Los que niegan la resurrección diciendo que es relato que crearon los discípulos no tienen cómo explicar que los textos nos presentan discípulos escépticos y resistentes a la fe.
Cinco Homilias sobre la Resurreccion de Cristo, 2 de 5
Que Dios muera por nosotros en una Cruz no es menor misterio que el Crucificado se levante del sepulcro.
Cinco Homilias sobre la Resurreccion de Cristo, 3 de 5
Puesto que los poderes de tinieblas se enseñorean sobre el cuerpo, no es accesorio sino muy necesario creer y proclamar que la resurrección corporal de Cristo es nuestra esperanza.
Cinco Homilias sobre la Resurreccion de Cristo, 4 de 5
La resurrección es señal de llegada de la creación nueva, después de la “pérdida total” causada por el pecado.
Cinco Homilias sobre la Resurreccion de Cristo, 5 de 5
Sumario sobre el valor de verdad de la resurrección y algo sobre las razones que llevan a algunos a perderse el corazón de nuestra fe.
Sobre la verdad de la resurrección
Desde el siglo XIX ha tomado impulso peculiar una verdadera guerra contra el Resucitado. O para ser más exactos: oposición abierta, pero vestida de racionalidad, al dato tan sencillo y tan fundamental que nos traen los Evangelios: el que murió en la Cruz no ha quedado sujeto a la corrupción de los cadáveres; vive, está lleno de la gloria del Padre, y la muerte ya no tiene poder sobre Él.
Ya San Mateo (28,11-15) cuenta de un primer intento, muy burdo, de negar la victoria postrera del Crucificado: los soldados que guardaban la tumba deben testificar que, mientras ellos dormían, los discípulos robaron el cadáver.
Uno puede leer la historia de las herejías cristológicas como un esfuerzo continuado de robar su sentido y significado real a la resurrección. Por ejemplo: Si Cristo es un ser altísimo distinto de Dios y creado por Dios, como cree el arrianismo, entonces no es Dios pero tampoco es hombre, luego su muerte es falsa, o no es la muerte nuestra, y su resurrección no dice en verdad nada a nosotros.