El derecho a la objeción de conciencia

399 El ciudadano no está obligado en conciencia a seguir las prescripciones de las autoridades civiles si éstas son contrarias a las exigencias del orden moral, a los derechos fundamentales de las personas o a las enseñanzas del Evangelio.820 Las leyes injustas colocan a la persona moralmente recta ante dramáticos problemas de conciencia: cuando son llamados a colaborar en acciones moralmente ilícitas, tienen la obligación de negarse.821Además de ser un deber moral, este rechazo es también un derecho humano elemental que, precisamente por ser tal, la misma ley civil debe reconocer y proteger: « Quien recurre a la objeción de conciencia debe estar a salvo no sólo de sanciones penales, sino también de cualquier daño en el plano legal, disciplinar, económico y profesional ».822

Es un grave deber de conciencia no prestar colaboración, ni siquiera formal, a aquellas prácticas que, aun siendo admitidas por la legislación civil, están en contraste con la ley de Dios. Tal cooperación, en efecto, no puede ser jamás justificada, ni invocando el respeto de la libertad de otros, ni apoyándose en el hecho de que es prevista y requerida por la ley civil. Nadie puede sustraerse jamás a la responsabilidad moral de los actos realizados y sobre esta responsabilidad cada uno será juzgado por Dios mismo (cf. Rm 2,6; 14,12).

NOTAS para esta sección

820Cf. Catecismo de la Iglesia Católica, 2242.

821Cf. Juan Pablo II, Carta enc. Evangelium vitae, 73: AAS 87 (1995) 486-487.

822Juan Pablo II, Carta enc. Evangelium vitae, 74: AAS 87 (1995) 488.


Este Compendio se publica íntegramente, por entregas, aquí.

Desenmascarando el Halloween

La noche de Halloween se abrira la Iglesia Mayor de Lucifer cuyo objetivo es crear “una nueva era para el progreso de la humanidad sin esclavitud del pensamiento dogmático, somos los dioses y diosas de nuestra propia vida…”

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Breve ordo para la semana del 25 al 31 de octubre de 2015

Videos de micro-homilías para esta semana:

https://www.youtube.com/playlist?list=PLRmr1_QLb8pcFZlXCwVCZI3XpmRAG65gq


Liturgia de las Horas para esta semana:

Domingo 25 de octubre de 2015: Domingo XXX del Tiempo Ordinario, ciclo B

Lunes 26:

Martes 27:

Miércoles 28: Fiesta de los Santos Apóstoles Simón y Judas Tadeo

Jueves 29:

Viernes 30:

Sábado 31:


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Catheriniana – 13, Maternidad Espiritual, parte 4

[Catheriniana es una serie de reflexiones sobre aspectos de la enseñanza de Santa Catalina de Siena. Para sacar mayor provecho de estas conferencias es muy recomendable revisar primero la serie sobre su vida, y después la serie sobre los fundamentos de su doctrina espiritual. Si se quiere acceder a todas las publicaciones de este blog sobre la Santa Doctora, hacer click aquí.]

Tema 13: Dónde sucede la maternidad espiritual

* Si el egoísmo, en sus diversas formas, es señal típica de nuestro tiempo, la capacidad de dar, de ser “Iglesia en salida,” como dice el Papa Francisco, es claramente una señal clara de la irrupción del Reino de Dios.

* ¿Dónde sucede esa irrupción? ¿En dónde acontece el Evangelio? Tres textos bíblicos nos orientan:

(1) Lucas 4,18-21 nos presenta el “programa” del ministerio público de Cristo: anunciar la Buena Nueva a los pobres.

(2) Juan 4,34-36 nos presenta a Jesús invitando a sus discípulos a reconocer que la cosecha está madura. La misión de ellos, entendemos por el contexto, es ante todo, descubrir a tantas “samaritanas” que padecen severa desorientación en sus vidas, y que mueren de sed.

(3) En 1 Corintios 1,26-28 el apóstol Pablo subraya cuál es la composición de la comunidad de Corinto, mostrando que la fuerza del Evangelio prospera primero en los que el mundo desprecia.

* Se puede bien decir, como ya lo afirma el dominico Felicísimo Martínez, que la evangelización, y ello cobija la obra de la maternidad espiritual, sucede en las fronteras: entre al vida y la muerte; entre la creencia y la increencia; entre la pertenencia visible a la Iglesia y la afirmación de un cristianismo genérico. Es en las fronteras donde sucede primero la gracia.

* Lo cual permite una lectura poco usual de Juan 12,1-12: aquello de que siempre tendremos necesitados no es tan mala noticia, si recordamos que en las fronteras de pobreza renace sin cesar la obra del Evangelio, y la maternidad espiritual.

Catheriniana – 12, Maternidad Espiritual, parte 3

[Catheriniana es una serie de reflexiones sobre aspectos de la enseñanza de Santa Catalina de Siena. Para sacar mayor provecho de estas conferencias es muy recomendable revisar primero la serie sobre su vida, y después la serie sobre los fundamentos de su doctrina espiritual. Si se quiere acceder a todas las publicaciones de este blog sobre la Santa Doctora, hacer click aquí.]

Tema 12: Rasgos propios de la genuina maternidad espiritual

* El deseo de ser fecundos para Dios es un criterio central de discernimiento en nuestra vida cristiana y en particular en la vida consagrada actual. En nuestro tiempo , el egoísmo, la comodidad y el libertinaje pueden llevar a una vida en soltería pero en la elección de ese camino Dios en realidad no cuenta.

* Rasgos principales de la verdadera maternidad espiritual:

(1) Lo que una madre es para sus hijos, lo vive en términos espirituales quien vive una vocación de maternidad espiritual: unión con su Divino Esposo, fecundidad que viene de Él, deseo de ser fecunda para Él. La semilla de la Palabra y de la Caridad es participación en los intereses de Cristo. Su pregunta es: “¿Mi amado cómo queda aquí?”

(2) En la gestación, la maternidad espiritual consiste en enviar alimento: con la oración, la penitencia, la enseñanza. El parto llega cuando la persona le da un sí real y resuelto a Cristo.

(3) La lactancia consiste en no abandonar a los recién convertidos sino afianzar en ellos los elementos esenciales de la fe, los que le ayudarán a rechazar los insidiosos retornos de los ídolos. De esto habla la Carta a los Hebreos 5,12–6,3.

(4) Nacer supone un choque térmico que hace que la persona eche de menos su ambiente anterior. Es allí donde una buena madre sabe que hay que proveer de recursos y de calidez que permitan sobrevivir a los pequeños. Por supuesto, esto implica dar más cuidado a quien más lo necesita.

(5) Las mamás han de “primerear,” según la expresión del Papa Francisco, dando las vacunas que son más necesarias, por medio de advertencias saludables y oportunas.

(6) Pero también lo positivo: ¿cuáles son las lecturas, las conversaciones, los lugares adonde debo remitir al que todavía es débil? Deshacerse de una persona débil es ponerla en la ruta para que sea trofeo de Satanás.

(7) Finalmente: las mamás no crían a sus hijos para que estén siempre con ellas. Hay que saber entregar, como María al pie de la Cruz.

* Por supuesto, todo esto supone una renovación y ensanchamiento del corazón y de nuestra caridad.

Curso de Mariología 2015, Tema 1: Programa del Curso

[Curso ofrecido en la Universidad Santo Tomás de Bogotá, en el segundo semestre de 2015.]

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Tema 1: Programa del Curso

1. Introducción: motivaciones e inquietudes
1.1. Relación entre acción divina y voluntad humana
1.2. Verdad de la Encarnación
1.3. Carne de Cristo como entronque dentro de la historia humana
1.4. Nuestra respuesta ante el plan de Dios
1.5. Conexión secreta entre María y su Pueblo
1.6. Pregunta sobre el papel de la mujer en la Iglesia

2. Fuentes:
2.1. En la Biblia,
2.1.1. María es nexo entre el Antiguo y Nuevo Testamento.
2.1.2. María, como parte de los Pobres de Yahvé.
2.1.3. Anticipaciones de la Virgen en el Antiguo Testamento, proporcionadas por las alegorías que enriquecen una mirada integral bíblica.
2.1.4. Pasajes del Nuevo Testamento que señalan la figura de la Virgen como el Magnificat.
2.2. Los Padres de la Iglesia
2.2.1. Concilio de Efeso: María proclamada como “Madre de Dios”, (Theótokos)
2.2.2. San Efrén de Siria, diácono
2.2.3. Himno Akáthistos, texto de la tradición Mariológica de Oriente
2.2.4. San Bernardo: el lugar de María en sus escritos
2.3. Testimonios de los santos
2.3.1. Santo Tomás de Aquino
2.3.2. San Francisco de Asís y la Escuela Franciscana
2.3.3. Oración de Santa Catalina de Siena
2.3.4. San Luis María Griñón de Momfort
2.3.5. San Juan Eudes
2.4. Magisterio
2.4.1. Constitución dogmática Lumen Gentium (cap. 8)
2.4.2. Catecismo de la Iglesia Católica
2.4.3. Carta Redemptioris Mater de San Juan Pablo II
2.4.4. Carta Apostólica Marialis Cultus de Pablo VI

3. Elaboración Sistemática
3.1. Ubicación del Tratado Mariológico
3.1.1. Mariología en el conjunto de la Teología Sistemática
3.1.2. Implicación de la Mariología en la vida cristiana
3.2. Desarrollo y despliegue
3.3. Recapitulación de los dogmas marianos:
3.3.1. La Maternidad Divina
3.3.2. La Inmaculada Concepción
3.3.3. La Perpetua Virginidad
3.3.4. La Asunción de María
3.3.5. La Virgen como Medianera de todas las gracias.

4. Aproximación Pastoral
4.1. Religiosidad popular
4.1.1. Santuarios, Peregrinaciones, Devociones
4.1.2. Dos posturas extremas en la Devoción Mariana
4.2. Testimonio Litúrgico
4.3. Cuestiones abiertas:
4.3.1. Teología Feminista
4.3.2. Teología de la Liberación
4.3.3. Teología Mística

Catheriniana – 11, Maternidad Espiritual, parte 2

[Catheriniana es una serie de reflexiones sobre aspectos de la enseñanza de Santa Catalina de Siena. Para sacar mayor provecho de estas conferencias es muy recomendable revisar primero la serie sobre su vida, y después la serie sobre los fundamentos de su doctrina espiritual. Si se quiere acceder a todas las publicaciones de este blog sobre la Santa Doctora, hacer click aquí.]

Tema 11: La familia espiritual de Santa Catalina de Siena

* La primera experiencia de familia que tiene Catalina proviene de su propio hogar; incluso desde su vida eremítica, la realidad cotidiana de aquella familia numerosa impacta su corazón de niña y de adolescente.

* Viene luego la Orden Dominicana, a la que ella se asocia por sus penitencias y oraciones, y también a través de los sacramentos, pero sobre todo, a la cual ingresa como “mantellata,” esto es, como virgen seglar dominica.

* Nuestro Señor había dicho a Catalina: «Deseo unirme más contigo por la caridad hacia el prójimo». De hecho, la vida de apostolado de la santa no interfería su unión con Dios. El beato Raimundo de Cápua dice que la única diferencia era que «Dios no se le aparecía únicamente cuando estaba sola, como antes, sino también cuando estaba acompañada». Catalina era arrebatada en éxtasis, lo mismo mientras conversaba con sus parientes, que cuando acababa de recibir la comunión en la iglesia.

* Poco a poco, la santa reunió a un grupo de amigos y discípulos que formaban como una gran familia y la llamaban «Mamá». Los más notables de entre ellos, eran sus confesores de la Orden de Santo Domingo, Tomás della Fonte y Bartolomé Domenici; el agustino Tantucci, el rector del hospital de la Misericordia, Mateo Cenni; Mateo Vanni, el artista a quien la posteridad debe los más hermosos retratos de la santa, el joven aristócrata y poeta, Neri de Landoccio dei Pagliaresi, Lisa Colombini, cuñada de Catalina, la noble viuda Alessia Saracini, el inglés Guillermo Flete, ermitaño de San Agustín, y el P. Santi, un anacoreta al que el pueblo llamaba «El Santo», que frecuentemente iba a visitar a Catalina porque, según decía, al charlar con ella alcanzaba mayor paz del alma y valor para perseverar en la virtud de los que había conseguido en toda su vida de anacoreta.

* Catalina amaba tiernamente a su familia espiritual y consideraba a cada uno de sus miembros como a un hijo que Dios le había dado para que le condujese a la perfección. La santa no sólo leía el pensamiento de sus hijos, sino que, con frecuencia, conocía las tentaciones de los que se hallaban ausentes. El motivo de sus primeras cartas fue el de mantenerse en contacto con ellos.

Catheriniana – 10, Maternidad Espiritual, parte 1

[Catheriniana es una serie de reflexiones sobre aspectos de la enseñanza de Santa Catalina de Siena. Para sacar mayor provecho de estas conferencias es muy recomendable revisar primero la serie sobre su vida, y después la serie sobre los fundamentos de su doctrina espiritual. Si se quiere acceder a todas las publicaciones de este blog sobre la Santa Doctora, hacer click aquí.]

Tema 10: Nacer de nuevo

* Nacer de nuevo: tal es la descripción que el Nuevo Testamento da a la obra del Espíritu que nos renueva y transforma, gracias a la predicación del Evangelio.

* La evangelización abre a una vida nueva: toda evangelización implica una forma de paternidad / maternidad espiritual. Todos somos llamados a esta forma de fecundidad espiritual.

* Cada amor tiene su forma de fecundidad. El nuevo amor no suprime al amor según la carne y la sangre sino que le quita el protagonismo.

* Relación con el santo deseo: la maternidad espiritual siempre mira hacia Cristo: que Él sea concebido, qué Él nazca, crezca y reine en cada uno.

* Aunque la palabra “padre” se puede aplicar a quien evangeliza, es más propio reconocernos todos como “madres,” sobre todo por el dolor del “dar a luz” para la vida de Dios, y porque Cristo nos recuerda que tenemos un solo Padre, el del Cielo.

* El propósito último de la evangelización es engendrar para el Cielo.