II-C. Hay que partir del conocimiento de si mismo

80. Antes de juzgar examínate a ti mismo, y en el día de la visita encontrarás perdón. (Sir 18,20)

81. ¿Cómo te atreves a decir a tu hermano: déjame sacarte la mota del ojo, mientras llevas una viga en el tuyo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu ojo y entonces podrás distinguir para sacar la mota del ojo de tu hermano. (Mt 7,4-5)

82. Todos hemos de comparecer ante el tribunal de Cristo, para recibir el pago de lo que hicimos en el cuerpo, el bien o el mal. (2 Cor 5,10)

83. Hablad y actuad como quien va a ser juzgado por la ley de los hombres libres. (St 2,12)

84. No reproches al hombre que vuelve del pecado, recuerda que culpables somos todos. (Sir 8,3)