Predicación del 4 de Agosto de 2007, en el contexto del Congreso de Familias organizado por al Asociación María Santificadora. Consta en la Biblia que desde el principio de la Historia el enemigo ha querido destruir la familia, que es hogar, comienzo y restauración de la vida humana. La batalla no está perdida, sin embargo, pues la misma Escritura nos da pistas para valorar y defender el tesoro de la familia.