162.1. En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
162.2. El horizonte de la muerte marca de tal manera la vida de los hombres, que con razón la Escritura habló del “poder” de la muerte (cf. Ap 6,8; 20,6). Además —según te gusta recordar y predicar— la obra de Cristo fue resumida por la Carta a los Hebreos en estas palabras: «Así como los hijos participan de la sangre y de la carne, así también participó él de las mismas, para aniquilar mediante la muerte al señor de la muerte, es decir, al Diablo» (Heb 2,14).