Ahora te voy a revelar un secreto, una perla de mi corazón.
Ahora, precisamente en Pascua, cuando hay perlas en tus ojos por el gozo de mi Resurrección.
Ahora, cuando la alegría se puede respirar y hay canciones entre las flores, y suave danza en las estrellas.
Tienes que saberlo ahora, aunque por un instante te parezca que este no es el momento para una palabra triste–y es triste lo que debo decirte, aunque lleva por dentro una semilla de victoria, y de una felicidad inexpresable.
Cuando yo estaba en la Cruz se juntaron en mi alma y cayeron sobre mi cuerpo dolores sin número. Eso lo sabes, pero hay algo que no has reflexionado nunca y que hoy quiero decirte.