Las fechas…

Cuando llegan las fechas de las personas que amamos es inevitable recordarlas, aunque hayan partido de esta tierra.

Una de esas fechas, para mí, es el cumpleaños de mi madre, Maruja de Medina, que este 5 de Mayo cumpliría 82 años de edad. Ella falleció el 7 de Julio de 2010.

Debo confesar algo: aunque muchas veces he sentido que me ha hecho falta escuchar su voz, o recibir su abrazo, ni un sólo día he pensado que ella estaría mejor aquí con nosotros que en el lugar donde creo, con esperanza puesta en Dios, que se encuentra.

Esa sencilla reflexión me ha llevado a preguntarme qué es amar: ¿es disfrutar la compañía de la persona que amamos, o es desear para esa persona lo mejor? Quizás hemos venido llamando amor a algo que tiene bastante el aspecto del egoísmo.

Casi cuatro años después de su muerte, siento paz, y una semilla de verdadera alegría de que mi madre haya partido de entre nosotros. Su ausencia me recuerda la brevedad de la vida, y la necesidad de colmar de significado y de amor cada cosa que hacemos.

El Camino de la Misericordia, 4 de 4, San Juan XXIII, Testigo de la Misericordia

[Conferencias con la Casa de la Misericordia de Bucaramanga. Abril de 2014.]

Tema 4 de 4: San Juan XXIII, Testigo de la Misericordia

* Este es un hombre de familia sencilla, llena de amor y unidad. Un hombre de Dios, puesto delante de los horrores más repugnantes del ser humano, especialmente en las dos Guerras Mundiales. Un hombre que conoció el vacío existencial de la post guerra: la amenaza nuclear; la Guerra Fría; los desmanes del comunismo; la tenebrosa seducción del existencialismo ateo.

* Un sacerdote que descubrió como nadie la urgencia de perdón y de reconstrucción interior que tiene nuestro tiempo. Uno que supo valorar la paz, la ternura, el dolor por aquella que implanta distancia entre los hombres y los pueblos.

* De todo ello aprendió el valor de la humildad, el buen humor, la mansedumbre, la renuncia a la venganza, y sobre todo: la bondad, y la serenidad.

El Camino de la Misericordia, 3 de 4, Defender la gracia recibida

[Conferencias con la Casa de la Misericordia de Bucaramanga. Abril de 2014.]

Tema 3 de 4: Defender la gracia recibida

* Vivimos en tiempos de profunda necesidad espiritual. Pero ello no significa que la gente esté toda ya dispuesta y deseos de recibir las promesas del Señor. Muchos otros mensajes y falsas promesas invaden los oídos y corazones y por eso no es fácil dar testimonio. Hay que proteger la gracia que va a llegar y proteger la gracia recibida.

* En concreto, eso significa dos cosas: (1) Proteger las “entradas” a la casa del alma, es decir, cuidar nuestros sentidos, y educar a los menores en el discernimiento de lo que reciben. (2) Animar en aquellas actividades y ejercitaciones de caridad y de evangelización que ayuden a salir del egoísmo, y que enseñen a emplear bien el propio tiempo y talentos.

El Camino de la Misericordia, 2 de 4, Formarse en la misericordia

[Conferencias con la Casa de la Misericordia de Bucaramanga. Abril de 2014.]

Tema 2 de 4: Formarse en la misericordia

* Vivimos en un mundo donde la crueldad, la indiferencia y la intolerancia campean por muchas partes. Pronto entendemos que sin la misericordia esta tierra se vuelve jungla del más fuerte.

* Formarse en la misericordia es apreciar el don de Dios; sabernos recibidos por Él así como somos, pero no para quedarnos como somos.

El Camino de la Misericordia, 1 de 4, El Encuentro con Cristo

[Conferencias con la Casa de la Misericordia de Bucaramanga. Abril de 2014.]

Tema 1 de 4: El Encuentro con Cristo

* “Los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor” nos dice la Escritura (Juan 20,20). Esa alegría es el fruto natural del encuentro con Aquel que nos ama.

* Cristo nos quita nuestras máscaras; nos acepta como somos, pero no nos “momifica.” Aceptar nuestra realidad actual nos encadenarnos a lo que hoy somos. Más bien: su amor quiere llevarnos a la plenitud de lo que podemos llegar a ser.

Participación y democracia

190 La participación en la vida comunitaria no es solamente una de las mayores aspiraciones del ciudadano, llamado a ejercitar libre y responsablemente el propio papel cívico con y para los demás, sino también uno de los pilares de todos los ordenamientos democráticos,407 además de una de las mejores garantías de permanencia de la democracia. El gobierno democrático, en efecto, se define a partir de la atribución, por parte del pueblo, de poderes y funciones, que deben ejercitarse en su nombre, por su cuenta y a su favor; es evidente, pues, que toda democracia debe ser participativa.408 Lo cual comporta que los diversos sujetos de la comunidad civil, en cualquiera de sus niveles, sean informados, escuchados e implicados en el ejercicio de las funciones que ésta desarrolla.

191 La participación puede lograrse en todas las relaciones posibles entre el ciudadano y las instituciones: para ello, se debe prestar particular atención a los contextos históricos y sociales en los que la participación debería actuarse verdaderamente. La superación de los obstáculos culturales, jurídicos y sociales que con frecuencia se interponen, como verdaderas barreras, a la participación solidaria de los ciudadanos en los destinos de la propia comunidad, requiere una obra informativa y educativa.409 Una consideración cuidadosa merecen, en este sentido, todas las posturas que llevan al ciudadano a formas de participación insuficientes o incorrectas, y al difundido desinterés por todo lo que concierne a la esfera de la vida social y política: piénsese, por ejemplo, en los intentos de los ciudadanos de « contratar » con las instituciones las condiciones más ventajosas para sí mismos, casi como si éstas estuviesen al servicio de las necesidades egoístas; y en la praxis de limitarse a la expresión de la opción electoral, llegando aun en muchos casos, a abstenerse.410

En el ámbito de la participación, una ulterior fuente de preocupación proviene de aquellos países con un régimen totalitario o dictatorial, donde el derecho fundamental a participar en la vida pública es negado de raíz, porque se considera una amenaza para el Estado mismo; 411 de los países donde este derecho es enunciado sólo formalmente, sin que se pueda ejercer concretamente; y también de aquellos otros donde el crecimiento exagerado del aparato burocrático niega de hecho al ciudadano la posibilidad de proponerse como un verdadero actor de la vida social y política.412

NOTAS para esta sección

407Cf. Juan XXIII, Carta enc. Pacem in terris: AAS 55 (1963) 278.

408Cf. Juan Pablo II, Carta enc. Centesimus annus, 46: AAS 83 (1991) 850-851.

409Cf. Catecismo de la Iglesia Católica, 1917.

410Cf. Concilio Vaticano II, Const. past. Gaudium et spes, 30-31: AAS 58 (1966) 1049-1050; Juan Pablo II, Carta enc. Centesimus annus, 47: AAS 83 (1991) 851-852.

411Cf. Juan Pablo II, Carta enc. Centesimus annus, 44-45: AAS 83 (1991) 848-849.

412Cf. Juan Pablo II, Carta enc. Sollicitudo rei socialis, 15: AAS 80 (1988) 528-530; cf. Pío XII, Radiomensaje de Navidad (24 de diciembre de 1952): AAS 45 (1953) 37; Pablo VI, Carta ap. Octogesima adveniens, 47: AAS 63 (1971) 435-437.

Este Compendio se publica íntegramente, por entregas, aquí.

Información sobre el bullying, o matoneo, o maltrato escolar entre iguales

Uno de los grandes problemas que suscita este fenómeno es la grave dificultad que tenemos para detectar las agresiones que pueda estar padeciendo un adolescente por parte de sus compañeros. A menudo este fenómeno pasa desapercibido o es mal interpretado por los adultos. De ahí que debamos observar atentamente para descubrir el proceso de victimización, basándonos a veces sólo en indicios poco claros o en rumores.

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Discernimiento Comunitario, 2 de 2, Diferenciaciones de Conciencia

[Retiro espiritual con las Dominicas de la Inmaculada, en Guayaquil, Ecuador. Mayo de 2014.]

Tema 2 de 2: Diferenciaciones de Conciencia

* Aprender a distinguir es aprender a discernir. He aquí algunas distinciones importantes:

1a. Optimismo no es fantasía
1b. Realismo no es pesimismo

2a. Agilidad no es improvisación
2b. Firmeza no es inmovilidad

3a. Ser más razonable no implica ser menos creyente
3b. Ser más piadoso no implica ser menos estudioso

4a. Más fraterno no es más cómplice
4b. Más apostólico no es menos comunitario

5a. Más serio no es más amargado
5b. Más cercano no es más superficial

6a. Más local no es necesariamente menos global
6b. Más universal no es necesariamente menos preciso

7a. Más “encarnado” no implica menos espiritual
7b. Más espiritual no implica menos material

8a. Más obediente no es menos pensante
8b. Más inteligente no es más independiente

9a. Más experto no es más sabio
9b. Más sabiduría no siempre equivale a más títulos

10a. Más risueño no equivale a más alegre
10b. Más triste no equivale a menos feliz

Discernimiento Comunitario, 1 de 2, Principios Generales

[Retiro espiritual con las Dominicas de la Inmaculada, en Guayaquil, Ecuador. Mayo de 2014.]

Tema 1 de 2: Principios Generales

* Primera pregunta: ¿deseamos buscar y seguir la voluntad de Dios? Segunda pregunta: ¿Cómo buscarla? Tercera pregunta: ¿Cómo seguirla?

* En la búsqueda, hay señales positivas y señales negativas.

* Positivas:
Palabra de Dios (en su conjunto; atención a no quedarse en pasajes preferidos).
Testimonio y voz de nuestros pastores y autoridades.
Palabras y actitudes de los santos.
Testimonios y escritos de los fundadores.
Actitudes de conversión, abnegación, servicio sin protagonismo (lugar central de la Cruz)
Ejemplos de solidez y fecundidad de otras instituciones o personas semejantes.
Serena alegría compartida en espíritu de oración y silencio.

* Señales de advertencia, o negativas:
Omitir el tema de la propia conversión hacia Dios, o reducirla a una visión parcial.
Usar un “canon dentro del canon.”
Vínculos con ideologías o intereses ajenos al Evangelio y a la Iglesia
Negociar con la propia mediocridad o comodidad.
Insensibilidad ante el dolor o las necesidades de los pequeños, los ancianos, los débiles o los pobres.
Transigir con lo que está de moda o garantiza buena aceptación.
Buscar lo nuevo por nuevo, o lo antiguo simplemente por antiguo.
Dejarse llevar por espíritu de revancha o de oportunismo.
Rebeldías o adolescencias tardías,que rechazan la autoridad solamente porque es autoridad.
Aceptar pecados como imposibles de erradicar.
Actitudes de burla, desprecio o incredulidad frente a la oración, la santidad o la piedad.
Estar voluntariamente ciego frente a lo que se ve que ha sucedido en otras partes.
Uso de estrategias tipo “lobby”