Vida Religiosa Renovada, 10 de 12, La virtud teologal de la esperanza

[Retiro espiritual con las Hermanas Dominicas de la Inmaculada, de la Provincia de Santa Rosa, en el Perú. Octubre de 2014.]

Tema 10 de 12: La virtud teologal de la esperanza

* En la fe hay dos dimensiones: doctrinal (que apunta a los contenidos) y existencial (que mira a Aquel en quien creemos) y de Quien nos fiamos. Podemos decir que esta dimensión de entrega y confianza es la raíz misma de la esperanza. Sólo que la fe de suyo es una entrega presente mientras que la esperanza apunta al bien futuro que es arduo pero posible.

* ¿Cómo se cultiva la esperanza? Ante todo, no hay que confundirla con la novedad. En tiempos de incertidumbre o fragilidad los experimentos no aumentan la seguridad sino que la disminuyen. El futuro se muestra promisorio cuando el pasado muestra sus raíces fuertes. Sobre la base de lo que es firme y en cierto sentido, tradición, se puede mirar el futuro de otra manera.

Vida Religiosa Renovada, 09 de 12, La virtud teologal de la fe

[Retiro espiritual con las Hermanas Dominicas de la Inmaculada, de la Provincia de Santa Rosa, en el Perú. Octubre de 2014.]

Tema 9 de 12: La virtud teologal de la fe

* Lo propio de las virtudes teologales, en general, es que son fruto de la acción del Espíritu Santo en nosotros, y en este sentido sólo existen y sólo son reconocidas bajo la acción de ese mismo Espíritu.

La primera de las virtudes teologales es la fe, que nos abre a recibir la propuesta del amor divino, y nos permite acoger su palabra como Palabra de Dios, y nos dispone interiormente para obrar al modo de Dios.

* La fe no es imaginación. No es negación de la realidad. No es fantasía pero tampoco es evidencia. ¿Cómo entenderla?

* San Juan, en su Evangelio, utiliza el término “señal.” La fe es un camino que parte de señales o signos y que nos conduce, bajo acción a Dios a su significado pleno.

* La fe hace posible amar al prójimo, no porque deje de ser odioso lo que hay de repugnante en su comportamiento, sino porque al lado de lo odioso vemos su necesidad, así como Cristo pudo ver en sus verdugos gente muy necesitada.

Vida Religiosa Renovada, 08 de 12, Virtudes Humanas

[Retiro espiritual con las Hermanas Dominicas de la Inmaculada, de la Provincia de Santa Rosa, en el Perú. Octubre de 2014.]

Tema 8 de 12: Virtudes Humanas

* Crecer en la propia vocación es crecer en el amor. Ese crecimiento ha sido bien esudiado por la Iglesia, que ha visto en las virtudes la expresión de un bien objetivo, bello y útil a la comunidad.

* Es claro que unos virtudes dependen de otras o giran en torno a ellas. Por eso la Iglesia agrupa el crecimiento en la virtud alrededor de cuatro virtudes llamadas “humanas” y otras tres llamadas “teologales.”

* Las virtudes humanas están ligadas a nuestra naturaleza y son apreciadas en todas partes. No hay culturas que elogien la insensatez, o que consideren deseable que se castigue inocentes, o que exalte la cobardía o que se tenga gran aprecio por la gente que no sabe dominar su apetito de placer.

* Tales son las virtudes humanas: prudencia, fortaleza, justicia y templanza.

Vida Religiosa Renovada, 07 de 12, Vocaciones

[Retiro espiritual con las Hermanas Dominicas de la Inmaculada, de la Provincia de Santa Rosa, en el Perú. Octubre de 2014.]

Tema 7 de 12: Vocaciones

* Cuando el Espíritu nos llama a ser Iglesia nos llama también a servir en la Iglesia, y por ello nos concede dones y carismas, a cada uno en particular. De ese modo, al acogernos nos llama a vocaciones particulares.

* Es mucho lo que puede aprenderse viendo algunas vocaciones específicas del Nuevo Testamento:

+ De Pedro aprendemos que Dios nos lleva a otro nivel: de pescador de peces a pescador de hombres.

+ De Santiago aprendemos que los rasgos fuertes de nuestra personalidad pueden servir como camino a la generosidad en la entrega a Dios.

+ De Mateo aprendemos que el que es líder para el mal también puede convertirse y guiar a muchos en el bien.

+ De Simón el Zelote aprendemos que la combatividad es parte del código genético del cristiano.

+ De Natanael Bartolomé aprendemos qué lugar central tiene la transparencia en la vida cristiana, y cómo Cristo no teme que seamos escépticos si de corazón buscamos la verdad y nos rendimos a ella.

+ De Pablo aprendemos que lo que nos sirvió para alejarnos de Dios puede llegar a ser herramienta que Él utilice para extender su Reino.

+ De Juan aprendemos el camino que lleva a la altura de la unión con el Señor, y a dejar toda mediocridad.

Vida Religiosa Renovada, 06 de 12, El Espíritu y el perdón

[Retiro espiritual con las Hermanas Dominicas de la Inmaculada, de la Provincia de Santa Rosa, en el Perú. Octubre de 2014.]

Tema 6 de 12: El Espíritu y el perdón

* ¿Qué lugar ocupa el Espíritu Santo en el desarrollo que comentamos sobre el encuentro con la gracia? Ante todo, el Espíritu mismo ES la gracia de Dios. Esa gracia ha sido dispensada a nosotros, y con ella se nos ha concedido la experiencia de sabernos amados (Romanos 5).

* El Espíritu nos regala la iluminación interior para ver los indicadores de una necesidad de cambio, según se explicaba en la predicación anterior. Luego nos concede la iluminación exterior para descubrir en Cristo el medico apropiado para nuestra dolencia y mal.

* El Espíritu nos conduce así simultáneamente a la contrición, o dolor de amor por el pecado en cuanto ofensa contra Dios, y nos conduce a la esperanza, o certeza de que el auxilio divino está próximo y es de fiar.

* Pero la acción más notable del Espíritu Santo es la transformación interior que hace que el bien genuinamente nos sepa bien.

* Además, el Espíritu nos da ojos para reconocer el don que recibimos, y para identificar ese don en otros; es decir, nos hace a la vez miembros vivos de la Iglesia.

Vida Religiosa Renovada, 05 de 12, Encuentro con la gracia

[Retiro espiritual con las Hermanas Dominicas de la Inmaculada, de la Provincia de Santa Rosa, en el Perú. Octubre de 2014.]

Tema 5 de 12: Encuentro con la gracia

* La vida humana está marcada por una de dos lógicas. La lógica de la transacción dicta que uno debe dar en proporción a lo que recibe, de modo que se pague con toda justicia bien por bien y mal por mal.

* El problema con ese enfoque, que se concentra e lo que es “debido” (adeudado) es que todos como seres humanos pasamos por circunstancias de grave necesidad en que lo que podemos dar es poco y lo que necesitamos es mucho. En tales circunstancias la lógica de la transacciones nos abandona en la amargura y nos pone en ruta hacia la muerte.

* Por contaste, la lógica de la gratuidad mira fundamentalmente la necesidad de la otra persona y mide la tarea por esa necesidad, y no por la retribución.

* Es interesante aplicar este análisis a la propuesta de la Teología de la Liberación cuando quiere que los pueblos “tomen conciencia” para ser “sujetos de su propia historia.” Ese lenguaje establece que uno logra sólo lo que uno pelea y conquista, y por tanto desecha la lógica de la gratuidad, que está en el corazón mismo del Nuevo Testamento.

* Uno llega a un encuentro con la gracia a partir de un sólido conocimiento de sí mismo. Hay indicadores que mueven a rendirse ante la gracia: las fracturas internas (darse cuenta uno de las propias incoherencias); el percibir las consecuencias negativas de lo que uno ha venido haciendo; el percibir duramente la esterilidad o el absurdo de la ruta de vida que se lleva.

* A través de esos indicadores puede el corazón despertarse al arrepentimiento y abrirse a la gracia.