Rostro de Pascua

Salvados por la Misericordia

“Llevas cara de contento,”

le decían por la mañana,

y la gente preguntaba

qué le pasaría de nuevo.

“¿Ganaste, pues, la lotería,

o encontraste tu princesa?

Pues sonrisa y cara llevas

como el sol que alumbra el día.”

“Otro sol he descubierto,

–respondió el tan aludido–

¿me crees si yo te digo:

que ahora vivo y era muerto?

“A los pies de aquel sagrario

encontré tan grande amor,

y el Señor, que allí me amó

me mandó al confesionario,

“Y me habló como un amigo,

me mostró su augusta cruz,

me bañó de gracia y luz

y me envió como testigo.

“Y aunque todo parezca oscuro

hay vida, y gracia, y perdón,

que Dios sigue siendo Dios

aunque el mundo sea siempre mundo.”

Fr. Nelson Medina F., O.P.