15. Los Pájaros
No solamente los jóvenes oyeron ese concierto. Landulfo, que no podía dormir después de que su pregunta quedara sin respuesta, escuchaba algo de la melodía, sólo que a él no le sonaba agradable y placentera sino dura y amenazante. Tanto le molestó ese sonido que finalmente salió de casa armado de su hacha gigante pero no pudo sacar nada en claro porque había algo de neblina de manera que el lejano resplandor de la hoguera quedó oculto a sus ojos. Volvió a casa y algo le quería decir a Ariadna pero esta dormía profundamente y a él le daba pesar interrumpir ese sueño. Entonces sacó uno de sus cuadernos y empezó a escribir un breve poema sobre “La Hermosa Dormida.” Satisfecho con su obra maestra se quedó dormido después.