El apostolado de los laicos en las misiones

Los fieles cristianos, en cuanto miembros de un organismo vivo, no pueden mantenerse cerrados en sí mismos, creyendo les baste con haber pensado y proveído en sus propias necesidades espirituales, para cumplir todo su deber. Cada uno, por lo contrario, contribuya de su propia parte al incremento y a la difusión del reino de Dios sobre la tierra. Nuestro predecesor Pío XII ha recordado a todos este su deber universal:

La catolicidad es una nota esencial de la verdadera Iglesia: hasta el punto que un cristiano no es verdaderamente devoto y afecto a la Iglesia si no se siente igualmente apegado y devoto de su universalidad, deseando que eche raíces y florezca en todos los lugares de la tierra.

Todos han de emularse saludablemente unos a otros, y dar asiduos testimonios de celo por el bien espiritual del prójimo, por la defensa de la propia fe, para darla a conocer a quien la ignora del todo o a quien no la conoce bien y, por ello, malamente la juzga. Ya desde la niñez y la adolescencia, en todas las comunidades cristianas, aun en las más jóvenes, se necesita que clero, familias y las varias organizaciones locales de apostolado inculquen este santo deber.

Continuar leyendo “El apostolado de los laicos en las misiones”