74.1. En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
74.2. Comulgar es llegar a ser uno, no por vía de disolución en una mezcla, ni por vía de anulación del más pequeño, ni por vía de imposición del más grande, ni por vía de negociación entre los intereses de ambos, ni por vía de provecho común o intereses semejantes, ni por vía de alternancia en el poder o en el provecho.
74.3. Comulgar es llegar a ser uno, no sólo en los pensamientos, ni sólo en los proyectos, ni sólo en los recuerdos, ni sólo en las posibilidades o esperanzas, sino en las raíces mismas del ser. Por eso, en rigor de términos, dos creaturas no pueden comulgar la una con la otra: sólo es posible comulgar con Dios, si bien es cierto, que en Dios es posible comulgar con todos los que son uno en Dios.