138.1. La palabra humana alcanza su significado en experiencias reales y directas, esto lo sabes tú, porque sabes bien cuán difícil sería explicarle el color a un ciego de nacimiento. Por eso te advierto, no como amenaza sino como palabra de amigo, que predicar la Cruz requiere de la participación en la Cruz. Tus palabras sobre la Cruz lograrán su sentido si las predica un crucificado.
138.2. Te preguntarás entonces cómo podrán entenderlas quienes te escuchen, o si esto implica que también ellos han de tener experiencia de la Cruz para poder oír y entender lo que tú u otro predicador diga sobre la Cruz. Te respondo que en tu pregunta está la respuesta a una cuestión muy honda sobre el ministerio mismo de la evangelización. En efecto: no entenderá palabra alguna sobre la Cruz sino el que haya tenido en su propia carne participación en ella. Y la razón principal por la que no entenderá es porque no le interesará entender.
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