Que es la Vida Eterna?

«Presentando el núcleo central de su misión redentora, Jesús dice: “Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia” (Jn 10, 10). Se refiere a aquella vida ‘nueva’ y ‘eterna’, que consiste en la comunión con el Padre, a la que todo hombre está llamado gratuitamente en el Hijo por obra del Espíritu Santificador. Pero es precisamente en esa ‘vida’ donde encuentran pleno significado todos los aspectos y momentos de la vida del hombre.» (Evangelium vitae 1c)

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Viva la Poesi­a

El científico dice: “la estrella se ve” o “la estrella no se ve.” El poeta dice: “Tímida, la estrella se asoma.”

El técnico dijo: “Ese coche ya no funciona más; hay que venderlo por chatarra.” El poeta replica: “El camino… ¡cuántos caminos! se han agolpado en las entrañas de mi coche; ebrio de vida y de historia, necesita por igual del sueño y de la lucidez del recuerdo.”

El computador dice: “Se ha llenado este disco duro. Borre archivos o conecte un disco de mayor capacidad.” El poeta comenta: “Cada nuevo recuerdo, es un nuevo huésped de mi alma. Los demás salen a recibirlo y las historias del recién llegado a todos entretienen.”

El médico pragmático anuncia: “El paciente está en coma irreversible, y es cosa que debemos asumir. Punto.” El poeta dice: “Aguardad un poco, que aún no se sabe si es un punto o un punto y coma.”

El negociante de la bolsa dice: “¡Es hora de comprar!” Y por la tarde dice: “¡Es hora de vender!” El poeta garrapatea: “Es hora de aprender; es tiempo de callar…”

El sepulturero dice: “Ernesto ha muerto.” El poeta escribe parsimonioso y convencido en su cuaderno: “Ernesto entregó la vida.”

El escéptico dice: “Mira, tu semilla, la de la esquina del jardín, se murió.” El poeta reclama: “¿Y ya viste cómo en esa esquina hay un brote nuevo donde ella estaba?”

Apologetica Catolica

apologetica catolica
“Estamos consientes de la necesidad de conocer a fondo la propia fe para poder dar razón de ella a hermanos de otras confesiones religiosas, y por eso hemos querido en este sitio publicar estudios bíblicos patrísticos e históricos sobre apologética y ecumenismo, para todo el pueblo católico (y para quien nos quiera leer)…” Click!

Curso: Invitacion a la Cristologia (7 de 20)

Invitación a la Cristología: Curso dado por Fray Nelson Medina a los frailes estudiantes de teología del Studium Generale de los Dominicos de Colombia en el segundo semestre de 2009. Sesión 7 de 20: La cuestión sinóptica.

[Si estás leyendo esto en Facebook y deseas escuchar la predicación a la que aquí se hace referencia, haz click en “Publicación Original.”]

Temas de la Sesión 7: Proceso de elaboración de los Evangelios escritos.

Primera fase: Partimos de “paquetes de información” que son recuerdos personales, experiencias vividas, fragmentos de discursos y parábolas. El primer Evangelio es la memoria de los discípulos.

La Cruz desborda la comprensión de los discípulos. La noticia de la Resurrección los encuentra indispuestos y tiene que imponerse a ellos–en contra de los que dicen que la resurrección fue una invención de los discípulos. No sólo estaban propensos a no creer sino que las horribles persecuciones que debían desanimarlos. Si ellos hubieran inventado la resurrección, ¿cómo prosperaron y quedaron como canónicos textos que presentan a los discípulos como lentos e incrédulos? ¿Cuál sería el rol de esos textos? Se puede afirmar que todo fue una “conspiración” pero semejante suposición de farsa implica afirmar que hicieron trampa para ganarse persecución, desprestigio y muerte.

Al examinar una hipótesis exegética suele seguirse ese criterio: aquello que no beneficia los intereses de los protagonistas de un relato difícilmente puede ser inauténtico. De igual modo, aquello que podría disminuir la credibilidad pero que fue admitido como canónico puede considerarse genuino, pues la comunidad no iba a permitir una predicación que destruyera la fe que profesaban y que tenía bases conocidas de todos.

Segunda fase: conjuntos de relatos en boca de maestros, “evangelistas,” predicadores ambulantes. De aquí, las colecciones de dichos y narraciones, agrupados por palabras claves, secuencias cronológicas, u otras ayudas mnemotécnicas. Se inicia la historia de la redacción.

Tercera fase: los relatos que se van encadenando en secuencias más amplias que son puestas por escritos y sirven de material a autores específicos, miembros de comunidades creyentes que por supuesto no permitirían que se negara lo que consideraron recibido de Cristo. La noción de verdad aquí no es la de una filmadora sino la del tipo de testimonio que se da, en este caso, sobre Cristo. Hay sin embargo un valor agregado en los detalles no esenciales y no coincidentes, en la línea de lo alegórico.

Jesús de Nazareth tiene continuidad con los profetas del Antiguo Testamento pero tiene discontinuidad: habla de una alianza en presente y no se excusa de su propia misión, ni habla de defecto o pecado suyo.

Lo redaccional aparece en las expresiones que sirven de puente o gozne, como el “por aquellos días” de Lucas. Mateo, en cambio, agrupa palabras de Cristo en “discursos,” sin que nadie lo interrumpa.

Criterios de canonicidad que debieron cumplir los Evangelios:

  1. Sobriedad: nada de descripciones aparatosas.
  2. Cercanía a lo ordinario: lo típico de las parábolas. Poco o nada de fantasía.
  3. Nada de desprecio a la materia: lo que desprecia el cuerpo, la mujer o el sexo es descartado.
  4. Centrado en lo esencial: no acaricia la curiosidad ni la sensiblería.