiócesis era el auxiliar por más de dieciocho años en la misma, Mons. Arturo Rivera Damas: “la lógica de Dios desconcierta a los hombres”.

El 12 de marzo de 1977, se dió la triste noticia del asesinato del padre Rutilio Grande, un sacerdote amplio, consciente, activo y sobre todo comprometido con la fe de su pueblo. La muerte de un amigo duele, Rutilio fue un buen amigo para Monseñor Romero y su muerte le dolió mucho: “un mártir dió vida a otro mártir”.

Su opción comenzó a dar frutos en la Arquidiócesis, el clero se unió en torno al Arzobispo, los fieles sintieron el llamado y la protección de una Iglesia que les pertenecía, la “fe” de los hombres se volvió en el arma que desafiaría las cobardes armas del terror. La situación se complicó cada vez más. Un nuevo fraude electoral impuso al general Carlos Humberto Romero para la Presidencia. Una protesta generalizada se dejó escuchar en todo el ambiente.

En el transcurso de su ministerio Arzobispal, Mons. Romero se convirtió en un implacable protector de la dignidad de los seres humanos, sobre todo de los más desposeídos; esto lo llevaba a emprender una actitud de denuncia contra la violencia, y sobre todo a enfrentar cara a cara a los regímenes del mal.

Sus homilías se convirtieron en una cita obligatoria de todo el país cada domingo. Desde el púlpito iluminaba a la luz del Evangelio los acontecimientos del país y ofrecía rayos de esperanza para cambiar esa estructura de terror.

Los primeros conflictos de Monseñor Romero surgieron a raíz de las marcadas oposiciones que su pastoral encontraba en los sectores económicamente poderosos del país y unido a ellos, toda la estructura gubernamental que alimentaba esa institucionalidad de la violencia en la sociedad salvadoreña, sumado a ello, el descontento de las nacientes organizaciones político-militares de izquierda, quienes fueron duramente criticados por Mons. Romero en varias ocasiones por sus actitudes de idolatrización y su empeño en conducir al país hacia una revolución.

A raíz de su actitud de denuncia, Mons. Romero comenzó a sufrir una campaña extremadamente agobiante contra su ministerio arzobispal, su opción pastoral y su personalidad misma, cotidianamente eran publicados en los periódicos más importante, editoriales, campos pagados, anónimos, etc., donde se insultaba, calumniaba, y más seriamente se amenazaba la integridad física de Mons. Romero. La “Iglesia Perseguida en El Salvador” se convirtió en signo de vida y martirio en el pueblo de Dios.

Este calvario que recorría la Iglesia ya había dejado rasgos en la misma, luego del asesinato del padre Rutilio Grande, se sucedieron otros asesinatos más. Fueron asesinados los sacerdotes Alfonso Navarro y su amiguito Luisito Torres, luego fue asesinado el padre Ernesto Barrera, posteriormente fue asesinado, en un centro de retiros, el padre Octavio Ortiz y cuatro jóvenes más. Por último fueron asesinados los padres Rafael Palacios y Alirio Napoleón.

El domingo 23 de marzo de 1980 Mons. Romero pronunció su última homilía, la cual fue considerada por algunos como su sentencia de muerte debido a la dureza de su denuncia: “en nombre de Dios y de este pueblo sufrido… les pido, les ruego, les ordeno en nombre de Dios, CESE LA REPRESION”.

Ese 24 de marzo de 1980 Monseñor Oscar Arnulfo Romero Galdámez fue asesinado de un certero disparo, aproximadamente a las 6:25 p.m. mientras oficiaba la Eucaristía en la Capilla del Hospital La Divina Providencia, exactamente al momento de preparar la mesa para recibir el Cuerpo de Jesús.