¡Estoy dispuesta a aceptar lo que el Señor quiera para mí!

Apreciado Fray Nelson:

Antes de presentarme, quiero agradecerle profundamente su homilía del pasado 12 de de Mayo de 2002 en la Iglesia de Chiquinquirá, nunca lo había escuchado, sólo lo había leído… Sus palabras tocaron mi corazón, y me alegra que Nuestro Señor se vea representado en un sacerdote como usted, que revindica fuertemente la tristeza que tenemos en nuestros corazones. Y sí, ¡Estoy dispuesta a aceptar lo que el Señor quiera para mí!

Mi nombre es María Inés Espinosa Calle, tengo 33 años, y estoy muy contenta de estar más y más cerquita de Dios. Gracias a la tenacidad de mi madre, considero que tengo unas muy buenas bases católicas. La Santísima Virgen me ha guiado hasta Nuestro Señor. Tarde he empezado a conocerlo y acercarme a Él, pero por lo menos estoy llegando….

Tuve una experiencia muy difícil hace un año y medio, cuando llevaba 1 año y 10 meses de casada, mi matrimonio se disolvió, como si nada, mi esposo se fue. Gracias a la mano de la Virgencita y de Nuestro Señor, asumo lo que pasó y les doy las gracias, porque si no hubiera vivido lo que viví, y todavía aún estoy viviendo, tal vez hubiera seguido como un agua tibia, sin tomar la determinación de aceptar que Dios es el dueño de mi vida, y que sólo a Él me debo.

¡Gracias por todo!