El derecho a la justa remuneración y distribución de la renta

302 La remuneración es el instrumento más importante para practicar la justicia en las relaciones laborales.659 El « salario justo es el fruto legítimo del trabajo »; 660 comete una grave injusticia quien lo niega o no lo da a su debido tiempo y en la justa proporción al trabajo realizado (cf.Lv 19,13; Dt 24,14-15; St 5,4). El salario es el instrumento que permite al trabajador acceder a los bienes de la tierra: « La remuneración del trabajo debe ser tal que permita al hombre y a su familia una vida digna en el plano material, social, cultural y espiritual, teniendo presentes el puesto de trabajo y la productividad de cada uno, así como las condiciones de la empresa y el bien común ».661 El simple acuerdo entre el trabajador y el patrono acerca de la remuneración, no basta para calificar de « justa » la remuneración acordada, porque ésta « no debe ser en manera alguna insuficiente » 662 para el sustento del trabajador: la justicia natural es anterior y superior a la libertad del contrato.

303 El bienestar económico de un país no se mide exclusivamente por la cantidad de bienes producidos, sino también teniendo en cuenta el modo en que son producidos y el grado de equidad en la distribución de la renta, que debería permitir a todos disponer de lo necesario para el desarrollo y el perfeccionamiento de la propia persona. Una justa distribución del rédito debe establecerse no sólo en base a los criterios de justicia conmutativa, sino también de justicia social, es decir, considerando, además del valor objetivo de las prestaciones laborales, la dignidad humana de los sujetos que las realizan. Un bienestar económico auténtico se alcanza también por medio de adecuadas políticas sociales de redistribución de la renta que, teniendo en cuenta las condiciones generales, consideren oportunamente los méritos y las necesidades de todos los ciudadanos.

NOTAS para esta sección

659Cf. Juan Pablo II, Carta enc. Laborem exercens, 19: AAS 73 (1981) 625-629.

660Catecismo de la Iglesia Católica, 2434; cf. Pío XI, Carta enc.Quadragesimo anno: « El salario justo » es el título del capítulo 4 de la Parte II.

661Concilio Vaticano II, Const. past. Gaudium et spes, 67: AAS 58 (1966) 1088- 1089.

662León XIII, Carta enc. Rerum novarum: Acta Leonis XIII, 11 (1892) 131.


Este Compendio se publica íntegramente, por entregas, aquí.

Curso de Liderazgo Católico para el siglo XXI, 8 de 8: Claves de formación

[Curso de Formación con un grupo de Superioras de las Hermanas Canonesas de la Cruz. Lima, enero de 2015.]

Sesión 8 de 8: Claves de formación

Primera clave: integralidad
* Dar unidad al proceso; enlazar la conversión, con la formación, y la maduración con la fecundidad.

Segunda clave: balance entre lo existencial y lo doctrinal
* No todo son “experiencias” ni todo son “doctrinas”
* No todo es narrativo ni todo es teórico

Tercera clave: descubrir el sentido teológico de la comunidad
* Los jóvenes traen usualmente la idea postmoderna de grupo

Cuarta clave: desarrollo sano de la crítica y la autocrítica
* El examen crítico del entorno y la conciencia de cómo se opone al plan de Dios es profundamente liberador
* Necesidad de escribir, de leer y de ser leído. Articular. Verbalizar.

Quinta clave: Establecer lo no-negociable
* Entender el balance entre la solidez y la flexibilidad
* Asumir que no se peude ser todo ni ser una colección de caprichos
* Re-apropiarse de la vidaen Cristo y para Cristo.

Curso de Liderazgo Católico para el siglo XXI, 7 de 8: Algo de patología

[Curso de Formación con un grupo de Superioras de las Hermanas Canonesas de la Cruz. Lima, enero de 2015.]

Sesión 7 de 8: Algo de patología

Deserciones jóvenes
* Personas que pronto, después de adquirir un compromiso definitivo, piden retirarse.
* Posible causa: veían ese compromiso como una especie de meta personal, un desafío o victoria para la que se entrenan
* Prevención: Durante la formación, enfoque hacia el futuro posterior a la “meta”
* Tratamiento: verbal-narrativo.

Víctimas permanentes
* Personas que se sitúan continuamente como en el centro de una conspiración que les ataca y persigue.
* Posible causa: reclamo de atención y de afecto; tendencia a manipular.
* Prevención: durante la formación, hacer conciencia del impacto que cada acción de cada uno tiene impacto en todos. Enseñar a disculparse.
* Tratamiento: verbal-argumentativo; sacar a luz las ventajas de la estrategia que la persona usa; puede ser necesaria ayuda profesional.

Escape y aislamiento en grupos específicos
* Personas que omiten a parte o la totalidad de la comunidad para llevar “su vida”
* Posible causa: actitud postmoderna y/o egoísmo
* Prevención: es clave la detección temprana; el trabajo con diversos grupos, con retroalimentación; mucha catequesis sobre el tipo de afecto propio de nuestra forma de vida.
* Tratamiento: lo sismo que en la prevención; ocasionalmente puede servir un encuentro directo con las personas que sirven de “refugio.”

Ex-superior nostálgico
* Personas que han tenido grandes responsabilidades y que no terminan de asumir que ahora su rol es otro.
* Posible causa: huellas de vanidad u orgullo; ciertas ventajas del poder
* Prevención: dar responsabilidades tempranas con rotación ágil.
* Tratamiento: distinguir entre el respeto y la gratitud, por una parte, y el trato privilegiado por otra parte.

Meditación en el atardecer de la vida

Nos vamos quedando con lo único disponible: recuerdos de proyectos pasados, historias que terminaron mal y otras que anduvieron mejor, sueños inconclusos, experiencias inolvidables y otras que hay que olvidar porque no aportan nada o muy poco.

Nos vamos quedando con ganas y deseos que a veces una circunstancia feliz nos permite realizar; otras veces preferimos ignorarlos porque cobran muy caro o porque nos veríamos un poco ridículos.

Nos quedamos con la piel cansada de sentir, con la memoria de amores pasados, con las manos temblorosas, con olvidos repentinos, con ciertos dolores que revelan algo más que años, con unas pocas fotografías viejas de días felices y otros no tanto.

Nos quedamos con historias de viajes increíbles a lugares exóticos, aeropuertos inmensos y otros perdidos en la provincia, una pequeña valija negra, un libro que se quedó en la repisita de una cabina telefónica, noches de insomnio en una habitación de hotel al otro lado del mundo o un tren que avanza a paso de hombre en las alturas del desierto más seco del planeta.

Nos quedamos con preguntas imposibles de hacer porque no hay nadie que pueda responderlas, ideas revolucionarias que al fin no cambiaron nada, novelas que no se pueden escribir porque no se tiene el oficio, poemas que después de unos años estamos seguros que no tiene sentido alguno publicarlos – ni mostrarlos a nadie.

Nos quedamos con un silencio saludable, una soledad reparadora, una renuencia a aceptar que nos impongan condiciones y reglas, unas manías que nosotros no más entendemos y una bronca feroz contra el sistema y sus instituciones.

Nos vamos quedando con unas visitas de tanto en tanto a las hijas y a los nietos, una reunión familiar que agradecemos no se prolongue más allá de las diez de la noche, llamadas telefónicas para ponerse al día y asegurar que todo anda más o menos bien porque perfecto nunca va a estar y eso lo sabemos bien todos aunque a veces no queramos reconocerlo.

Nos vamos quedando con intuiciones que a veces aciertan medio a medio y otras que no andan ni por las tapas. Adquirimos una especie de cinismo y no hacemos caso de las cosas que entusiasman a los más jóvenes o a los inexpertos que creen que el mundo es como se ve.

Nos vamos quedando sólo con el asombro porque eso es algo que jamás deberíamos perder. Nos vamos quedando con unas pocas personas y algunos lugares que no cambiaríamos por ningún otro en el mundo. Nos vamos quedando con algunas penas definitivas y algunas alegrías inesperadas. Con eso es más que suficiente…

[Recibido en correo de A. Rojas]