Por favor, mira estas dos capturas de pantalla

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Haz click en las fotos para agrandarlas. Son capturas de pantalla, separadas por tres minutos de diferencia, del 12 de Diciembre de 2014, Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe. ¡Bendita la Virgen Santa!

Míralas bien; mira la cifra hacia arriba a la derecha 🙂

Captura de pantalla 2014-12-12 11.01.35

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¿Cuántos embriones humanos involucra la fecundación in vitro?

“Una de las características más preocupantes de la expansión de la fecundación in vitro (FIV) es la cantidad de embriones humanos que se conciben para lograr un nacimiento con vida. Para dimensionar el fenómeno se puede mencionar el informe enviado el 19 de julio de 2013 por el Ministro de Salud de Italia al Parlamento de ese país sobre el estado de implementación de la ley 40/2004 referida a la procreación médicamente asistida. El informe contiene la actividad al año 2011 de los centros de reproducción y permite constatar el notable aumento de embriones concebidos, de los embriones congelados, sin que ello signifique un aumento de los nacidos vivos…”

Click!

Hermosa oración a San Miguel Arcángel

¡San Miguel, el Arcángel! glorioso Príncipe, el jefe de las huestes celestiales; guardián de las almas de los hombres; vencedor de los ángeles rebeldes! ¡Qué hermoso eres, con tu armadura. ¡Nosotros te amamos, querido Príncipe del Cielo!

Nosotros, tus felices devotos, anhelamos disfrutar de tu protección especial. Pedimos a Dios tener parte de tu coraje robusto; orar para que podamos tener un amor fuerte y tierno para nuestro Redentor y, en todo peligro o tentación, ser invencibles contra el enemigo de nuestras almas.

¡Abanderado de nuestra salvación! Quédate con nosotros en nuestros últimos momentos y cuando nuestras almas dejan este exilio terrenal, llévanos con seguridad al trono del juicio de Cristo, y que nuestro Señor te mande llevarnos rápidamente al reino de la felicidad eterna.

Enséñanos a repetir el grito sublime: “¿Quién como Dios?”

Amén.

El lado siniestro del mundo pagano azteca

Según narra Bernal Díez del Castillo, los soldados españoles, primero en Campeche, en 1517, al oeste del Yucatán, y pronto a medida que avanzaban en sus incursiones, fueron conociendo el espanto de los templos de los indios, donde se sacrificaban hombres, y el horror de los sacerdotes, papas, «los cabellos muy grandes, llenos de sangre revuelta con ellos, que no se pueden desparcir ni aun peinar»… Allí vieron «unas casas muy grandes, que eran adoratorios de sus ídolos y bien labradas de cal y canto, y tenían figurado en unas paredes muchos bultos [imágenes] de serpientes y culebras grandes, y otras pinturas de ídolos de malas figuras, y alrededor de uno como altar, lleno de gotas de sangre» (cp.3). En una isleta «hallamos dos casas bien labradas, y en cada casa unas gradas, por donde subían a unos como altares, y en aquellos altares tenían unos ídolos de malas figuras, que eran sus dioses. Y allí hallamos sacrificados de aquella noche cinco indios, y estaban abiertos por los pechos y cortados los brazos y los muslos, y las paredes de las casas llenas de sangre» (cp.13). Lo mismo vieron no mucho después en la isla que llamaron San Juan de Ulúa (cp.14). Eran escenas espantosas, que una y otra vez aquellos soldados veían como testigos asombrados.

Avanzando ya hacia Tenochtitlán, la capital azteca, hizo Pedro de Alvarado una expedición de reconocimiento, con doscientos hombres, por la región de Culúa, sujeta a los aztecas. Y «llegado a los pueblos, todos estaban despoblados de aquel mismo día, y halló sacrificados en unos cúes [templos] hombres y muchachos, y las paredes y altares de sus ídolos con sangre, y los corazones presentados a los ídolos; y también hallaron los cuchillazos de pedernal con que los abrían por los pechos para sacarles los corazones. Dijo Pedro de Alvarado que habían hallado en todos los más de aquellos cuerpos muertos sin brazos y piernas, y que dijeron otros indios que los habían llevado para comer, de lo cual nuestros soldados se admiraron mucho de tan grandes crueldades. Y dejemos de hablar de tanto sacrificio, pues desde allí adelante en cada pueblo no hallábamos otra cosa» (cp.44).

Por otra parte, como hace notar Alvear Acevedo, hay que tener en cuenta que «la guerra, la conquista y el sometimiento de otros pueblos, tenían motivos económicos y políticos, pero también razones religiosas de búsqueda de prisioneros para su inmolación» (87). En todo caso, a principios del siglo XVI, el emperador Moctezuma, el gran tlatoani (de tlatoa, el que habla), recibía tributo de 371 pueblos. Cada semestre, pasaban los recaudadores o calpixques a recoger los impuestos que en especies y cuantías estaban perfectamente determinados. Así era el gran imperio azteca, y el náhuatl era su lengua.

Esta ambiciosa política guerrera de los aztecas trajo una muy precaria paz imperial entre los pueblos, pues, como señala Motolinía, «todos andaban siempre envueltos en guerra unos contra otros, antes que los Españoles viniesen. Y era costumbre general en todos los pueblos y provincias, que al fin de los términos de cada parte dejaban un gran pedazo yermo y hecho campo, sin labrarlo, para las guerras. Y si por caso alguna vez se sembraba, que era muy raras veces, los que lo sembraban nunca lo gozaban, porque los contrarios sus enemigos se lo talaban y destruían» (III,18, 450).


El autor de esta obra es el sacerdote español José Ma. Iraburu, a quien expresamos nuestra gratitud. Aquí la obra se publica íntegra, por entregas. Lo ya publicado puede consultarse aquí.

¿Qué significa aquello de que ser madre no es un estado civil?

Suponiendo que el Papa lo haya dicho, ¿qué significa aquello de que ser madre no es un estado civil? -S. Medina

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El texto que muchas fotos y avisos atribuyen al Papa Francisco es: “No existen madres solteras; existen madres. Ser madre no es un estado civil.”

Tomando la última frase en sí misma, es cierta: ser madre no es un estado civil. Pero esa frase no dice nada. Solamente indica que cuando en un formulario oficial se le pida a una mujer que marque una casilla, la soltera marcará “soltera” sin que importe si tiene o no hijos; y la casada marcará “casada” sin tener en cuenta hijos. ¿Y qué hay con eso?

Por otra parte, “soltera” es un adjetivo válido en la lengua castellana. Un adjetivo que tiene implicaciones en todos los casos. ¿Qué impide que se agregue ese adjetivo a la palabra “madre”? Uno puede decir: “Hay abogadas solteras y abogadas casadas” Eso tiene implicaciones laborales, prestacionales, familiares y de otros órdenes. Uno puede decir: “Hay deportistas solteras y deportistas casadas.” Y así sucesivamente. No hay nada que impida que uno diga “Hay madres solteras y madres casadas” ¿Por qué no se podría decir? Y es evidente que la condición de la madre soltera no es idéntica a la condición de la madre casada, o sea que no es solo un asunto de términos: es un asunto de realidades.

Esas realidades pueden llevar sin embargo a discriminaciones. Si la frase en verdad la dijo el Papa, cosa que yo no he podido comprobar, y si la dijo con la autoridad propia de su nuevo ministerio, y no por ejemplo como provincial de los jesuitas o como arzobispo de Buenos Aires, quizás la interpretación sería: “No dejes que tus prejuicios te impidan valorar los esfuerzos y virtudes de la mujer que ha decidido seguir adelante con un embarazo aún sin el apoyo de quien debería ser su pareja.”