Ejercicios sobre el perdon, 56

PERDONAR PARA SER LIBRE: Haz unas cuantas respiraciones profundas. Que la inspiración sea más larga y lenta de lo habitual. Mientras dejas salir el aire, siente cómo se afloja la tensión y te relajas. Relaja los hombros…relaja los músculos del cuello.

Ahora, en tu imaginación, lleva las manos a la cabeza, introdúcelas con suavidad, con mucha suavidad dentro de tu mente. Quita de ahí todas las ideas que tienes actualmente sobre lo que significa el perdón. Coloca estas ideas en un lugar seguro, de donde puedas cogerlas de nuevo después nuestros ejercicios espirituales, o antes, si deseas recuperarlas.

Te invito a abrirte a un modo enteramente nuevo de definir el perdón y a trabajar con él en tu vida diaria. Al retirar las ideas que te resultan familiares, creas una apertura que te permitirá más de lleno y con mayor energía a lograr magníficas oportunidades de otorgar el perdón.

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El Corazon de Cristo supo palpitar de amor

Si no hay duda alguna de que Jesús poseía un verdadero Cuerpo humano, dotado de todos los sentimientos que le son propios, entre los que predomina el amor, también es igualmente verdad que El estuvo provisto de un corazón físico, en todo semejante al nuestro, puesto que, sin esta parte tan noble del cuerpo, no puede haber vida humana, ni afectos humanos.

No hay duda de que el Corazón de Cristo, unido hipostáticamente a la Persona divina del Verbo, palpitó de amor y de todo otro afecto sensible; sus sentimientos, sin embargo, estaban tan conformes y tan en armonía con su voluntad de hombre esencialmente plena de caridad divina, y con el mismo amor divino que el Hijo tiene en común con el Padre y el Espíritu Santo, que entre estos tres amores jamás hubo falta de acuerdo y armonía.

A menos que uno reflexione bajo la luz que emana de la unión hipostática y sustancial, y bajo la luz que procede de la Redención del hombre, que complementa la anterior, podría parecer a algunos escándalo y necedad el hecho de que el Verbo de Dios tomara una verdadera y perfecta naturaleza humana y se plasmara y aun, en cierto modo, se modelara un corazón de carne que, no menos que el nuestro, fuese capaz de sufrir y de ser herido.

Pero, en perfecta concordia con la Sagrada Escritura, el Credo, y también otros Símbolos de la Fe, nos aseguran que el Hijo Unigénito de Dios tomó una naturaleza humana capaz de padecer y morir, principalmente por una razón: el Sacrificio de la cruz, donde El deseaba ofrecer el sacrificio que completa la obra de la salvación de los hombres.

[Pío XII. Adaptación del n. 12 de su Encíclica Haurietis Aquas]

16.4 Km !

La caminata más larga que he hecho en Dublín ha sido de 16.4 Km, desde mi convento hasta el puerto de Howth. Este es el mapa:


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Ejercicios sobre el perdon, 55

TERAPIA PARA PODER PERDONAR:

Como culminación de estos Ejercicios o terapia para el perdón les ofrezco la siguiente reflexión que les puede ayudar cuando se vean incapaces de perdonar por la sensibilidad que hayan podido desarrollar y para la curación de cualquier otra clase de enfermedades. El siglo XX ha sido siglo de grandes alcances en lo espiritual y en lo tecnológico: los viajes espaciales a la Luna, el avance de la Cibernética, el descubrimiento de la TV a Color, la comunicación por Satélite, el invento de la computación, la navegación por Internet, los trasplantes de todo género. En lo religioso, se ha llegado a un acercamiento entre la jerarquía y los laicos, a trabajar y a vivir el Ecumenismo; se dio una apertura a los grupos carismáticos y a un tema, de gran ayuda para el mundo, el tema de la sanación interior. ¿Quién iba a pensar que podía existir una manera de transformación de la sociedad, no basada sólo en el capital, en la revolución, en la lucha armada, sino en la revolución de la conciencia, en la sanación del interior?

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La oracion no es algo accesorio

En su diálogo íntimo con el Padre, Jesús no huye de la Historia, no huye de la misión por la que ha venido al mundo, aunque sabe que para llegar a la gloria deberá pasar por la cruz. Más aún, Cristo entra más profundamente en esta misión, adhiriéndose con todo su ser a la voluntad del Padre, y nos muestra que la verdadera oración consiste precisamente en unir nuestra voluntad a la de Dios.

Por tanto, para un cristiano orar no equivale a evadirse de la realidad y de las responsabilidades que implica, sino asumirlas a fondo, confiando en el amor fiel e inagotable del Señor. Por eso, la transfiguración es, paradójicamente, la verificación de la agonía en Getsemaní (cf. Lc 22, 39-46). Ante la inminencia de la Pasión, Jesús experimentará una angustia mortal, y aceptará la voluntad divina; en ese momento, su oración será prenda de salvación para todos nosotros. En efecto, Cristo suplicará al Padre celestial que “lo salve de la muerte” y, como escribe el autor de la carta a los Hebreos, “fue escuchado por su actitud reverente” (Hb 5, 7). La resurrección es la prueba de que su súplica fue escuchada.

Queridos hermanos y hermanas, la oración no es algo accesorio, algo opcional; es cuestión de vida o muerte. En efecto, sólo quien ora, es decir, quien se pone en manos de Dios con amor filial, puede entrar en la vida eterna, que es Dios mismo.

[Benedicto XVI. Angelus del 4 de Marzo de 2007]

Un experimento fallido: tratar al aborto como si fuera el unico tema electoral

Supongo que alguien tiene que decir alguna vez algunas disculpas en público. Sí: voy a hablar de Obama. Y sí: sé que su carrera política es desastrosa para la lucha Pro-Vida. Y sí: espero que los ánimos tiene que haberse calmado algo después de dos semanas de su elección. Es decir, espero que ganadores y perdedores puedan reflexionar sobre los hechos acaecidos.

Me refiero en concreto a esto:

Charles Chaput, obispo de Denver, Colorado, a fines de Octubre llamó a Obama el candidato más empeñado en la causa abortista, desde 1973. Para Chaput esa era una razón suficiente para no apoyarlo. Con otras palabras: el tema del aborto debía eliminar la discusión de cualquier otro tema.

En agudo contraste, Joseph Martino, obispo de Scranton, Pennsylvania, declaró, también en el mismo mes de octubre, que la Conferencia Episcopal de Estados Unidos no había hablado por él (un tema que veremos repetirse en el futuro y que tiene bastante calado: sobre le peso magisterial de las Conferencias Episcopales). Martino se refería al documento Faithful Citizenship. Con una postura más bien desafiante invitó a los participantes en un foro de discusión sobre ese documento a que ampliaron su mirada y consideraran otros tópicos, aparte del aborto.

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142. Lo más precioso de ti

142.1. En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

142.2. Tus oraciones son lo más precioso de ti. Tus pensamientos, aun los más brillantes a tus ojos, seguramente serán superados. Tus afectos, incluso los más hermosos, tendrán que ser purificados. En tu memoria hay recuerdo de muchas cosas que enmendar, y en tus proyectos hay tanto que corregir, porque no funcionará, como hay para depurar, porque no es grato a Dios. Por contraste, mira ahora la belleza y la simplicidad de una oración. Las oraciones son lo único tuyo que verdaderamente roza el Cielo.

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Ejercicios sobre el perdon, 54

PERDONAR A LOS OTROS:
(Mt 5,21-24; 18, 21-35)

Entremos ahora a reflexionar sobre el tercer nivel del perdón, el perdón a los demás, teniendo siempre presente que si no existiese el perdón, las relaciones humanas serían imposibles. A lo largo de nuestra vida, muchas personas nos maltratan y nos hieren. El Señor, que nos ama, quiere que perdonemos a esas personas, para que podamos vivir en paz y alegría. Tenemos que ser conscientes, además, de que con nuestra falta de perdón a los demás, estamos debilitando las relaciones con nuestro Padre Dios. En cambio, al perdonar a los hermanos, nos abrimos a la gracia de Dios, que nos perdona generosamente.

Sorprende que algunas personas, animadas por la venganza y la desconfianza, puedan amedrentar, torturar y matar a otros. También impacta que existan tantas personas que, a pesar de tragedias personales o familiares que han vivido, encuentran en su corazón una capacidad de perdón que, sin duda, los convierte en dignos de admiración.

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Morir a si mismo para servir mas plenamente a Dios

Como el altar de esta iglesia, también nosotros, [los sacerdotes y religiosos], fuimos consagrados, puestos “aparte” para el servicio de Dios y la edificación de su Reino. Sin embargo, con mucha frecuencia nos encontramos inmersos en un mundo que quisiera dejar a Dios “aparte”. En nombre de la libertad y la autonomía humana, se pasa en silencio sobre el nombre de Dios, la religión se reduce a devoción personal y se elude la fe en los ámbitos públicos. A veces, dicha mentalidad, tan diametralmente opuesta a la esencia del Evangelio, puede ofuscar incluso nuestra propia comprensión de la Iglesia y de su misión. También nosotros podemos caer en la tentación de reducir la vida de fe a una cuestión de mero sentimiento, debilitando así su poder de inspirar una visión coherente del mundo y un diálogo riguroso con otras muchas visiones que compiten en la conquista de las mentes y los corazones de nuestros contemporáneos.

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141. Las Flores

141.1. En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

141.2. Las flores, desde tiempo inmemorial, según la medida de tus años, han sido referencia de belleza. Toda la profundidad de las raíces y la seriedad del tronco: toda la diligente labor de las hojas y la diversidad de ramas y ramitas se vuelve explosión de colores, texturas y contrastes en las flores. La flor, por así decirlo, da una razón de ser a todo el árbol que la sostiene. Y si no hubiera flores en el campo, parecería que no existiera más razón para el trabajo que poder trabajar más y más. En la flor y en su serena hermosura descansa el trajín de la naturaleza; el universo se remansa cuando nace una flor, y con paciencia espera a que despliegue sus pétalos y esparza su aroma.

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Ejercicios sobre el perdon, 53

PERDONAR A DIOS: Les invito a que reflexionemos ahora sobre los tres niveles fundamentales del perdón: el perdón a Dios, el perdón a sí mismo y el perdón a los demás. En cuanto al perdón a Dios, las dos palabras no parecen ir juntas. Sin embargo casi todos guardamos en nuestro interior resentimientos contra Dios, además de forjarnos falsas ideas acerca de El. Ya hemos visto que el perdón se centra en el amor de Dios. Cuando la persona está centrada en el amor de Dios, cuando descubre que es amada por Dios, por un Dios que nos acepta como somos, desaparecen muchísimos problemas.

Es importante darnos cuenta de que, aunque oremos mucho, participemos en retiros, en muchas Eucaristías, es necesario recibir la revelación de Jesús, el descubrimiento del Dios vivo y verdadero, de lo contrario podemos vivir con grandes desconfianzas y resentimientos frente a Dios, sobre todo en momentos difíciles, cuando pensamos que Dios se olvidó de nosotros, nos envió ciertas desgracias, cuando pudo habernos liberado de ello.

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