Padre, le agradezco su labor incansable en tantos lugares sobre todo porque veo que trata muchos temas y así nos ayuda en la formación. Pero debo decirle que a veces es complicado seguir sus razones, por ejemplo cuando se sube mucho en la filosofía. Y de ahpi viene mi pregunta: ¿Es que se necesita mucha filosofía para ser de verdad cristiano? ¿No se supon que Cristo vino para revelar el Evangelio a los pequeños y sencillos? Me perdona si mi comentario se siente antipático. — G.HL.
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Tu pregunta no es antipática y en cambio sí puede ayudar a aclarar algunas cosas importantes.
Ante todo: es distinto el conocimiento por experiencia del conocimiento por razones. Ambos son importantes pero solo el conocimiento por experiencia puede llevarnos a abrir nuestro corazón y nuestro ser a la salvación. Esto es lo propio de la fe, que así es camino para todos, y en particular para los más sencillos.
Pero el conocimiento por razones es útil también a la Iglesia en su conjunto, sin que tenga que darse en todos los cristianos, ni en el mismo grado.
El conocimiento por razones quiere varios objetivos que son útiles a la Iglesia: (1) Ayuda a formular adecuadamente lo que creemos, de modo que no caigamos en ignorancia, error o engaño. (2) Ayuda a estructurar los contenidos de la fe, de modo que puedan transmitirse mejor tanto a los pastores como al conjunto de los fieles cristianos. (3) Ayuda a responder a las objeciones contra la fe básicamente derribando sus presupuestos o mostrando sus incoherencias. En cada una de estas funciones es necesario tener un conocimiento por razones, no en razón de la salvación sino de proteger y difundir mejor lo que creemos.
En resumen: el conocimiento por razones requerirá una preparación intelectual y filosófica mayor pero no porque sea indispensable ese conocimiento para salvarse sino porque, bien entendido, presta un servicio en la Iglesia.