La Cultura Guinness

Dublín, como comentaba en otra entrada de este diario, tiene en su perímetro una inmensa fábrica de cerveza, que además es exportada a decenas de países. Es la famosa “Guinness”.

Sin embargo, lo que se exporta no simplemente un líquido. Y aquí es donde empieza mi comentario.

Guinness, más que una cerveza –un líquido– ha querido constituirse en muchas cosas: un pretexto para el encuentro, un signo de orgullo nacional, en fin: una experiencia.

Guinness trata de ser más que un sabor, en definitiva. Alude al ambiente de los típicos ‘pubs‘, tan cercanos a la más rancia tradición irlandesa como a la más reciente jerga postmoderna. Desde la ‘calidez’ bizarra de la juventud europea contemporánea hasta la ruidosa charla de los viejos irish, los pubs parecen no perder actualidad. Se diría que Irlanda ya no sólo exporta cerveza sino pubs.

De hecho, los irlandeses con los que he hablado del asunto me dicen que no es lo mismo comprar la Guinness en botella o lata que ir al ‘pub’. Yo, que no he estado en uno de ellos (todavía), presiento que ahí se deja ver otra cara, de seguro más afectuosa y acogedora, de este pueblo de alta latitud geográfica. Porque, si bien es verdad que nunca falta la cortesía, sí es cierto que uno echa de menos algo más de amistad y familiaridad. Eso parece que es lo que regala el estilo de los pubs, con su tradicional música y ambiente de penumbra y grata distensión.

Los irlandeses tienen su fama de melancólicos, sin llegar a la desesperación, y de irónicos, sin vestirse de amargura. Por cierto, uno de los más conocidos hijos de Irlanda, el dublinés Oscar Wilde, dijo –o se dice que dijo– algo como: “Los irlandeses tienen un continuo sentido de lo trágico, que les ayuda a sostenerse cuando asoma un rato de felicidad”.

En ese contexto, uno puede mirar la “cultura Guinness” como un espacio que un pueblo se ha permitido para leerse de otro modo y aprender también a reírse un poco de sí mismo.

…así que no seamos tan formales y traduzcamos un chiste irlandés, para acabar.

AVISO CLASIFICADO
EN “THE IRISH TIMES”

“Se busca un perro. Carece de una pata delantera que perdió en un accidente de tráfico. Es ciego del ojo izquierdo, por un incendio del que apenas pudo escapar. Le falta la oreja derecha, que perdió en una pelea injusta. Padece de severos daños digestivos y duerme mal. Responde al nombre de EL SORTUDO.”